El mejor cruasán de España se hace en la pastelería Prat, Can Carriel, de Roda de Ter

El mejor cruasán de mantequilla de España de este 2023 lo hace la pastelería Prat, Can Carriel, de Roda de Ter, un municipio de la provincia de Barcelona. El pastelero Gil Prat llegaba este martes por la mañana a la Escuela de Pastelería de Barcelona con 12 unidades de cruasán recién salidas del horno, que han resultado ser las mejores del Concurso Mejor Croissant Artesano de Mantequilla, según un jurado formado por Antonio Bachour, Antoni Bellart (presidente del Gremi) y Toni Vera (ganador de la edición 2022), además de la chef Martina Puigvert (Les Cols), o el actor y gran amante de la pastelería Paco Mir. Competía con 54 pasteleros llegados de diferentes puntos de España, pero con una mayor participación de catalanes, dada la proximidad.

A punto de cumplir 43 años, Gil Prat quedó prendado del cruasán francés hace más de 10 años en un viaje a París. Entonces volvió a la pastelería familiar, donde se hacían los tradicionales cruasanes de manteca de cerdo, con ganas de replicar la fórmula francesa y ganar el concurso del gremio de pasteleros de Barcelona. Después de muchas pruebas y de presentarse cuatro veces, en 2017 consiguió ganar el premio por primera vez. Al año siguiente tuvo el honor de ser jurado del mismo y corroborar de primera mano el nivel que hay, y esta edición la campanita ha vuelto a sonar.

Los miembros del jurado han destacado especialmente el sabor y el alveolado interior del cruasán que ha presentado Prat, cuarta generación de la familia, que está al mando del obrador de esta panadería fundada por su bisabuelo en 1900 en la pequeña localidad de Roda de Ter, en la comarca de Osona. Su especialidad es la pastelería artesanal clásica pero también más moderna, con un variado surtido de bollería, pastas de té, confituras, pasteles... Además del cruasán clásico, tienen de chocolate negro, blanco y con leche; de crema, de nata o de praliné de avellanas. Para las festividades, hacen recetas como el cruasán de coca de Sant Joan o el de panellets, que tendrán próximamente para Todos los Santos.

Para él, “el truco del cruasán es buscar la excelencia en todo, desde los ingredientes hasta el procedimiento y las máquinas”. “No puedes dejar ningún fleco”, asegura este apasionado de la pastelería que después de estudiar Empresariales y Administración y Dirección de Empresas decidió que su profesión estaba en la pastelería familiar, por dónde merodeaba desde que era un chiquillo. “Con cinco años cogía un cajón para llegar al mostrador”, recuerda.

Cansado, pero contentísimo, Gil Prat cuenta que desde las 2.30 horas de esta madrugada corretea para hacer el mejor cruasán. Su intención era empezar hacia las 3:00 horas, pero los nervios le desvelaron antes. Así que se puso manos a la obra. Con la masa que había empezado el lunes por la mañana y llevaba horas de reposo, empezó a trabajar. Primero laminarla, luego enrollarla, dejarla una hora y media de fermentación y cocerla 30 minutos. Es decir, unas cuatro horas para hacer el cruasán, que ha llegado a las 9.33 horas a Barcelona, dentro del tiempo establecido para el concurso.

“Cada día intento hacer el mejor cruasán de España”, afirma. Sabe que después de este premio se va a disparar la demanda, pero se lo toma con calma. Siendo un horno pequeño, y primando siempre la calidad frente a la cantidad, pide consideración. “Tenemos muchos años por delante para hacer cruasanes”, apunta.

Además de ser muy exigente con la materia y el proceso, Gil Prat también ha hallado una fórmula de harina, sal y azúcar, que es la que utiliza siempre de base y que incluso distribuye gracias a un acuerdo comercial con harinas Ylla 1878. En los últimos años, el concurso de mejor cruasán lo han ganado Canal (2022); Panem (2021); Brunells (2020); Canal (2019) o Sant Croi by Albert Roca (2018).