De Madrid al cielo por 4.500 euros
World Aviation Group hace sobrevuelos por la capital para sus clientes de lujo: “Para ellos es como coger un taxi”.
Hay quien sale de trabajar de las Cuatro Torres, coge un helicóptero y en menos de una hora está jugando una partida de golf en Sotogrande. Otros vuelan para llevar a su pareja a cenar a Ibiza o simplemente buscan seducir a su acompañante con un sobrevuelo por la capital. Hay una forma de conocer Madrid al alcance de muy pocos: sobrevolar en helicóptero. “Este tipo de pasajeros de lujo buscan cada vez más este tipo de experiencias VIP”, cuenta Fernando Gómez, portavoz de World Aviation Group.
Esta forma de viajar busca darle un valor añadido al turismo que se hace en Madrid. “Hay clientes americanos que están muy familiarizados con este tipo de transporte y lo demandan porque van a cenar a sitios donde solo se puede llegar en helicóptero”, cuenta Gómez.
El viaje es completamente a la carta. “Es un servicio puerta a puerta”, aseguran desde la compañía. El helicóptero puede aterrizar en cualquier sitio que tenga un espacio sin obstáculos de 30 por 30 metros de grande y, claro, siempre y cuando la regulación aeronáutica lo permita. El tiempo máximo de vuelo en este tipo de aeronave es de dos horas y media.
Este cliente VIP muchas veces aterriza en el aeropuerto de Barajas en su jet privado y busca hacer los últimos kilómetros de su trayecto en helicóptero. “Los recogemos en el aeropuerto, una furgoneta los traslada hasta el aeropuerto de Cuatro Vientos y desde allí pueden despegar hasta su finca”, asegura Paloma Ramos, responsable de ventas de la compañía. Otra de las formas que tienen sus pasajeros de contratar este tipo de transporte es a través de agencias de lujo que les incluye este tipo de experiencia de ocio. Por último, tienen clientes particulares, usualmente grandes empresarios, que buscan este tipo de servicios. “Mis clientes lo que más valoran es el tiempo, y prefieren coger un helicóptero que perder horas esperando en un aeropuerto o encerrados en un coche”, dice Ramos.
El tiempo es dinero
El perfil del cliente es en su mayoría hombres a partir de los 40 años y parejas con un poder adquisitivo muy alto. El tour panorámico por Madrid son 20 minutos y cuesta 235 euros en un helicóptero para seis personas. Un transfer privado de una hora puede tener un precio desde los 2.800 euros más IVA, hasta los 4.500 en un helicóptero Bell. “Para ellos es como coger un taxi”, cuenta el piloto Pablo Cocot.
Cocot asegura que la demanda de estos servicios privados en verano es muy alta. La experiencia empieza en el último hangar del aeropuerto de Cuatro Vientos, ubicado en el sur de la capital, en donde sin necesidad de pasar por controles de seguridad o ser vistos por la torre de control pueden despegar helicópteros. “Los pasajeros buscan privacidad y exclusividad a la hora del viaje”.
Este jueves un grupo de pasajeros salían a medio día para hacer un sobrevuelo por las afueras de Madrid y poder disfrutar de la experiencia de ver la capital desde el cielo. “Es un vuelo muy divertido, se disfruta mucho de las vistas y del viaje”, dice Cocot antes de empezar. En un recorrido de 20 minutos, los pasajeros pueden ver a lo lejos las cuatro torres, la sierra del Guadarrama y los grandes chalets con piscina afuera de la M-30 entre campos amarillos, secos con la llegada del verano. “Vamos a sobrevolar por los municipios de Alcorcón y Móstoles y después vamos a dar la vuelta. No tenemos permitido entrar a Madrid centro”, explica el piloto, ya con los cascos puestos.
Al final del viaje, el piloto deja al pasajero que tiene al lado coger el control de la aeronave por unos segundos para que sienta lo que es pilotar un helicóptero a más de 2.000 pies de altura. “Si estás buscando algo aún más emocionante, te ofrecemos la oportunidad de convertirte en piloto por un día. En esta experiencia única, recibirás instrucción de nuestros profesionales altamente calificados y tendrás la oportunidad de probar uno de nuestros simuladores de última generación”, reza la página web de World Aviation Group.
En Madrid, los transfers privados o aerotaxis, usados para ocio o como herramienta de trabajo para empresarios que buscan ahorrar tiempo, representan un sector que está por desarrollar. “Necesitamos reforzar el sector y ayudar a estos pasajeros de lujo a llegar a sus destinos de una forma más accesible”, asegura Ramos.
En España solo hay ocho compañías que cuentan con la licencia para hacerlo, y su referente es que el país algún día funcione como París, Nueva York o São Paulo, donde la gente está muy acostumbrada a moverse por la ciudad en helicóptero. “Somos conscientes de que hay gente que no toca el suelo nunca, y ese tipo de público está empezando a llegar a España. Debemos estar preparados”, dice Gómez. En estas ciudades, los helicópteros pueden llegar a colapsar los cielos y muchos de sus edificios cuentan con helipuertos en sus azoteas. “En Nueva York proliferan las empresas de aerotaxi ante la demanda imparable por parte de hombres de negocios. En Madrid, eso todavía no es posible. Solo algunos hospitales cuentan con helipuertos”, aseguran desde la empresa.
De momento, los pocos turistas de lujo que contratan estos servicios para sus desplazamientos privados lo hacen en ocasiones muy contadas. De Madrid al cielo pero con la chequera de por medio. Tissem Lansac es la encargada de recibir a los clientes extranjeros VIP en el aeropuerto y ayudarles con todo lo que puedan necesitar. “Cada cliente es un mundo y sus pedidos son muy diferentes”, cuenta Lansac. Todo funciona a la carta. “Cuando trabajas en el sector del lujo, ya no te sorprendes. Son clientes que les encanta viajar en helicóptero y no les parece raro gastar nueve mil euros en un viaje para comer en su restaurante favorito de Ibiza”.
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