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Con mente sana se trabaja mejor

Las compañías apuestan por contratar talleres que enseñen a los trabajadores a gestionar la ansiedad

EXTRA ESCUELAS NEGOCIOS 16/04/23
iStockphoto / GETTY IMAGES

Hay vida más allá de la productividad y las empresas se adentran en sus nuevas formas. Han deducido que, con formación y tiempo dedicado al cuidado de la mente, un trabajador está más preparado para enfrentarse a jornadas laborales estresantes o conflictos internos. Le ocurre a Pilar Cantero, técnica de relaciones corporativas y de presidencia de Mahou San Miguel, quien aplica lo que ha aprendido en los talleres prácticos sobre salud mental que se imparten en su empresa. “Para gestionar las preocupaciones, lo primero que hago es clasificarlas e identificar si son reales o rollos mentales, si son modificables o no. Decido un tiempo concreto para dedicarme a ellas de cara a evitar que lleguen por la noche y no pueda descansar”, confiesa.

Cantero suele asistir a las sesiones y a los programas que ofrece su compañía, como uno llamado Club del Ikigai. “Trabajamos el desarrollo personal y la búsqueda de nuestro propósito vital de la mano de Francesc Miralles, una persona de referencia mundial en este ámbito”, apunta Cantero, quien también ha aprendido técnicas de respiración.

Desde Mahou San Miguel son conscientes de que los tiempos han cambiado. Jesús Domingo, director general de personas y organización, explica que ya “no basta con una buena remuneración salarial”. Hay otros aspectos importantes: el reconocimiento, la conciliación, el bienestar, la flexibilidad o formar parte de un proyecto apasionante. Si se descuida, el mecanismo se quiebra, y es muy frágil.

“Un 82,2% de los españoles ha sufrido estrés laboral en alguna ocasión, y un 43,8%, muchas o bastantes veces”, prosigue el portavoz con datos de La felicidad de los españoles en el trabajo, un estudio que realizaron el año pasado en colaboración con Sigma Dos. Pusieron en marcha un programa psicológico online, encuentros inspiracionales o proyectos pioneros para impulsar el bienestar y medir la salud física y emocional, a la par que ofrecían horario flexible y ayudas para la comida o para el material escolar, entre otras.

Base científica

En este tipo de actividades, la orientación tiene que ser práctica para que los alumnos puedan aplicar los conocimientos inmediatamente. Jon Segovia, el profesor de Deusto Business School que dirige los programas Well being para el well done, resalta la importancia de que todo tenga una base científica que luego se traslade a lo personal. Le sirve como ejemplo el psicólogo y premio Nobel de Economía Daniel Kahneman, quien defiende que la manera de sentir puede afectar a cómo alguien emplea, por ejemplo, su dinero. Y esto, según Segovia, se puede aplicar al trabajo.

“Nosotros recomendamos tener un santuario, un lugar donde se reúnan consigo mismos; y les pedimos que definan cuál es. Hablamos de la importancia de tener un confidente para descargar las preocupaciones, preguntamos quién es en su caso”, comenta. Las actividades se imparten desde hace unos dos años, suelen durar cuatro días, son presenciales u online y participan unas 20 personas, en su mayoría ejecutivos y con equipos a cargo. Cuentan con evaluaciones diarias y el resultado no es desdeñable: un 4,8 sobre 5.

Que un trabajador tenga ansiedad suena como algo abstracto, pero se traduce en síntomas físicos. Isabel Aranda, psicóloga del trabajo y profesora en EAE Business School, los enumera: dolores musculares, de cabeza, alteraciones gastrointestinales, cardiovasculares, esqueléticas, insomnio, alteraciones en la ingesta, cambios de humor, etcétera. El problema es inminente. “Tanto la OMS como la Comunidad Europea recomiendan la atención a la salud mental de forma urgente”, reconoce.

Gracias a talleres específicos pueden verse beneficiados los individuos que “adquieren recursos para manejarse mejor, por lo que la satisfacción es muy grande”, como señala la experta. A la par, lo perciben las compañías, “en el número de bajas laborales y su duración”.

Las personas en situación extrema necesitan tiempo lejos de su ocupación para recuperarse, pero el estrés, la depresión o la ansiedad pueden ser compañeros en el día a día. Rocío Bonet, profesora de Recursos Humanos y directora de la Cátedra DKV e IE University sobre la Salud y el Bienestar del Empleado, defiende que este trío del malestar disminuye la capacidad del trabajador de centrarse y la productividad en el puesto laboral.

El contexto de incertidumbre aviva la crisis. “Los datos recogidos recientemente muestran que el estrés y la ansiedad en el trabajo subieron a niveles altos durante la pandemia, quizás esperado. Lo alarmante es que no han bajado a niveles anteriores”, comenta. Le siguen otros factores: la great resignation (o gran renuncia) y un mercado con más escasez de mano de obra que obliga a repensar cómo mantenerse competitivo. “Si atraer y retener talento es vital para fomentar el éxito de la organización, impulsar empresas saludables se ha convertido en una pieza clave para poder competir en el mercado”, concluye.

Su compañera Lisa Bevill, directora del Centro para la Salud, el Bienestar y la Felicidad de IE University, apuesta por un proceso continuo, y de ahí el lanzamiento en 2019 de su área. Por ejemplo, imparten seminarios avanzados para los alumnos que llegan a los campus de Madrid o Segovia, para impulsar cada semestre el rendimiento en cuerpo, mente y propósito. “En el año académico 2022-2023 impactamos en más de 7.200 alumnos con programas educativos de bienestar y con más de 90 actividades y eventos para aprender y experimentar”, enumera Lisa Bevill: “Creamos una cultura que prioriza el aprendizaje, las personas y nuestro impacto en el mundo”.

Salud psicológica

Alberto Alemany Carrasco es el director general de Mentevita, un centro especializado en ayudar a las empresas a potenciar la salud psicológica, y percibe cómo sus servicios son cada vez más demandados. “Es difícil conseguir que alguien no se estrese si cada día tiene que acudir a un puesto de trabajo que le demanda cantidades enormes de tarea, para las que a lo mejor no está capacitado; tiene que lidiar con un líder que no conecta con sus necesidades emocionales o las relaciones entre los compañeros de equipo son desde la competitividad en vez desde la cooperación”, admite. 
Su propuesta pasa por tres bloques: prevención de riesgos, formación y desarrollo, y beneficios. En definitiva, el estado psicológico de los profesionales se refleja en su rendimiento anual. Por eso, Alemany recomienda que “las empresas se pongan manos a la obra para transformar los entornos laborales en contextos protectores para la salud mental de sus trabajadores”.

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