Feijóo le marca el paso a Ayuso con sus críticas al escándalo del hospital de Torrejón mientras ella guarda silencio

Por una vez se han invertido los papeles. Alberto Núñez Feijóo se ha adelantado a Isabel Díaz Ayuso en un tema que le atañe estrictamente a ella. A menudo, es la presidenta de Madrid la que se ocupa de temas nacionales y copa la atención mediática, cuando debería ser el líder del PP la persona de mayor visibilidad a la hora de hacer oposición a Pedro Sánchez. Este miércoles, Génova ha tomado la delantera.

Lo ha hecho a la hora de criticar al CEO de la empresa Ribera Salud, que en un audio desvelado por EL PAÍS ordena a los directivos del hospital público de Torrejón de Ardoz (Madrid) subir las listas de espera a costa de realizar menos intervenciones y rechazar pacientes o procesos no rentables para aumentar el beneficio económico. “Me alegro de que haya sido cesado”, ha subrayado el líder del PP en un acto en Don Benito (Badajoz). “Ese tipo de manifestaciones y de conductas son contrarias a los principios básicos que debe regir a la sanidad de nuestro país”, ha añadido.

En cambio, Ayuso, la encargada de solventar toda esta crisis, no ha dicho nada. Ha asistido este jueves a una sesión de control en la Asamblea de Madrid, pero no le tocaba a ella dirigirse a la oposición. A menudo locuaz con todo lo que ocurre en España, en este caso no se ha pronunciado. “Hoy no tenía actos para hablar”, se justifican desde su entorno, aunque eso, en muchas ocasiones, no representa ningún impedimento: la presidenta hace un aparte para dar declaraciones a los periodistas. “Ya ha hablado el portavoz ayer y la Consejería ha estado dando la información y los pasos que se van a dar”, añade otra fuente cercana a la toma de decisiones en Real Casa de Correos, la sede del Gobierno madrileño.

Cierto es que la administración de Ayuso ha actuado. La Consejería de Sanidad ha convocado de urgencia a la cúpula directiva del hospital y se ha comprometido a adoptar “todas las actuaciones y controles que pudieran corresponder”. También lo ha hecho el Gobierno de Pedro Sánchez. La Alta Inspección del Ministerio de Sanidad ha hecho lo propio y busca saber si se han vulnerado derechos de protección de la salud pública después de escuchar los audios desvelados por este periódico.

La gente de Ayuso defiende que ella no haya salido a decir nada públicamente al no haberse celebrado este jueves ningún acto en el que tuviera que tomar la palabra. Es más, pasan al ataque: “Hubiera dedicado un tiempo extraordinario para hablar de la huelga de médicos contra ministra, de Salazar, de los ladrones del PSOE, de las mujeres socialistas acosadas y humilladas, de los socialistas que están en la cárcel…“.

Sorprende, en cualquier caso, que sea Feijóo el que se haya pronunciado, y además con tanta contundencia, sobre un tema que compete a Ayuso de una forma clara. El líder del PP se ha sumado a la petición “una auditoría de ese hospital con absoluto rigor”, en la que se analice “el rendimiento de cirugía, de pruebas, la lista de espera, y cómo se ha gestionado este hospital”. Feijóo, incluso, sugiere que el CEO podría tener una responsabilidad penal en los hechos revelados. “Si hay alguien que pretende ahorrarse dinero a base de no atender a los pacientes, no solo hay una responsabilidad administrativa, sino que hay que ver si hay una responsabilidad de otro tipo y ser sancionado”.

El revuelo generado por la exclusiva de EL PAÍS ha sido extraordinario. Ha causado mucha indignación que se le escuche decir lo siguiente durante una reunión con una veintena de mandos del grupo y del hospital el 25 de septiembre: “En Torrejón en el año 22 y 23 decidimos como organización hacer un esfuerzo para bajar la lista de espera. Lo único que pido es: desandemos el camino”, dice Gallart, quien reclama “hacer iteraciones”, es decir, ajustes, para “alcanzar un EBITDA [beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones] de cuatro o cinco millones”.