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Las nuevas “franquicias” de las bandas juveniles: cuatro muertos, más apuñalados y una actividad imprevisible

Los Trinitarios y Dominican Don’t Play han evolucionado hacia un sistema menos jerarquizado y las atenciones sanitarias por heridas de arma blanca se han multiplicado en un año en Madrid

Detenidos Dominican Don’t Play
Altar con velas en Usera, en homenaje a uno de los jóvenes fallecidos el primer fin de semana de febrero en Madrid por peleas entre pandillas.DAVID EXPOSITO
Patricia Peiró

Youtube es el cementerio visual de todos aquellos que han caído en la guerra de bandas en Madrid. De los que han muerto, pero también de los que han ido a parar a la cárcel apenas cumplidos los 18 o al centro de menores si no llegan a la mayoría de edad. Allí quedan los videoclips de Isaac, el rapero asesinado en un túnel el verano pasado. Pero también los que grabó su asesino confeso, el miembro de los Dominican Don’t Play David Bárcena, en los que también aparece Alejandro Pérez, la última víctima mortal acuchillada hace tres semanas a plena luz por sus enemigos, los Trinitarios. Una ejecución en represalia por el asesinato en febrero en Atocha de Jaime Guerrero, de 15 años, cuya muerte inundó de homenajes otra red social, TikTok. La madeja de los integrantes de las bandas juveniles en Madrid es enrevesada y llena de conexiones. Es la nueva generación de pandilleros que no operan como aquella que hace 20 años comenzó a establecerse en Madrid y que en lo que va de año ha dejado ya el doble de muertos que en todo 2021 y un incremento en los apuñalamientos en la capital.

Los fallecidos por la guerra de bandas hasta ahora son cuatro, pero no existe un recuento oficial de las víctimas que no pierden la vida pero sí están cerca de hacerlo. Según las estadísticas, el Samur ha atendido 111 agresiones por arma blanca entre el 1 de enero y el 12 de mayo. En el mismo periodo de 2021 la cifra ascendía a 69, y el 2019, a 74. El 2020 no cuenta por la pandemia. Es imposible saber con precisión qué parte de incremento se debe a agresiones entre pandilleros, aunque hay indicadores que dan una pista. En sus redes sociales el Samur comunica algunas de las agresiones con arma blanca más graves. De la veintena que ha comunicado este año, en al menos 11 de los casos la principal hipótesis es la agresión entre pandilleros.

Captura de un videoclip grabado por Bárcena, el asesino confeso del rapero Isaac (en primer plano con la bandera), con Alejandro, el joven asesinado en Villaverde de fondo con camiseta azul.
Captura de un videoclip grabado por Bárcena, el asesino confeso del rapero Isaac (en primer plano con la bandera), con Alejandro, el joven asesinado en Villaverde de fondo con camiseta azul.

Eso es lo que pasó en un bar del distrito de Tetuán a finales de abril. Las imágenes de vigilancia del local muestran una jauría humana que se abalanza contra el objetivo. Se ve que intenta escapar por la puerta del bar pero le arrinconan en una esquina. Al menos una decena de atacantes se echa sobre él, que ya había caído al suelo. Se observan varios machetes subir y bajar, subir y bajar. La agresión dura apenas un minuto y todos se dispersan fuera del local. Ahí quedó la víctima de 20 años que, salvó la vida.

Ataques como este resultan casi imposibles de prevenir por muchos agentes que patrullen la calle cada noche. En este caso era una venganza de los Trinitarios contra un miembro de su propia banda. Ese barrio no estaba incluido en el plan antibandas de la Delegación del Gobierno reforzado en febrero después de un fin de semana con seis agresiones y dos muertos. Este plan y el permanente seguimiento de estos grupos violentos ha permitido que casi todos los crímenes que han levantado alarma en Madrid estén resueltos.

“Ya no funcionan con el sistema jerárquico que tenían antes, sí que hay algunos más mayores que tienen más autoridad, pero en general son grupos independientes que tienen cierta relación entre sí”, explica un policía nacional de Madrid experto en bandas. Otro agente hace este símil: “Antes tenían una organización más de multinacional, ahora son como franquicias”. Este cambio de paradigma, sumado a que cada vez los miembros son más jóvenes hace que sus ataques sean cada vez más impredecibles. Esta misma visión expuso hace unas semanas en una comisión de la Asamblea de Madrid, la socióloga experta en bandas Maríah Oliver: “Han perdido la estructura piramidal, ahora son una serie de grupos atomizados que se identifican con unas siglas, pero no con otros grupos en el resto del territorio”.

Dispositivo policial y de Emergencias a las puertas del bar en Tetuán en el que casi amputan el brazo a un trinitario sus propios compañeros.
Dispositivo policial y de Emergencias a las puertas del bar en Tetuán en el que casi amputan el brazo a un trinitario sus propios compañeros.Emergencias 112

Un agente municipal que forma parte del operativo de vigilancia del dispositivo antibandas en Madrid lo ve también en las calles. “Antes era muy fácil reconocerles por la vestimenta y los adornos, ahora ya no llevan nada llamativo. Y tampoco es tan fácil verles en los parques, ya no se reúnen tanto al aire libre sino que buscan sitios privados”, comenta. Los signos identificativos como collares, pañuelos o incluso manuscritos con la filosofía de sus bandas los guardan para casa, donde los policías sí que los encuentran en los registros. Esto contrasta con su exposición sin límites en las redes sociales.

El aumento de la violencia ha hecho que las fuerzas de seguridad tengan que redefinir el modo en el que luchan contra esta criminalidad, y las redes es precisamente donde van a poner el foco. “Los expertos policiales han constado la evolución reciente de este fenómeno y la conveniencia de acometer su actualización para adaptarlo a la realidad actual”, explicó este jueves el Ministerio de Interior en una nota de prensa. Un golpe de realidad fue constatar que la edad media de entrada a estas organizaciones ha bajado hasta los 11 y 12 años. El que se considera autor material del último asesinato de bandas en Madrid acababa de cumplir 14 años. “Cuando hablamos de estas investigaciones y los motivos detrás de las agresiones parece que estemos describiendo peleas de colegio, pero la realidad es que acaban matándose”, se lamenta el mismo policía que explicaba que ya no hay grandes líderes.

Aunque funcionen como grupos independientes, las redes sociales dejan constancia de que sí hay nexos de unión entre los pandilleros de diferentes barrios y municipios. Y también de sus amenazas cruzadas. Los investigadores de la Brigada de Información de la Policía Nacional anotan estos lazos de unión a ritmo de música drill, un tipo de rap que cantaban algunos de los que han protagonizado los crímenes en los últimos meses en Madrid.

Muchos de los integrantes de las bandas están obsesionados con estos videoclips, que generalmente graban con bastante calidad, y en los que no se ponen frenos a la hora de hacer gala de machetes y otras armas. En Madrid, la principal hipótesis sobre el móvil del asesinato del rapero Isacc fue precisamente que se negó a hacer canciones para los DDP o que esta banda pensaba que iba a hacerlas para los Trinitarios.

Otro videoclip de Bárcena, el asesino confeso del rapero Isaac, en el que un adolescente muestra un machete. En la esquina se ve el corazón negro que identifica a los DDP.
Otro videoclip de Bárcena, el asesino confeso del rapero Isaac, en el que un adolescente muestra un machete. En la esquina se ve el corazón negro que identifica a los DDP.

Los fiscales y abogados británicos trataron de aportar estas canciones como pruebas en los juicios contra los crímenes de pandilleros. En ese país soportan desde hace años un incremento constante de las agresiones con cuchillo, que les ha llevado a promulgar leyes específicas para atajar el problema. Las acusaciones alegaban que las letras de estas canciones incitaban a la violencia entre bandas y que además muchas de ellas describían crímenes y reyertas entre grupos rivales, que solo podían describirse así si el autor había estado involucrado en ellas. Algunos jueces llegaron a admitir las pruebas. En España todavía no ha sucedido.

Algo en lo que es más difícil trabajar a corto plazo es en la fascinación que ejercen las bandas sobre los adolescentes que se integran en ellas como si fuera un juego. Para algunos ya es demasiado tarde, para los cuatro muertos que deja el odio irracional entre Triniatrios y DDP. Y también para las familias destrozadas que dejan los cuchillos y los machetes.

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Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

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