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Osakidetza abre una crisis sin precedentes con dos ceses y tres dimisiones en la dirección del Hospital Donostia

La Consejería de Salud vasca elude detallar las razones de las destituciones en medio de una protesta generalizada del colectivo médico

Hospital Donostia
Vista exterior de la entrada del Hospital Donostia, en San Sebastián.Javier Hernandez
Mikel Ormazabal

La decisión de Osakidetza, el servicio vasco de salud, de introducir “cambios organizativos” que afectan a la máxima dirección del Hospital Donostia ha abierto una crisis de gran calado. Los ceses de la directora gerente de este centro sanitario, Itziar Pérez, y de la directora médica, Idoia Gurrutxaga, han desencadenado una reacción muy crítica del colectivo médico. En respuesta a estas destituciones, ya han dimitido otros tres altos cargos de la misma organización y una treintena de jefes de servicio denuncia la “política suicida” del Departamento de Salud. La consejera del ramo, Gotzone Sagarduy, ha comparecido este lunes, cuatro días después de comunicar los dos ceses, para explicar que este “relevo” responde a “diferencias de opinión” sobre el servicio asistencial que se quiere ofrecer en una comarca sanitaria de unas 400.000 personas.

Osakidetza comunicó el pasado jueves a la directora gerente del Hospital Donostia que la destituía de su cargo. También apartó de su puesto a la responsable médica del mismo centro. En cuanto se conoció este hecho, en solo 72 horas han presentado su dimisión tres subdirectores médicos: el del área quirúrgica, Adolfo Beguiristain; la de medicina, Maite Martínez, y la de enfermería, Loreto Marquet. Una amplia representación de los jefes de servicio y supervisores del citado hospital se concentraron el pasado viernes en la entrada del edificio, disconformes con “la deriva” que está tomando la gestión de los servicios asistenciales por parte de la dirección de Osakidetza. No se descartan nuevas renuncias de responsables médicos del principal hospital de Gipuzkoa.

La consejera Sagarduy ha eludido detallar las razones que han llevado a prescindir de la cúpula médica del Hospital Donostia. Se ha limitado a afirmar que ha sido “una concatenación de hechos”, sin dar más explicaciones. Sí ha admitido que entre la dirección de Osakidetza y las directoras cesadas existían “diferencias” sobre el proyecto asistencial: “No hay uno o dos motivos, sino que no se comparte el modelo de red asistencial [de Osakidetza]”, ha afirmado.

Los partidos de la oposición (EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PP) han exigido a la titular del Departamento de Salud que comparezca en el Parlamento para explicar lo sucedido. En el caso de los populares vascos, han llegado a pedir a la consejera que presente su dimisión. Osakidetza ya ha hecho efectivo el relevo con el nombramiento de Agustín Agirre como director gerente en funciones del Hospital Donostia y Ana Bustinduy como directora médica. De las cinco direcciones que cuenta este centro sanitario, cuatro habían quedado vacantes tras el cese de Gurrutxaga y las dimisiones que en noviembre presentaron la directora de personal, Esther Litago, y el de atención integrada, Carlos Barruso. Sagarduy ha informado de que además del sustituto de la directora médica, también se van a cubrir la dirección económico-financiera y la de recursos humanos, cuya incorporación se producirá “durante las próximas semanas”.

Ola de protestas

La organización sanitaria de la comarca donostiarra, la principal referencia asistencial de Gipuzkoa (tiene una plantilla de 4.870 trabajadores, suma 460.000 consultas hospitalarias al año y 4,5 millones de consultas en atención primaria, según datos de la propia Osakidetza), vive uno de los momentos más convulsos de los últimos tiempos. La destitución de dos de sus principales cargos médicos, la gerente y la directora médica, ha desatado una ola de protestas entre los profesionales médicos. En una carta dirigida a El Diario Vasco, conocida este lunes, 28 jefes de servicio exigen a la dirección de Osakidetza que abandone su “política suicida”. Consideran los ceses de Pérez y Gurrutxaga un “signo de torpeza inaudita”, además de “una muestra de sectarismo e incompetencia que desmotiva a toda la organización que se ha dejado la piel para sostener el sistema”.

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“Son una manifestación palmaria de un estilo directivo vertical. Es la progresiva limitación de la capacidad de gestión de los directivos de cada una de las organizaciones integradas que, una vez nombrados, van viendo recortadas sus capacidades de gestión en favor de una organización central cuyos integrantes son designados atendiendo a criterios políticos, y no de mérito y capacidad”, denuncian los facultativos en su escrito. Sagarduy no ha querido pronunciarse sobre esta carta y ha optado por expresar su voluntad de mantener una “escucha receptiva y un diálogo constructivo” con los responsables del área hospitalaria de Donostialdea. La consejera ha tratado de restar importancia a los “cambios organizativos”, dado que estos son “habituales” en el sistema público de salud del País Vasco. Ha insistido en que se ha producido una “concatenación de hechos que aconsejan un cambio de personas”.

La titular del ramo ha negado que entre las razones que han motivado las destituciones se encuentre la centralización de los principales servicios médicos en el Hospital de Cruces (Barakaldo, Bizkaia), como han apuntado desde el hospital donostiarra. El doctor Adolfo Beguiristain, uno de los subdirectores médicos dimitidos, ha asegurado que el Departamento de Salud ha decidido el de Donostia deje de ser reconocido como “centro de referencia en el tratamiento del cáncer peritoneal”. Sagarduy ha sido rotunda al afirmar que este posible traslado “nada tiene que ver” con los ceses acordados. Recientemente, Osakidetza se ha visto envuelta en otra polémica tras el intento de cerrar el servicio de cirugía cardíaca de Basurto (Bilbao) para trasladarlo al de Cruces. Finalmente, la denuncia presentada por los médicos del centro bilbaíno fue atendida por un juzgado de Vitoria, que ordenó la paralización cautelar del cierre de cardiología de Basurto.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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