Becas universitarias contra la adversidad
Cada año se presentan diferentes planes de ayudas para que la capacidad económica no lastre la formación de estudiantes vulnerables
Con la EvAU (Evaluación para el Acceso a la Universidad) superada, toca echar cuentas. La primera matrícula de grado, según los precios del curso que termina, cuesta entre 516 y 1.662 euros, a lo que se suman otros gastos como los de movilidad y alojamiento si hay que cambiar de residencia, sin olvidar que hay alumnos cuya aportación a la economía familiar es imprescindible. Se han dado pasos para revertir los efectos de las reformas impulsadas por el popular José Ignacio Wert, que dispararon el precio de las tasas y endurecieron el acceso a ayudas, pero ir a la universidad sigue suponiendo un esfuerzo para estudiantes con pocos recursos. Para contribuir a que la formación no se vea lastrada por la situación económica, cada año se activan diferentes programas de becas.
Las del Ministerio de Educación y Formación Profesional llegaron este curso a casi 363.000 alumnos universitarios y se espera que aumenten entre un 5% y un 10%. Fuentes del organismo apuntan a que lo más probable es que la convocatoria, que permanecerá activa hasta el 14 de octubre, se abra entre finales de junio y principios de julio. Cada año se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y el ministerio tiene habilitada una web que recoge toda la información de manera más simple e incluye un apartado de dudas y vídeos explicativos, entre otros recursos. En ella también se puede encontrar un enlace a la sede electrónica, en la que se lleva a cabo el proceso.
Pueden optar a ellas españoles o residentes permanentes que no posean ya un título igual o superior, tengan una nota mínima de cinco en la prueba o en la enseñanza desde la que acceden y se matriculen de 60 créditos. También es posible, con ciertas limitaciones, para los que cursen al menos 30. En cuanto a los requisitos económicos, se tiene en cuenta la renta y elementos relacionados con el patrimonio. Para los ingresos se establecen tres umbrales. Los alumnos que se encuentren en el más bajo, aparte de la gratuidad de la matrícula, podrán percibir hasta 3.425 euros más la cantidad variable, que resulta de repartir lo que sobra una vez concedidas las fijas en función de los ingresos y la nota media.
Cuando ya se tienen claros plazos y requisitos, pueden surgir otras dudas: ¿Tengo que volver a solicitarla el año siguiente? ¿Y si voy mal en la carrera? ¿Cuántos años puedo ser becario? ¿Son compatibles con otras ayudas? Comenzando por esta última, estas becas son conciliables con las de Colaboración, Erasmus y Tempus. Otros casos deben ser examinados por el ministerio.
La renovación no es automática y para los siguientes años será necesario haber aprobado un porcentaje mínimo de los créditos. Por otro lado, si no se supera, dependiendo de la rama, el 40% o 50% del curso, habrá que devolverla. Además, la dotación no cubre los créditos de asignaturas a repetir. El tiempo máximo para ser becario, salvo ciertas excepciones, es de dos años más a los estipulados en el plan de estudios para ingenieros y arquitectos y de un año para el resto.
Ofertas estatales y regionales
Estas becas abarcan todo el Estado excepto el País Vasco, que cuenta con su propia convocatoria y en la que varían algunas cuantías, como las ligadas al cambio de residencia, que pueden alcanzar los 3.600 euros frente a los 1.600 de las generales. Se podrán solicitar todo el mes de julio, aunque los alumnos que aún no se hayan matriculado por entonces disponen de cinco días hábiles para pedirla tras haberlo hecho. Las comunidades autónomas normalmente tienen programas que se suman a la oferta del ministerio, si bien suelen ser incompatibles si tienen la misma finalidad. También es aconsejable consultar si la universidad en la que se estudiará ofrece otros recursos.
Aparte de las públicas, hay entidades privadas que también cuentan con este tipo de ayudas. La Fundación La Caixa convocó este año la primera edición, cerrada a principios de junio, de unas nuevas becas destinadas a estudiantes excelentes con pocos recursos que se extienden todo el grado. Los 50 seleccionados reciben 600 euros mensuales, durante un máximo de 10 meses al año, 600 euros iniciales y tendrán cada matrícula cubierta si no perciben una asignación pública para ello. El programa incluye partidas extra para una estancia internacional y para estudiar idiomas, así como acompañamiento y formación en otras habilidades. Para solicitarla hay que haber sido beneficiario de la cuantía pública fija por renta, presentar el expediente y aportar referencias.
Entre sus diversos programas para estudios universitarios, el Banco Santander ofrece la beca Progreso que otorga 1.000 euros a 750 estudiantes vulnerables que hayan sido receptores de una ayuda del ministerio o de la comunidad el año anterior y hayan tenido buenas notas. Las Equality van dirigidas a mujeres que vayan a cursar el segundo año, con buen expediente académico y becadas por el ministerio el año anterior. Tienen un valor de 5.000 euros y se pueden solicitar hasta septiembre. La entidad concede otras ayudas en colaboración con diferentes universidades españolas y apoyo económico para la digitalización y la movilidad.
Apoyo para másteres
Algunas titulaciones requieren de un máster habilitante para poder ejercer y otras personas deciden completar así su formación, aunque no sea obligatorio. El ministerio sigue los mismos criterios de renta para subsidiar este tipo de estudios y requiere la matriculación de 60 créditos —también se puede optar con 30— y tener una media de cinco para los habilitantes y de siete para el resto, contando con coeficientes correctores para algunas carreras. Para el segundo año es necesario haber aprobado el 100% de los créditos, con un siete de media para los no habilitantes.
Si se quiere cursar fuera de España, hay diferentes opciones, como las Erasmus, disponibles también para máster. Las Fullbright, una de las más conocidas, cubren matrícula y viaje y otorgan un salario mensual para estudiar en EE UU. Otras organizaciones, al igual que las mencionadas anteriormente Santander y La Caixa, como la Fundación Ramón Areces o la Fundación Barrié, también cuentan con este tipo de ayudas.
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