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Operación aguafiestas: el Ayuntamiento amordaza las celebraciones populares de Madrid

Los distritos de Retiro, Hortaleza y Vallecas sufren falta de financiación o negación de los permisos para organizar los festejos de iniciativa vecinal, mientras los macrofestivales reciben patrocinio millonario

Fiestas de San Juan, en una imagen histórica cedida por la Asociación Vecinal Pinos Retiro Sur.
Fiestas de San Juan, en una imagen histórica cedida por la Asociación Vecinal Pinos Retiro Sur.
Juan José Martínez

Se acabó la fiesta puede aludir al nuevo grupo español de electores que ha logrado colar tres diputados ultras en el Parlamento Europeo; o puede describir la política del Ayuntamiento de Madrid para silenciar las celebraciones de iniciativa vecinal que han animado durante años los distritos de la capital. El Consistorio que preside Jose Luis Martínez-Almeida (PP) ha negado los permisos para los conciertos de cierre del Orgullo Vallekano, ha excluido a los vecinos de la organización de las Fiestas de San Juan en Retiro y ha cortado la financiación para las fiestas del distrito de Hortaleza, donde también se ha reducido al mínimo la programación de las Fiestas de Manoteras. Todo esto mientras los macroconciertos echan raíces en Madrid, gracias a la millonaria financiación pública del Consistorio, que en 2023 superó el millón de euros.

Expropiación en Retiro Sur

Las últimas fiestas aguadas por el consistorio madrileño son las de San Juan, celebradas en el sur del distrito de Retiro, “muy participativas y muy vecinales”, resalta José Luis Fernández, miembro de la junta directiva de la asociación vecinal Pinos Retiro Sur, quien pone de manifiesto que desde la primera edición, en 1980, el evento se ha realizado con el apoyo de la Junta Municipal. Pero esa simbiosis ha terminado en 2024.

Los vecinos denuncian que, desde octubre del año pasado, comenzaron a enviar escritos en los que preguntaban a la administración cómo se organizarían las fiestas de esta edición. Tras seis meses de silencio administrativo, acudieron a un pleno municipal para repetir la pregunta. Andrea Levy, concejala presidenta de Retiro, les aclaró entonces que este año la Junta se encargaría de decidir la programación.

A tal decisión, los vecinos respondieron con una campaña de pegatinas por el barrio con fotos históricas de las fiestas que recordaban en blanco y negro la tradición de este encuentro con más de cuatro décadas de historia. Además, lanzaron una campaña virtual de recolección de firmas “en defensa de la participación vecinal” en los festejos. En la iniciativa recriminan a la Junta Municipal “apropiarse de las Fiestas de San Juan”.

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La Junta Municipal reculó, o eso parecía. Comunicó que sí habría fiestas, pero, señala Fernández, “dejaron de contestar los correos al momento de tramitar los permisos”. Los vecinos gestionaron el permiso por Delegación de Gobierno, ya no en forma de fiestas, sino de concentración, lo que les ha impedido montar barra, carpas y organizar conciertos. Al final, han tenido que renunciar al programa de tres días y condensar las actividades el sábado y pagadas con fondos de las asociaciones vecinales. Eso sí, como catarsis del cabreo, se han ideado el “pregón aguafiestas”, que tendrá lugar este viernes, 21 de junio, a las 20.00 en la plaza Daoiz y Velarde, frente a la Junta Municipal.

La plaza tiene unos chorros que emergen del suelo, único oasis para el calor estival en un distrito que carece de piscina municipal. Allí están citados los vecinos con bañador y pancartas, con el objetivo de “seguir defendiendo la alegría como un derecho”, en alusión al lema de las fiestas, tomado del poema de Mario Benedetti. “Nos gustaría institucionalizarlo en contra de los aguafiestas, que siempre hay alguno en el mundo”, señala Fernández, antes de recordar: “Los políticos llegan, están cuatro años y se van; en cambio, las asociaciones permanecen”.

Vallecas con sed de Orgullo

Orgullo Gay
Desfile del Orgullo Vallekano en 2023.JUAN BARBOSA

Fuera de la M-30, uno de los distritos que más sufre los obstáculos para preparar sus fiestas es Vallecas, sede del Orgullo Vallekano desde 2017. El desfile de la comunidad LGTBI, que se ha posicionado como una alternativa reivindicativa y autóctona al mercantilizado evento del distrito Centro, no culminará este año con música como se preveía inicialmente. El Ayuntamiento ha alegado “alta densidad” de celebraciones en la zona, por lo que ha impedido la instalación del escenario y las carpas autogestionadas por los vecinos, en un intento por “no perturbar el descanso de los residentes”. El lugar de “alta densidad” de eventos es la calle del Payaso Fofó, que albergó la celebración Día Internacional del Niño (1 de junio) y el centenario del Rayo Vallecano (29 de mayo), por lo que la celebración del Orgullo Vallekano sería el tercer evento en un mes, algo que no les parece motivo de escándalo a los organizadores del evento.

El argumentario del Ayuntamiento no cuela entre los vecinos, que dudan en un comunicado de la “libertad de descanso” en la que se ampara el Consistorio, “ya que durante años no se ha aplicado a las zonas afectadas por el turismo o las terrazas”. Lamentan que “la entrega puntual de proyectos, el pago de seguros, la contratación de artistas, la creación de cartelería y la difusión del evento” no hayan sido esfuerzos suficientes para que en Cibeles reevaluaran su rechazo a los conciertos.

Para los organizadores del Orgullo Vallekano “resulta alarmante que, en el mes del orgullo LGTBIAQ, no se permita disponer de un espacio para la reivindicación y celebración de la diversidad después de una manifestación que prevé 2.000 personas”. En protesta, han cambiado la programación del encuentro de tal forma que la manifestación reivindicativa del 22 de junio, que comenzará a las 19.00 en scalextric de Puente de Vallecas, termine en un acto de protesta en la plaza de las Palomas.

El distrito ya arrastraba el malestar de las fiestas del PAU de Vallecas del 23 de mayo, en las que el Ayuntamiento comunicó a los organizadores, el mismo día del inicio del evento, que no podrían vender cerveza y que no tenían permiso para disfrutar de la tradicional paella popular.

Hortaleza se rebela contra su concejal

En el distrito de Hortaleza, la cruzada contra la Administración por evitar el desmonte de las iniciativas vecinales ha abierto muchos frentes que apuntan a un solo hombre: David Pérez, quien en menos de un año ha reducido las celebraciones vecinales de 34 a seis. El concejal presidente del distrito, del Partido Popular, negó la catalogación de fiestas populares a 19 eventos en el distrito, incluida las fiestas de Primavera, la Fiesta de Arte de Calle, o las Fiestas de Juan y Juana.

Aunque esta decisión no obliga a la realización de los eventos, sí prohíbe que los vecinos puedan vender alcohol, una ley seca de facto que obstruye la principal fuente de ingresos de los organizadores ―una consecuencia similar a la que padecen en Vallecas y Retiro―. “Sin la instalación de barras es difícil sufragar los gastos que conllevan estos eventos”, se quejan los vecinos de Hortaleza en una campaña de recolección de firmas en Change.org, que ya cuenta con más de 4.000 apoyos.

A la par que cortaba a las asociaciones del barrio la principal fuente de ingreso, Pérez cerró el grifo del erario a los colectivos que iban a presentarse en las fiestas de Primavera y que en ediciones anteriores fueron retribuidos con 500 euros por actuación. Al concejal presidente poco le importó la crispación de los vecinos a la hora de subirse a la tarima durante el pregón inaugural de las fiestas, en el que fue abucheado por los vecinos descontentos.

Días después de la sonora pitada dedicada a Pérez, la Junta Municipal informó el pasado miércoles de la negativa del permiso para las Fiestas de Manoteras, bajo el argumento de que las canchas del parque del barrio, que albergarían el evento, son incompatibles con cualquier uso que no sea deportivo. Pero las fiestas ya se han celebrado allí en años anteriores e incluso el mismo Ayuntamiento ha programado eventos que nada tiene que ver con el deporte, como proyecciones de cine o conciertos del programa Los Veranos de La Villa.

Finalmente, el concejal devolvió el viernes, a menos de 24 horas del inicio de las fiestas, el permiso para la realización del evento, aunque sin la posibilidad de vender bebidas y comida, ni instalar un escenario y con horario reducido hasta las 23.00.

Almeida hace llamamientos en público a conservar las tradiciones, pero las socava en privado. El año pasado, patrocinó el macrofestival Mad Cool, de iniciativa privada, con un millón de euros, y el Primavera Sound con 131.000 euros, según las cuentas de Madrid Destino. Pero los vecinos no van a cruzarse de brazos. Retiro reclama que las fiestas no solo son para el pueblo, sino también de él; Vallecas alza la voz para remarcar que sus celebraciones sí son motivo de orgullo; y Hortaleza se organiza para aclararle a su concejal presidente que no… que no se acabó la fiesta.

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