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Eliurpi, el dúo que ha reinventado la sombrerería y avanza a pasos agigantados en el mundo del arte contemporáneo

Eli Urpí y Nacho Umpiérrez mantienen su afán por explorar los límites de la deconstrucción del sombrero, pero han diversificado el destino de su creatividad. Tras su paso por Seúl, Madrid, Milán y Miami, desembarcan en Barcelona con su primera exposición de escultura textil

Eliurpi arte contemporáneo
Nacho Umpiérrez Fripp y Elisabet Urpí Ràfols, dúo artístico Eliurpi, en su estudio del barrio gótico de Barcelona.massimiliano minocri

Presencia en la prestigiosa Cheongju Craft Biennale de Seúl con el programa Soul+Matter de diseño español, una exposición individual en el festival Art U Ready de Madrid coincidiendo con la Feria Arco y otra en el Palazzo Litta de Milán en el marco del Fuori Salone que cautivó a la prensa italiana. A todo ello, súmale el premio SACO de Artesanía Contemporánea de la Madrid Craft Week que se les entregó el pasado mes de noviembre, una semana después de inaugurar una nueva exposición individual en la galería Escat de Barcelona y dos semanas antes de participar en la Design Miami gracias a la invitación de la galería de diseño Il·lacions. Todo esto ha sucedido en los últimos 13 meses. Cualquiera que haya seguido la trayectoria de Eliurpi durante los últimos años se preguntará: ¿Qué está pasando aquí? ¿No hacían sombreros de diseño que se vendían en Browns y salían en editoriales de revistas de moda? La respuesta es afirmativa: la catalana Eli Urpí (El Papiolet, 39 años) y el uruguayo Nacho Umpiérrez (Colonia del Sacramento, 41 años) siguen haciendo estos sombreros espectaculares, pero no quieren renunciar a seguir explorando una vía creativa que en poco más de un año les ha situado como un valor emergente en el mercado del arte contemporáneo.

“Todo evoluciona y nuestra creatividad también quería evolucionar, no queríamos que el sombrero quedara como un objeto funcional. Lo empezamos desarrollando como una pieza escultórica y esto nos ha dado mucha libertad artística”, asegura Urpí, sentada en la magnífica mesa que preside su showroom-vivienda del barrio Gòtic de Barcelona. A su lado, Umpiérrez, fotógrafo de formación, asiente con la cabeza. Hace 15 años empezaron vendiendo tocados de seda, pero un giro inesperado puso en sus manos las hormas de madera de la sombrerera gallega María Mazás. Desde entonces, se han dedicado a reinterpretar la sombrerería clásica, desde canotiers hasta pamelas, con una mirada contemporánea y en complicidad con talleres de artesanos españoles. Un trabajo tan exquisito, reconocible y experimental que les ha permitido establecer sus propias reglas del juego. Ellos deciden dónde venden —ahora mismo en los almacenes Harrods de Londres y El Corte Inglés de Serrano en Madrid, además de su espacio de la capital catalana, donde reciben con cita previa a clientes de todo el mundo— y también cuándo lanzan una colección. Este “poder elegir” es un privilegio del que son muy conscientes. “Pero también hemos tenido un punto de valentía”, reconoce Umpiérrez. No es fácil mantenerse firme en un sector voraz de novedades y atado a un calendario muy estricto.

Dos ejemplos de sombreros de Eliurpi en imágenes cedidas por el dúo creativo.
Dos ejemplos de sombreros de Eliurpi en imágenes cedidas por el dúo creativo.

Con los mismos principios han aterrizado en el arte contemporáneo. “No estamos con ninguna galería porque queremos libertad de principio a fin”, afirma Urpí. Todo empezó hace unos tres años en su afán de explorar los límites de la sombrerería. A aquellas primeras piezas tan artísticas, como las pamelas con las alas de madera pintadas a mano, le siguieron unos lienzos de geometría abstracta que deconstruían la forma del sombrero y que presentaron por primera vez en una exposición en el marco del festival Art U Ready de Madrid en la primavera de 2022. Tiempo después, lanzaron un pequeño taburete de paja española y madera lacada. Con esta pieza tan original debutaron en el mobiliario de diseño y tras él llegaron la mesa de centro, los objetos escultóricos, las lámparas construidas superponiendo alas de pamela de rejilla… Y, de manera natural, surgieron más exposiciones aquí y allá. Adentrarse en la escultura textil solo era cuestión de tiempo, y más teniendo en cuenta que sus cápsulas de ropa —que solo venden en su espacio de Barcelona— son un juego de volúmenes a golpe de seda y organza. “Todo llegó de manera natural porque son los materiales que hemos usado siempre, incluso en sombrerería. Nuestro gran referente en arte textil ha sido Aurèlia Muñoz. Nos la descubrió un amigo galerista y a partir de allí nos empapamos de su obra”, asegura Urpí.

Elisabet Urpí y Nacho Umpiérrez en su estudio del barrio gótico de Barcelona rodeados de sus obras.
Elisabet Urpí y Nacho Umpiérrez en su estudio del barrio gótico de Barcelona rodeados de sus obras.massimiliano minocri

Aunque ya habían expuesto alguna escultura textil en Madrid y en Milán, la propuesta de la galería barcelonesa Escat, que puede visitarse hasta el 18 de enero, les ha permitido adentrarse aún más en esta práctica artística que está calando fuerte en la escena del arte contemporáneo internacional. “Mediterrània es una instalación inspirada en el movimiento, la forma y el color de las algas padinas que descubrimos este verano mientras buceábamos en una cala de la Costa Brava. Solo hemos utilizado seda y rafia en color natural o bien pintada a mano, no hay nada teñido”, explica Urpí. Las 10 esculturas juegan con los volúmenes y a pesar de su singularidad —son piezas únicas hechas a cuatro manos en su propio estudio— acaban formando parte de un todo. “Además, las algas padinas necesitan luz para sobrevivir, por eso queremos seguir explorando el tema lumínico en nuestras esculturas”, avanza Umpiérrez sobre futuros proyectos.

Exposición 'Mediterrània' de Eliurpi.
Exposición 'Mediterrània' de Eliurpi.Nacho Umpiérrez

Cuando aún disfrutan de la gran acogida de su debut barcelonés, las buenas noticias no dejan de llegar. “Nos acaban de confirmar que en primavera volveremos a Milán [del 8 al 13 de abril]. ¡Estamos muy emocionados!”, exclama Urpí. Antes de la cita italiana, en la que presentarán más obra textil, también regresarán a principios de 2025 a Madrid con tres exposiciones en el marco del Madrid Design Festival y el off Arco. Y no solo eso: también saben que los dos sombreros escultóricos que viajaron a Seúl se exhibirán en Matter Matters, una de las grandes exposiciones del Disseny Hub de Barcelona para 2025 —abre sus puertas el próximo mes de febrero—, en el que piezas del fondo del museo dialogarán con obra contemporánea actual. Los suyos lo harán con dos sombreros de Balenciaga, ni más ni menos. “Quizás llegará el día en el que vendamos más obra artística que sombreros, pero nunca dejaremos de hacerlos”, sentencian Urpí y Umpiérrez, que fluyen entre el arte, el diseño y la artesanía con mucha sensibilidad y sin ninguna atadura.

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