El Gobierno de Ayuso rescata a Telemadrid con 4,2 millones de euros por la bajada de ingresos en publicidad y el mayor coste de salarios y servicios
“Esto es salvar al soldado JAS”, critica Más Madrid sobre el polémico José Antonio Sánchez, con el que la presidenta sustituyó a una dirección que veía hostil
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, aprobó este miércoles rescatar a Telemadrid (RTVM) con la inyección de 4.233.000 euros en sus cuentas a través de la firma de una adenda al contrato-programa que sustenta las finanzas de la radio y televisión públicas para el periodo 2024-2026. Esa decisión, acompañada por el aumento de seis millones en la inversión que recogen los Presupuestos de 2025, retrata tanto los problemas del ente para cuadrar su balance como el alivio que ha supuesto para el PP liberarse de Vox, que le llegó a arrancar el compromiso de bajar un 10% la dotación de la compañía cuando el ejecutivo regional dependía de los votos de la extrema derecha (2019-2023). Un portavoz de Telemadrid asegura que la previsión es cerrar 2024 “en equilibrio y con un resultado ligeramente positivo” tras la inyección de fondos decidida por el Gobierno, que ha puesto a la cadena pública en el centro del las protestas de la oposición y los sindicatos desde que Ayuso cambió a la anterior dirección y tomó el control de la compañía.
“Esto es salvar al soldado JAS”, opina Pablo Padilla, diputado de Más Madrid, en referencia al director general elegido por Díaz Ayuso y el equipo de su poderoso jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, para sustituir a la dirección anterior, que la presidenta consideró en público como hostil y contraria a sus intereses. “La ley establece que hay un criterio por el que se puede cesar al director general, que es que no le cuadren las cuentas, y es evidente que a él no le cuadran”, sigue Padilla. “Pero es director por enchufismo político”, se queja sobre Sánchez, votante confeso del PP y dirigente de la RTVE de Mariano Rajoy, cuando los viernes negros. “No habría superado ningún proceso de selección, como el que había antes de que el PP convirtiera a Telemadrid en Teleayuso”, añade sobre las sucesivas reformas legales impulsadas por la presidenta para controlar la empresa, que en la etapa de Cristina Cifuentes asumió un modelo que obligaba a los partidos a entenderse en la Asamblea. “Por eso, cuando necesita que le salven las cuentas, ahí está el Gobierno de Ayuso”.
Los desencuentros entre Sánchez y Padilla, como entre Sánchez y el resto de portavoces de la oposición, se evidencian cada vez que se celebra la comisión parlamentaria que se ocupa de fiscalizar a Telemadrid.
“Se puede ser un buen gestor de una gran empresa aún perdiendo dinero. No tiene nada que ver. Depende de las circunstancias”, dice Sánchez en la última, convocada el martes. Su posición es en ese momento precaria: debe explicar porqué hay un desvío del 44% entre lo presupuestado por ingresos publicitarios y lo realmente ingresado a 30 de octubre, según los cálculos que le hace Padilla. Una cifra que se traduce en 2,3 millones de euros. Pero Sánchez tiene respuesta para todo.
“Hay una desviación de los ingresos publicitarios reales, en septiembre los ingresos ascienden a 4 millones, un 5% inferior al mismo periodo del año anterior”, reconoce en la comisión. “Otra cosa es el presupuesto, donde la desviación es mayor”, admite. “Eso está ocurriendo en todas las televisiones autonómicas (...)”, añade. Y argumenta: “Hay una fuerte presión comercial de los dos grandes grupos, Mediaset y A3Media, que tienen una ocupación de la publicidad en emisión al máximo legal, lo que deja al resto con una cuota cada vez menor. Concentran el 75% de la inversión solamente con el 52% de la audiencia”.
Ese descenso en ingresos, explica una fuente gubernamental del máximo rango, es la pieza clave para que el ejecutivo rescate Telemadrid, pues el contrato-programa recoge que las causas no pueden deberse a la compañía. Pero no es la única razón. A ella se añaden, según explica un portavoz gubernamental, la revalorización de los salarios de los funcionarios, decidida por el Gobierno central, y el incremento de costes en servicios, fruto del aumento del IPC. A todo eso, apuntan quienes conocen las tripas de la compañía, se ha unido la apuesta por adquirir derechos deportivos, retransmitir ferias de toros y mantener producción externa.
Así, en el ejercicio 2024, RTVM ha invertido 1,4 millones de euros en adquirir los derechos para retransmitir 16 corridas repartidas entre la Feria de San Isidro (10,8 del share), la Copa Chenel (4,6) y otras organizadas en pueblos de la Comunidad de Madrid. A ello se han añadido 530.000 euros dedicados principalmente a poder emitir los resúmenes de la Liga de fútbol, en la que Madrid tiene cinco equipos: Real Madrid, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano, Leganés y Getafe. Y el grueso de la tarta inversora se ha dedicado a producciones externas, con 14,6 millones a octubre. Como resultado, defienden en la compañía, Telemadrid cerró octubre con un 5,2% de share, su mejor resultado de los últimos 16 meses. La locomotora de esas audiencias, dicen en la compañía, son los programas informativos. Al tiempo, esos espacios han dado más de un dolor de cabeza a la dirección.
Uno, porque el Tribunal Constitucional, tras un recurso del PSOE de Juan Lobato, tendrá que pronunciarse sobre la reforma legal que permite ahora el nombramiento de Sánchez. El segundo, por tener que rectificar en sus informativos por haber citado una información errónea de The Objective sobre Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El tercero, por otra rectificación, en este caso por afirmar erróneamente en un tuit que Más Madrid no había condenado los atentados terroristas de Hamás contra Israel del 7 de octubre de 2023. Y el cuarto, porque la Junta electoral apercibió a Telemadrid por usar expresiones despectivas como “ese Sánchez [en referencia al presidente del Gobierno]”.
Por esos “errores”, en definición del propio Sánchez, los sindicatos de RTVM viven en alerta. Esto escribieron en un comunicado del 28 de octubre.
“Nuestra cadena insiste en fiscalizar al Gobierno central, lo cual está muy bien, aunque seamos un medio autonómico, pero al no fiscalizar la gestión y los enredos y los chanchullos de la presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid con el mismo ahínco, puede dar la sensación de que este desequilibrio es intencionado y responde a una estrategia planificada”, leía el texto, que también, entre otras cosas, afeaba un tuit de la cadena en el que se señalaba a seis periodistas como parte del “ala militar de Hamás”.
“Se reproduce directamente la propaganda israelí (...) es una vergüenza”, se quejaron los sindicatos. Desde entonces, Telemadrid ha borrado ese mensaje.
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