_
_
_
_

Los vecinos de Aluche y Campamento exigen a Almeida que cumpla su promesa y soterre la A-5 junto a sus viviendas

El túnel será casi 700 metros más corto de lo que prometió el Ayuntamiento y dejará a 12.000 vecinos expuestos al ruido y a la contaminación

Decenas de personas durante una manifestación para reclamar el soterramiento de la A-5, en el Paseo de Extremadura, a 6 de octubre de 2024, en Madrid.
Decenas de personas durante una manifestación para reclamar el soterramiento de la A-5, en el Paseo de Extremadura, a 6 de octubre de 2024, en Madrid.Gustavo Valiente (Europa Press)

Los vecinos de los barrios de Campamento y Aluche, en el distrito madrileño de Latina, exigen al Ayuntamiento que les haga caso de una vez. Este domingo han recorrido un tramo de la A-5 para denunciar que tendrán que continuar conviviendo con la contaminación y el ruido que provocan los cerca de 120.000 vehículos que atraviesan esta autovía cada día a pocos metros de sus casas. Las obras para el soterramiento de la carretera comenzarán antes del 15 de octubre y costarán 347 millones de euros al Consistorio, pero dejarán sin sepultar un tramo que abarca la mayor parte de ambos barrios y que había sido prometido en el mandato anterior, cuando el PP gobernaba en Madrid en coalición con Ciudadanos. En total, serán cerca de 12.000 vecinos que no se beneficiarán de este proyecto después del cambio de opinión del Gobierno municipal, según explican desde la asociación vecinal de Campamento. Los manifestantes también piden al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que las obras se lleven a cabo de una sola vez en vez de en dos, como está planeado.

La primera fase del proyecto llegará hasta la calle Illescas, pese a que en un principio se proyectaba un tramos 700 metros más largo. La segunda, que llegará hasta la Avenida de los poblados, forma parte de la Operación Campamento y es el Gobierno central el encargado de ejecutarla. Los vecinos de Aluche y Campamento piden que se haga de una sola vez porque desconfían de que la segunda fase vaya a realizarse. “Ya hemos visto que las palabras se las lleva el viento”, apunta el comunicado difundido por la asociación de vecinos de Campamento. La primera fase estará terminada antes de que acabe 2026, pero a los vecinos les preocupa que, si finalmente se hace en dos fases, tendrán que soportar 8 años de obras.

A medio día empezaron a llegar los vecinos más implicados con la lucha. Un hombre remolcó con su bicicleta una linotipia casera e imprimió en varias hojas de papel reciclado el lema “soterrar la A-5 hasta la Avenida de los Poblados”. Los miembros de la asociación vecinal de Campamento desplegaron las pancartas y repartieron pequeños carteles a los vecinos que iban llegando en lo que se leía por una cara “el humo nos mata” y por la otra “el ruido nos remata”. Son los dos principales problemas a los que se exponen.

Según un estudio realizado por la asociación de vecinos, los residentes de esta zona están soportando entre 70 y 80 decibelios ininterrumpidos durante todo el día, cuando la normativa municipal establece que no deben ser más de 65 decibelios por el día y 55 por la noche. Emiliano Villena tiene 75 años y lleva 60 viviendo en Aluche. Casi no abre las ventanas por el ruido y le preocupa que el dióxido de carbono de los tubos de escape afecte a su salud: “Todos los días pasamos la bayeta para limpiar las ventanas y sale negra. Eso lo estamos respirando”, protesta. Álvaro Vicente, de 25 años, ha vivido toda su vida en Aluche. Lleva jugando al baloncesto desde que tiene uso de razón en una cancha que está pegada a la autovía. “Cuando bajamos a entrenar estamos constantemente tragándonos el humo de los coches”.

Álvaro Vicente sostiene un cartel en protesta por el ruido de la A-5 que sufren los vecinos de Campamento y Aluche en la manifestación de este domingo.
Álvaro Vicente sostiene un cartel en protesta por el ruido de la A-5 que sufren los vecinos de Campamento y Aluche en la manifestación de este domingo.Álvaro Sánchez

Minutos después del principio de la marcha, más de un centenar de vecinos ya habían cubierto dos carriles de la autovía y recorrieron parte del tramo de más de dos kilómetros que va a soterrarse. Los coches que pasaban en caravana por el carril que quedó libre se perdían en el horizonte, donde quedaban los 700 metros del tramo que el Ayuntamiento les prometió sepultar en el mandato anterior ―cuado el Partido Popular gobernaba en coalición con Ciudadanos― pero que finalmente permanecerá tal como está. Durante el recorrido, los manifestantes cantaron “la A-5 es un tormento para Aluche y Campamento”, “nos han engañado con medio soterrado” y “¿Dónde está la promesa electoral?”. Sin embargo, el grito más repetido fue “esto no pasa en barrio Salamanca”.

La marcha se detuvo en el punto exacto donde el proyecto actual contempla la salida del túnel, a la altura de la calle de Illescas. A ambos lados hay bloques de pisos a los que separan de la autovía no más de dos metros de acera. “Esto es un maltrato para las personas del barrio”, dijo a través de un megáfono el portavoz de la asociación de vecinos de Campamento, Andrés Piñeiro. Señaló que el hecho de que la carretera no vaya a soterrarse en ese tramo obliga a seguir bajando unas escaleras para atravesar un paso subterráneo que cruza de Campamento a Aluche por debajo de la nacional, lo que supone un problema para un gran número de habitantes en dos barrios con una población muy envejecida.

Dos portavoces de la asociación vecinal de Campamento protestan al principio de la manifestación de este domingo, en Madrid.
Dos portavoces de la asociación vecinal de Campamento protestan al principio de la manifestación de este domingo, en Madrid.Álvaro Sánchez


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_