La Fiscalía, ante un nuevo aumento de los delitos cometidos por menores en Madrid: “Es necesaria una profunda reflexión”

Ya son cuatro años los que la Fiscalía de Madrid pone el foco en el aumento de delitos con menores implicados. Una gran parte de estos, como consecuencia de la actividad violenta de las bandas juveniles, pero no todos son achacables a estas organizaciones criminales. Han aumentado especialmente los delitos contra la libertad sexual, con un total de 595 asuntos frente a los 425 del año anterior, es decir, un 40% más. Para el Ministerio Público, es notable que “en muchas de tales conductas, un total de 68, se vieron implicados menores de una edad inferior a los 14 años”. Además, también es notorio el incremento en delitos como el de amenazas, con 1.136 registros, lo que supone un 12% más que en 2022. La memoria que recoge la actividad de la Fiscalía en 2023 apunta a los entornos digitales como uno de los principales campos de actuación.

“Las cifras apuntadas preocupan sobremanera a quienes trabajan en el ámbito de la justicia, especialmente juvenil, pues no son sino un fiel reflejo de la banalización por parte de los menores y jóvenes de la violencia y de la sexualidad, y desde muy temprana edad”, resalta el Ministerio Público. Son dos los asuntos de los que alerta especialmente la institución: los delitos sexuales y el descenso en la edad de los implicados en el cómputo total de las causas, muchos inimputables. El número de menores de 14 años detenidos en 2023 fue de 2.770, frente a los 2.259 del año 2022.

La clave está en la formación

La Fiscalía hace un diagnóstico claro: “La carencia de una formación adecuada en materia ético-sexual y el acceso a Internet, muchas veces sin control alguno o siendo los que existen insuficientes —pudiendo disponer de contenidos poco adecuados para su grado de madurez, como lo puede ser el material pornográfico—, ha supuesto que los menores, a edades cada vez más tempranas, trivialicen su concepto de las relaciones sexuales, y las mantengan sin estar debidamente preparados, de forma muy precoz, lo que los llevan a encontrarse en situaciones que, en la mayoría de ocasiones, no saben gestionar”.

Otros números estadísticos avalan esta percepción. Sigue incrementando el número de delitos de lesiones registrados, un total de 2.679, frente a los 2.598 del pasado ejercicio (un 3% más). Además, siguen aumentando los delitos de violencia doméstica, casi un 13% más, y de violencia género, con un 4,5% más.

Los datos apuntan a que algo está fallando en el sistema cuando muchos de los menores empiezan a engrosar su historial de antecedentes a tan temprana edad. De los 6.926 menores entre 16 y 18 años detenidos el año pasado, la franja con el mayor número de incidencia delictiva, para 4.065 no se trataba de su primer arresto. “Estos comportamientos ponen de relieve las posibles carencias de nuestros jóvenes en el ámbito familiar, educativo y social, que han de llevarnos a una profunda reflexión sobre nuestro modelo social que, muy seguramente, ha de ser revisado con urgencia en pro de dotarles de los instrumentos precisos para su correcto desarrollo”, apunta la Fiscalía.

El deseo de la Fiscalía de Menores es convertirse en la mínima expresión. Así lo plasman en la memoria: “Sería deseable que la intervención de esta jurisdicción fuera residual, pues no se ha de olvidar que el ámbito penal no es sino la búsqueda de la solución, pero una vez producido el problema, por lo que políticas orientadas a la prevención serían la mejor de las fórmulas para un mayor éxito en la ardua tarea de formar menores y jóvenes con perspectivas adecuadas de futuro”.

Si bien en años anteriores el foco de la violencia juvenil había estado puesto en los homicidios, consumados o intentados, en 2023 se registró un descenso de 34 a 27, en parte como consecuencia de la presión policial a la que se ha sometido a las bandas, que en 2022 dejaron seis asesinados en Madrid. La actividad de estos grupos también engorda la estadística de otros delitos como el de pertenencia a organización criminal —46 en 2023, frente a 44, en 2022—, de tenencia ilícita de armas —99 frente a 104—, de lesiones con uso de armas o instrumentos peligrosos —368 frente a 375— y de riña tumultuaria —46, un 21 % más que en 2022—.

En lo que se refiere estrictamente a las bandas, bien con mayores de edad o menores, la Fiscalía indica que “existe una importante cifra negra de delitos que no se denuncian, debido a las características de actuación secreta y violenta de estas bandas y también al miedo y temor de las víctimas a sufrir represalias si formulan denuncias”. El Ministerio Público descarta hitos judiciales como la confirmación por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de la primera prisión permanente revisable impuesta a un miembro de una banda. Se trata de Plátano, un integrante de los Trinitarios condenado en diciembre de 2022 al castigo más severo de la ley española por matar a un menor supuestamente miembro de los Ñetas en 2016. La decisión fue ratificada en 2023.