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La policía pone la mira en las redes sociales para atajar las bandas juveniles violentas

Interior redefine e incrementa la vigilancia de los “grupos de carácter violento” tras las sucesivas muertes de menores y jóvenes en reyertas callejeras

Patricia Ortega Dolz
Bandas juveniles
Cuatro de los pandilleros acusados del asesinato del rapero Isaac, en Madrid, en una imagen de TikTok.

Detrás de las muertes y ataques violentos con menores y jóvenes como protagonistas casi siempre hay una red social. Una realidad virtual en la que se ven, se siguen, se marcan, se significan, se señalan, quedan, y planifican ataques, y que ahora está siendo especialmente vigilada por la policía, con “un mayor número de efectivos dedicados específicamente a patrullar esas redes”, según apuntan mandos policiales, aparte de las redadas de identificaciones masivas llevadas a cabo en los últimos meses en la calle.

Tik-Tok, Instagram, Facebook, Twitter... están detrás de buena parte de las reyertas callejeras en las que participan grupos o bandas juveniles violentas, que el Ministerio del Interior acaba de redefinir con una nueva orden ministerial, que actualiza la última, de 2014. Con carácter general, se entiende como grupos violentos de carácter juvenil “aquellos integrados por menores y jóvenes entre 14 y 30 años como edades de referencia, que pueden presentar estructuras de cohesión y disciplina interna y cuyas actuaciones derivan en ocasiones en conductas de carácter violento que generan preocupación y alarma social. Estas son las seis tipologías que redenomina y clasifica Interior:

Grupos violentos de extrema derecha: ”Aquellos de inspiración neonazi, fascista, antisemita, etc...”. Como por ejemplo Bastión Frontal u Hogar Social.

Grupos violentos de extrema izquierda y anarquistas: ”Incluidos los movimientos ‘okupas’ o antifascistas de carácter radical, como Yesca, Brigadas Antifascistas, Distrito14, Izquierda Castellana, Movimiento Antirrepresivo de Madrid (MAR)...

Grupos violentos de referencia grupal latino: ”Bandas creadas a semejanza o inspiración de las que operan en países iberoamericanos, importadas de aquellos países y que en la actualidad están formadas por miembros con independencia de su origen étnico o nacional”. Principalmente ahora predominan los Trinitarios, los Dominican Don’t Play y los Blood, aunque antes fueron los Ñetas y los Latin King.

Grupos violentos en el deporte: “En los que la violencia integra parte del estilo de vida de los seguidores más fanáticos de equipos deportivos, en especial la que tiene lugar con ocasión de partidos de fútbol”. Están los Bukaneros (Rayo Vallecano), Biris (Sevilla), Ultrasur (Real Madrid), Frente Atlético (Atlético de Madrid), Boixos Nois (Barcelona), Riazor Blues (Deportivo de La Coruña)...

Grupos violentos movidos por el odio: ”Que ejercen la violencia contra otras personas por motivos discriminatorios, porque las perciben como diferentes o vulnerables, por lo que sus acciones incluyen elementos compatibles con los delitos de odio o la agravante de discriminación”, como homófoba o racista, por ejemplo.

Otros: ”Aquellos casos de concertación eventual, esporádica o espontánea de jóvenes para ejercer la violencia por alguna de las motivaciones contempladas en los apartados anteriores o que persiguen ejercer violencia física, psíquica o sexual o causar daños a bienes colectivos”.

Además, el plan redefine una segunda clasificación de acuerdo con el grado de independencia o autonomía de estos grupos. Se refiere así a “Grupos de referencia” como a “aquellas organizaciones, de implantación autonómica, nacional o internacional, dotadas de elementos ideológicos, modus operandi y signos distintivos propios, con capacidad para aglutinar a una serie de “grupos subordinados” como los llamados “capítulos”, en el caso de las bandas latinas”. Llama “Grupos subordinados” a “unidades organizadas y con capacidad operativa propia, aun actuando en su ámbito territorial mantengan una dependencia con alguna organización de referencia”. Y reconoce a “Grupos independientes”, aquéllos que actúan con suficiente autonomía”.

Machetes y odio

La instrucción no hace referencia, sin embargo, a uno de los aspectos que más preocupaba a los agentes especializados en esta tipología delictiva, que son las armas, concretamente los bolomachetes, que caracterizan las actuaciones de las bandas de inspiración latina y que provocan lesiones muy graves, cono amputaciones de miembros, cuando no la muerte. Una mayor regulación de esos enormes cuchillos es una histórica demanda policial que sigue en el aire, al igual que la inclusión como “delitos de odio” de esa clase de enfrentamientos, “ya que es el odio entre sí lo que mueve a esas bandas, aunque no sean consideradas “colectivos vulnerables”, advierten expertos policiales, lo que “permitiría imputarles ese tipo de delito, aparte del de lesiones”.


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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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