El jefe de Asuntos Internos se pone al frente de la Jefatura Superior de Policía de Madrid

El hasta ahora jefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, el comisario principal Javier Galván, se pone desde esta semana al frente de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la mayor de España, con más de 13.000 agentes a su cargo. Galván sustituye a Manuel Soto que ha ostentado el cargo de jefe superior entre noviembre de 2021 y octubre de 2024. Desde ahora ejercerá como consejero de Interior de la embajada española en Roma.

El nuevo jefe superior ha dirigido Asuntos Internos entre 2021 y 2024. Bajo su supervisión, se ha investigado el caso Villarejo y también se ha detenido a varios policías presuntamente implicados en tráfico de drogas. En septiembre, la unidad detuvo a cinco agentes de la comisaría de Alcalá de Guadaíra (Sevilla, 76.000 habitantes) en una operación antidroga que finalizó con 35 arrestos. En febrero el jefe del Grupo de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Murcia fue detenido e ingresó en prisión por otra trama de narcotráfico. Antes de dirigir Asuntos Internos, Galván fue comisario jefe de la Brigada Central de Inspección e Investigación de la Unidad de Seguridad Privada de la Policía y se encargaba, por ejemplo, de las agresiones a sanitarios.

Galván toma el relevo de Manuel Soto, un comisario vallecano que ha reducido a mínimos algunos delitos, como los homicidios, que casi a punto de acabar el año no llegan a una veintena en la demarcación de la Policía Nacional en Madrid.

El frente principal de Soto cuando desembarcó en la jefatura fue la lucha contra la violencia de las bandas juveniles. El primer crimen resuelto bajo su mandato fue el de Isaac López, un chico de 18 años apuñalado en la calle Comercio de Madrid, por el que fueron condenados cuatro miembros de los Dominican Don’t Play. 2022 fue el año más sangriento de estos grupos, con seis víctimas mortales. Junto a la Delegación del Gobierno, entonces dirigida por Mercedes González, la policía nacional puso en marcha el bautizado como plan antibandas que se mantiene hasta hoy y que dota de recursos y formación a los grupos especializados y a las comisarías para prevenir y perseguir la delincuencia de estas organizaciones criminales. El último homicidio atribuido a una banda fue el de Álex de la Rosa, un joven apuñalado en Tetuán en marzo de 2023.

Además, Soto creó dos nuevos grupos de investigación especializados. Uno es Cronos, dedicado a las pesquisas sobre los robos de relojes de lujo, una modalidad delictiva que ha aumentado en los últimos años en Madrid y en la que los criminales no dudan en usar extrema violencia sobre sus víctimas. Solo existe otro grupo parecido, en la provincia de Málaga, donde los ladrones también encuentran decenas de objetivos por el turismo y el lujo que se concentra allí.

El otro grupo creado en estos tres años es el dedicado a la cibercriminalidad, nacido para centralizar muchas de las investigaciones de estafas tecnológicas que, por su naturaleza, dejan víctimas en todo el territorio. Este tipo de asuntos representa ya uno de cada cinco delitos cometidos en España y fue la tipología que más creció en la Comunidad de Madrid en 2023, ya que pasó de 57.794 en 2022, a 72.314 investigaciones el año sucesivo, lo que representó un aumento del 25%.