Pharrell Williams se corona en París con su primera colección para Louis Vuitton

El Pont Neuf, el puente histórico que une las dos orillas del Sena en el corazón de París, ha sido el escenario este martes del desfile —con actuación de Jay-Z incluida— con el que Pharrell Williams se ha estrenado como director artístico de la línea masculina de Louis Vuitton. Sobre el pavimento del puente, totalmente cubierto por una moqueta dorada, han desfilado varias decenas de modelos, en una muestra de músculo creativo de esta nueva faceta del cantante. Era inevitable, al mismo tiempo, atender a la densísima población de celebridades del evento, una nutrida representación de los círculos sociales y creativos del músico y creativo estadounidense. Rihanna, Beyoncé y su marido Jay-Z, Jared Leto, la estrella de la NBA LeBron James, Lewis Hamilton, Naomi Campbell, Zendaya o la estrella multimedia Kim Kardashian se han desplazado hasta la capital francesa para arropar a Pharrell en una foto fija del star system estadounidense y también de las estrellas ligadas al activismo social y la reivindicación del legado cultural de las comunidades negras de Estados Unidos.

A pesar de celebrarse en el Pont Neuf, a pocos metros del cuartel general de la firma, el acceso al desfile ha seguido un ritual laborioso, más propio de una experiencia iniciática que de una pasarela al uso. Para llegar hasta el emplazamiento final había que navegar por el Sena desde el embarcadero cercano al Museo de Orsay; no en vano, la hora de la presentación de la colección para la primavera-verano 2024, las 21.30, parece haber sido elegida para aprovechar la luz dorada que invade la zona en ese preciso momento. Lo que ha evocado Williams es un París hiperbólico y deliberadamente de postal. De hecho, la invitación al evento consistía en un taco de tarjetas postales diseñadas para la ocasión. También el Pont Neuf evocaba el París barroco donde nació el lujo: fue precisamente Luis XIV, el Rey Sol, quien decidió proteger y promover los oficios artesanos ligados a la vestimenta y la decoración a través de su ministro de Finanzas, Jean-Baptiste Colbert, cuyo apellido hoy da nombre al comité que vela por la protección del lujo en Francia.

Pharrell Williams, coronado Rey Sol de la moda en un evento sin precedentes —el debut para la marca de Virgil Abloh, en 2018 en el Palais Royal, fue imponente pero de menos envergadura—, tiene en sus manos la tarea de dar continuidad al idilio entre esta firma que surgió como casa de artículos de viaje en 1854 y que, especialmente desde su adquisición por Bernard Arnault, fundador del gigante LVMH, ha sabido capitalizar como ninguna otra empresa el deseo por los símbolos del lujo. Especialmente porque, como ha declarado el artista, considera que su labor en Louis Vuitton debe rendir homenaje al legado de Virgil Abloh, el diseñador que le precedió en el cargo y cuya repentina muerte, en noviembre de 2021, interrumpió dramáticamente una de las aventuras creativas y conceptuales más emocionantes de la moda contemporánea.

De hecho, en los diseños presentados en París, Pharrell Williams reconoce implícitamente la influencia de Abloh y se sitúa en su estela: ahí están para demostrarlo los inteligentísimos juegos retóricos con los estampados de la casa. El estampado Damier, por ejemplo, de estilo ajedrezado, invade prendas de vestir y complementos. En ocasiones se declina en colores llamativos, como rojo o amarillo, pero en otros se transforma en paisajes pixelizados que resumen a la perfección lo que es Louis Vuitton en 2023: una firma de origen decimonónico sin problemas para dominar la moda en la era digital. Si los logos y los monogramas nacieron como símbolo de estatus, para Williams —y también para Abloh— pueden convertirse en signo de identidad. De ahí que el desfile, cuya banda sonora ha sido interpretada en directo por una orquesta y el conocido coro góspel Voices of Fire, haya estado marcado por una emotividad perceptible.

Con este desfile se culmina un proceso que comenzó el pasado mes de febrero, cuando Pharrell Williams fue nombrado director creativo de Vuitton, en lo que el sector interpretó como un gesto de continuidad respecto a la labor de Virgil Abloh. La alianza entre música, moda y celebridad ya había sido una constante en dicha etapa creativa, cuando el diseñador contribuyó a introducir temas sociales y nuevas sensibilidades en la casa de lujo francesa.

La era de Pharrell al frente de Vuitton se ha ido deslindando con pequeñas cápsulas. El pasado lunes, un día antes del desfile, el portal especializado en moda WWD publicaba una entrevista con el músico y creativo estadounidense, donde posaba con prendas inéditas —una chaqueta perfecto de cuero, entre ellas— presumiblemente pertenecientes a su primera colección. En sus declaraciones, confesaba llevar semanas vistiendo con las nuevas prendas, probándolas para mejorarlas, en un gesto que revela el perfeccionismo de un creador al que buena parte de la industria tiene bajo lupa. Días antes, el propio artista había publicado en su cuenta de Instagram, en la que acumula 14,6 millones de seguidores, una imagen de la primera campaña bajo su mandato, que muestra a la cantante Rihanna acarreando varios bolsos con el emblemático monograma de la marca en blanco sobre fondos de distintos colores.

Minutos después del fin del desfile, con un emocionado Pharrell Williams saludando en compañía de su equipo de la marca y de los músicos que han participado en la presentación, ha comenzado un inesperado fin de fiesta: una actuación en directo de Jay-Z, un símbolo perfecto de las fuerzas tectónicas que mueven la industria del estilo.