Tarta de calabaza y sirope
Mi Halloween de este año no tuvo ni brujas, ni telarañas ni niños dando la lata pidiendo cosas en la puerta: estaba en Carranza (Vizcaya profunda), y allí todavía no han llegado estas cosas modernas de hoy en día. Pero sí hice la correspondiente tarta de calabaza estilo 100% americano, con su canela, su jengibre y su sirope de arce. La receta la saqué, de forma un tanto contradictoria, de un periódico británico, y como es costumbre la tuneé a mi antojo.
El sirope de arce se encuentra en algunos supermercados y en tiendas de dietética; en caso de no dar con él, se puede sustituir con caramelo líquido: se ponen 100 gr. de azúcar al fuego con unas gotas de limón hasta que se forme el caramelo, se retira la cazuela del calor y se echan unos 75 cl. de agua poco a poco con mucho cuidado de las salpicaduras. Se vuelve a poner al fuego removiendo hasta que el caramelo se disuelva del todo.
Es importante que la tarta esté bien cocida: yo la saqué del horno demasiado pronto y el relleno era una especie de crema pastosa no demasiado agradable al paladar. Unos minutos más de calor y el suficiente reposo para que enfriara y se asentara la transformaron en una delicia, capaz de calmar al mismísimo Michael Myers.
Dificultad: Media-baja.
Ingredientes
Para 6 personas
Masa
- 150 gr. de harina
- 80 gr. de mantequilla bien fría
- 25 gr. de azúcar
- 1/2 cucharadita de jengibre molido
- Sal
Relleno
- 500 gr. de calabaza
- 150 gr. de sirope de arce
- 150 ml. de leche evaporada (tipo Ideal)
- 2 huevos
- 2 cucharadas de ron añejo
- 1 cucharadita de canela
- 1 pizca de nuez moscada
Instrucciones
Cocinado oyendo '100 60's Garage Hits'.
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