Victorio y Lucchino: “Nos han traicionado con puñaladas traperas”
El dúo creativo más exitoso de la historia de la moda de España sueña con diseñar algún día el vestuario de una ópera
Es posible que usted no sepa que Whitney Houston o, mejor dicho, Rachel Marron, el personaje que la cantante encarnaba en El guardaespaldas, acudió a recoger un Oscar vestida de Victorio & Lucchino. Es plausible que no recuerde que para el dúo creativo más exitoso de la historia de la moda española desfilaron Naomi Campbell o Claudia Schiffer y que Roman Polanski llegó a dirigirles un anuncio que protagonizó Elle MacPherson. Es probable que no estuviera al tanto de que en 2012 la firma de José Víctor Rodríguez Caro (Palma del Río, 60 años) y José Luis Medina del Corral (Sevilla, 56 años) pasó por una profunda crisis que se llevó por delante la empresa pero les unió más que nunca. “A nosotros no se nos aplica eso de cuando el dinero se va por la puerta el amor se escapa por la ventana. Somos como el Ave Fénix”. Este año, tras inaugurar en Palma de Río todo un museo consagrado a su obra, planean llevar su nueva colección de gira por el mundo y sueñan con diseñar algún día el vestuario de una ópera, su gran pasión oculta.
Pregunta. Fueron pioneros en muchas cosas, entre otras hacer desfiles en España donde las modelos enseñaban los pezones. ¿Notan que el mundo se ha vuelto más puritano?
Lucchino. No. La moda siempre da una radiografía perfecta de la sociedad y del momento en que vivimos y yo ahora la encuentro perdida en una amalgama tremenda. Es divertido que un chico se vista de chica y que una chica se vista de chico, pero tiene que ser coherente.
P. ¿El receso que supuso entrar en concurso de acreedores les permitió hacer tabula rasa creativa?
Victorio. Pasamos un momento muy malo, pero también es verdad que media España estuvo en concurso de acreedores y la prensa la tomó con nosotros. Jamás hemos dejado de hacer colecciones, pero durante una época las hemos presentado en Perú, donde tuvimos un éxito arrollador; en Colombia, donde nos dieron la llave de oro de la ciudad de Cali, en México… y a lo mejor aquí eso se ha visto menos porque los medios, dale que te pego, dale que te pego, parecía que éramos los únicos con problemas.
P. Cuando miran atrás y piensan que un juez les inhabilitó temporalmente para tener negocios, ¿qué es lo que no volverían a hacer?
V. Pues no confiar tanto en los administradores. A nosotros nos han traicionado con puñaladas traperas por estar enamorados de nuestro oficio y creer en nosotros. Y no descuidamos las cuentas porque no fuéramos trabajadores: nosotros no hemos tenido vacaciones en la vida. No sabemos lo que es un viaje de placer: conocemos Roma, Londres, Milán, París, pero siempre hemos ido a trabajar. Fíjate que el Louvre aún no lo hemos terminado de ver. Los mejores años de nuestra vida se nos han ido entregándonos a poner bellas a las mujeres.
P. Una de ellas es la Virgen de Lopaz, a la que visten todos los años. ¿Es compatible la devoción cristiana y ser una pareja que vive su homosexualidad con naturalidad?
L. Por nuestra educación familiar, por el colegio, por sentimiento, por lo que sea, disfrutamos mucho de nuestra devoción; desde esa creencia, nosotros hemos nacido con esta manera de ser y siempre hemos pensado que tenemos que ser auténticos, sin molestar a nadie ni hacer daño a nadie. Así que no está reñida una cosa con la otra: se pueden ser las dos cosas perfectamente. Conocemos muchísimos homosexuales que son muy creyentes y practican muchísimo la fe. Otra cosa es que la Iglesia nos dé más o menos espacio. Eso sí, el actual Papa ha dado un paso bastante importante.
P. ¿Qué opinan de las reivindicaciones LGTBI?
L. Nosotros no somos mucho de todo eso, pero también lo comprendemos. Es un tema que arrastra a muchas generaciones que llevan sufriendo siglos, aún hay países donde te pueden matar por ser homosexual, así que es lógico que siga habiendo reivindicaciones, aunque no sea nuestro estilo.
P. Entonces les gustó lo que hizo María del Monte...
V. Nos gustó, pero más nos gustó lo que hizo su pareja, que renunció a su matrimonio y a sus hijos. Ella sí que apostó, más aún que María del Monte. Chapó.
P. María estuvo invitada al desfile de Dior. ¿Les pareció apropiación cultural el desembarco de una marca francesa en Sevilla?
L. Ha sido maravilloso para la ciudad y para nuestro país, para todo. El dinero que han dejado, la publicidad que han generado, eso nos ha parecido muy bien.
P. Pero han dicho ustedes que cuando Galliano estaba en Dior se inspiraba un poco de más en las colecciones de Victorio & Lucchino…
V. Sí. Un día paseando por rue Saint Honorè nos llevamos un disgusto tremendo viendo un escaparate de Dior porque era totalmente Victorio & Lucchino. Pasó un matrimonio catalán y nos dijo: “Estaréis orgullosos, mirad cómo os copian”, y tuvimos que irnos al hotel de la depresión. Pero bueno, en esto al pobre Galliano no le vamos a meter, porque es amigo, le amamos, para nosotros es un genio y él se encargaba de las colecciones y los desfiles, no de lo que ponían en sus escaparates.
P. Mario Testino hizo sus campañas y Roman Polanski, uno de sus anuncios. Ambos tuvieron graves problemas con el Me Too. ¿Les pareció injusto?
V. Es injusto porque mucha gente por llegar está dispuesta a lo que sea. Nos parece mal dejarte querer y veinte años después aprovechar el momento para hundir al mito. Y nos parece mal que a Testino le hayan cerrado las puertas de las revistas por haber tenido un problema personal. Estamos totalmente de acuerdo en que no se debe abusar de nadie, ni de un hombre ni de una mujer, respeto absoluto por eso. Pero tampoco hacer leña del árbol caído.
P. ¿Y en algún sentido les alivia haberse librado de aquella época?
V. Es que no nos hemos librado. Tenemos pendiente un tema muy gordo, de un dinero y una faena muy grande que nos han hecho, pero como creemos en Dios y en la justicia del hombre, esperamos que se aclare algún día.
P. Penélope Cruz fue Carmen para uno de sus perfumes. ¿Les gustaría que protagonizase ella esa ópera con la que sueñan?
V. Ella es una maravillosa persona, la queremos mucho, pero nos gustaría descubrir una chica distinta que encarne la nueva era. Estamos en un nuevo siglo y tienen que nacer artistas y personajes que vuelvan a ser iconos y referentes. El público está buscando ese tipo de persona, pero no lo encuentra. Ahora hay mucho de todo, pero poco genio.
P. ¿Y qué hay de Rosalía? ¿Les gustaría que les pidiera el vestuario de su próxima gira?
V. Bueno, ojalá. Lo que es raro que no se haya dirigido a nosotros, pero desde luego le haríamos una bata de cola que haría temblar. Ya lo hemos pensado.
P. ¿Pero tienen bocetos?
L. No. Perder el tiempo, no. Pero la imaginación la ponemos en marcha siempre.
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