Amador choca con un cámara por accidente al salir del juzgado y Ayuso asegura que “fue agredido”

Alberto González Amador se dio este lunes un golpe en la cabeza al chocar accidentalmente con un cámara de televisión. Los hechos están recogidos en vídeo y fueron vistos por más de una decena de periodistas, entre ellos de EL PAÍS, que lo esperaban esta mañana a las puertas de los juzgados de Plaza de Castilla, donde compareció ante la jueza como investigado por fraude fiscal. No queda duda de que la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el profesional de la información chocaron fortuitamente. El cámara de televisión caminaba hacia atrás para no dejar de enfocar a Amador, se topó con un poste callejero y se paró en seco. Sucedió tan rápido que el empresario no pudo reaccionar y se pegó con la cámara. Luego, continuó andando con la mano en la frente, en busca de un taxi. Poco después, Ayuso calificó los hechos de “agresión” y acusó a la delegación del Gobierno de no haber desplegado policías. Este órgano responde que no había ninguna protesta y que los abogados del empresario tampoco habían pedido seguridad. Los letrados han aprovechado el ruido generado por la presidenta. Han solicitado al decanato de los juzgados que refuerce la protección en futuras citas judiciales, según fuentes de la Comunidad de Madrid.

La presidenta Ayuso lanzó su acusación durante una rueda de prensa, cuando fue preguntada por la cita judicial que tenía hoy su pareja. “Ha sido agredido por un cámara. No se ha golpeado. No, no. Le ha agredido un cámara porque no se ha puesto un dispositivo mínimo de seguridad y de respeto”, ha dicho Ayuso en Mérida, donde ha ido por un viaje institucional. Allí ha responsabilizado al delegado del Gobierno, Francisco Martín: “No ha sido capaz de poner un mínimo dispositivo, sabiendo que este es un juicio político y que iba a tener tantas cámaras. Y que entre un ciudadano a pie y que tenga que salir con la frente como ha salido después de ser golpeado es inasumible, inasumible. ¿Qué pasaría si fuera la mujer o el marido de cualquier ministro?”

La delegación del Gobierno ha enviado un escrito de aclaración a la prensa. “La presidenta denomina agresión a un desafortunado accidente, como se puede observar en las imágenes que se han captado de ese momento, debido al gran número de cámaras que, como en muchos otros lugares de la capital, se han dado cita en ese punto como cobertura informativa”, dice el texto. Además, el departamento agrega que “no había un dispositivo de seguridad adicional porque no había ninguna amenaza ni tampoco ninguna convocatoria de protesta que hiciese que la Delegación del Gobierno tomase esa decisión”. Y culmina añadiendo que “tampoco por parte de los abogados del señor González Amador se había solicitado ningún dispositivo especial”.

Ayuso no se ha referido directamente al despliegue policial para las declaraciones judiciales de Begoña Gómez, la esposa del presidente Pedro Sánchez. Después de una de esas citas, en julio, la mandataria madrileña habló de una “escena propia de una dictadura bolivariana”. En aquellos casos, a diferencia de lo sucedido con su pareja, sí hubo protestas. El lobby ultra Hazte Oír convocó por redes sociales a sus seguidores con el lema: “Que sienta el calor del pueblo”.

Este lunes, Alfonso Pérez Medina, el reportero de La Sexta que acompañaba al cámara, ha recalcado en directo que se trataba de un accidente. “Le hemos preguntado qué tal se encontraba y eso ha sido exactamente lo que ha sucedido. Un accidente, porque de momento no tenemos ojos en la nunca”.

Amador acudió este lunes a Plaza de Castilla porque lo había citado la jueza del número 19 de instrucción, María Inmaculada Iglesias, que lo investiga por fraude fiscal. El empresario fue imputado en marzo del año pasado después de que Hacienda concluyera que había defraudado 350.910 euros.

La pareja de Ayuso solicitó que se aplazara la declaración hasta que la Audiencia Provincial decida si se debe ampliar la investigación a dos delitos más, administración desleal y corrupción en los negocios. Pero la jueza ha denegado su petición. Tras esto, Amador se acogió a su derecho a no declarar. Tampoco hablaron los otros cuatro empresarios imputados por colaborar con Amador en el fraude.

El empresario apenas pasó 40 minutos dentro de los juzgados. Entró por la puerta trasera, donde lo esperaba un grupo de periodistas, y salió por la puerta principal, donde se encontró con otro conjunto de informadores y se produjo el accidente.

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