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El grafiti de Muelle localizado en La Latina será restaurado y se quedará donde está

El Gobierno regional le dará “protección física” y no aclara qué técnicas se emplearán para conservarlo. “Si le ponen cristal o acetato se llenaría de moho y arañas que harían caer la pintura”, advierte un veterano grafitero

La firma de Muelle que han sacado a la luz obras de rehabilitación en un edificio de viviendas de la calle de la Cava Alta, en el distrito Centro en Madrid.
La firma de Muelle que han sacado a la luz obras de rehabilitación en un edificio de viviendas de la calle de la Cava Alta, en el distrito Centro en Madrid.Almudena González Castilla (EFE)
Victoria Torres Benayas

Ha estado a punto de caer devorado por la piqueta, pero finalmente el último grafiti localizado del mítico artista callejero, poeta y músico Juan Carlos Argüello (1965-1995), más conocido como Muelle, será “protegido y restaurado” por la Comunidad de Madrid, según ha anunciado este miércoles el Gobierno regional. Una portavoz de la Consejería de Cultura aclara a este diario que, con “protegido”, no quiere decir que vaya a ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC), sino que se tratará de una mera “protección física”. La obra se quedará en el edificio en el que apareció, en el número 46 de la calle de Toledo, esquina a Cava Alta, en el barrio de La Latina de la capital, “a petición de la comunidad de propietarios”. El Gobierno regional no aclara qué medidas físicas se tomarán para protegerla, ni que técnicas se emplearán para conservarla ni cuándo procederá a su restauración.

El grafiti de este icono de la Movida y pionero del arte urbano en España es una firma negra hecha con un trazo y a spray que afloró en marzo en el transcurso de unas obras de rehabilitación que se están acometiendo en el inmueble. Sin embargo, ya se conocía su existencia: emergió en 2013, al retirarse de la fachada una gran capa de anuncios publicitarios, hecho que fue documentado por el experto en arte urbano Guillermo de la Madrid, responsable de Madrid Street Project.

Los obreros, que iban a derribar el jueves pasado el muro en el que emergió el grafiti de nuevo bajo una gruesa epidermis de carteles, le colocaron encima un acetato para que no se deteriore, tal y como pidió a la propiedad el concejal socialista Antonio Giraldo. Y ahí sigue, tras el acetato, semioculto todavía por papeles y pintura y detrás de unos andamios.

Hace aproximadamente un mes volvió a surgir a raíz de una obra la firma de Muelle que os traemos hoy. No es la primera...

Publicada por MADRID STREET ART PROJECT en Jueves, 11 de abril de 2024

En las calles de Madrid se conservan al menos otros tres muelles. Uno está en la calle Montera y fue restaurado por la Escuela de Conservadores del Ayuntamiento en 2015 con técnicas de consolidación que evitan la disgregación del material de base de la pintura. La intervención costó apenas 780 euros. Otro ha resurgido, también recientemente, en la antigua cárcel de mujeres de Yeserías. Esta obra se conserva peor, ya que en su día intentaron borrarla, por lo que ha perdido la mayor parte de sus colores originales ―verde y naranja―. Y “en la calle Moratín apareció uno en 2018 y se le aplicó una capa de protección, pero hoy en día está medio borrado”, anota Remebe, otro de los míticos grafiteros madrileños y heredero y defensor del legado de Muelle.

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Preguntada la Consejería de Cultura si también piensa proteger y restaurar el grafiti de Yeserías, una portavoz ha señalado que la obra pertenece, como todo el recinto, al Ministerio del Interior. “Depende de ellos. Si el ministerio se pone en contacto con nosotros, estaremos encantados de restaurarlo junto con el de La Latina”, ha añadido, lo que deja la pelota en el tejado de Instituciones Penitenciarias, que ya mostró su total disposición a conservarla.

Remebe considera “una buena noticia y una alegría” que la Comunidad haya decidido preservar la firma de La Latina, el problema es que “no dicen cómo lo van a hacer y no es tan fácil”. “Si le ponen un cristal se llenaría de moho y si le colocan un acetato, igual, se llenaría de humedad y de arañas, se crearían ecosistemas que harían caerse la pintura”, reflexiona en conversación telefónica con este diario. Otra dificultad añadida es la fragilidad de la fachada, con varias bajantes que pasan por detrás de la pintada. “La pared está que se cae a cachos y la firma está parcialmente cubierta de pintura. Al retirarla, se la pueden llevar por delante”, subraya Remebe. Y un tercer peligro es que “está en un lugar de paso, en un local, por lo que se encuentra a merced de que cualquiera la tape [firme encima] o ponga carteles”.

De momento, la Comunidad no ha aclarado a este diario cuándo va a proceder a la restauración ni qué técnicas se van a emplear, pero sí que con “proteger” se refiere a una “protección física” y no a incluirla en el catálogo BIC, el máximo nivel de protección en Madrid. En un comunicado, el consejero de Cultura, Mariano de Paco, se limita a resaltar “la rapidez y diligencia” con la que ha actuado su departamento en la defensa del patrimonio, que considera un “elemento clave” de la política y gestión cultural, “así como la receptividad y sensibilidad de los vecinos, conscientes del gran tesoro cultural hallado en su fachada”.

Estado del 'muelle' de la cárcel de Yeserías.
Estado del 'muelle' de la cárcel de Yeserías.

En opinión de Remebe, el mejor amigo del hermano pequeño de Muelle, los esfuerzos deberían centrarse en preservar la obra de la calle Montera. Para empezar, “es el emblemático y está en un primer piso, por lo que nadie va a poder subir a destrozarlo”. También porque tiene más valor cultural, ya que se trata de una pieza, una obra de mayor envergadura que una firma, más básica. Originariamente, era rojo y rosa, pero este último color ha derivado en blanco con el paso de los años. “Le dieron una manita, pero ahora mismo está dejado de la mano de Dios y cualquier día se va a caer”.

El Ayuntamiento, por su parte, explica que esta pieza “no está protegida”, que la restauró “a instancias de Patrimonio de la Comunidad de Madrid” y que, de momento, no se plantea volver a remozarla. “El Ayuntamiento no tiene competencias”, destaca una portavoz del área de Cultura, en referencia a que los tres niveles de protección municipales que existen se refieren a bienes inmuebles, no a patrimonio cultural. “El catálogo de edificios protegidos depende de Urbanismo”, recuerda. Así, la conservación (o no) de este arte, per se efímero, queda a criterio de los particulares.

Pero, ¿por qué preservar las firmas de Muelle y no otras? “Porque fue el primer escritor de grafiti en Madrid y en España y porque trascendió al mundo del grafiti”, responde el veterano grafitero, que también destaca “el contexto histórico” en el que surgió el fenómeno de Muelle. “Salíamos de la dictadura y estábamos en plena modernidad y trasgresión y, en ese contexto, Muelle se quedó en la memoria de todos los madrileños”.

Argüello, de cuya muerte a los 29 años a causa de un cáncer se cumplen ya casi 30, comenzó a pintar en su barrio, Campamento, y pronto su firma, caracterizada por una flecha, inundó las calles de la capital. El artista dio lugar al llamado grafiti autóctono madrileño o grafiti flechero. “Lo consideraba mi hermano mayor y un ejemplo”, recuerda Remebe, que aprendió de él tanto las técnicas del grafiti como música. “En Campamento, en aquella época, todos teníamos nuestra firmita y él era nuestro referente”, recuerda. La casa Durán de Madrid subastó hace tres años un lote de 15 cuadros del artista, que se vendieron por 78.000 euros. El Estado compró uno por 3.000 euros, que cuelga del Museo de Arte Contemporáneo de la capital. Desde 2017, una calle lleva su nombre en el distrito de Latina.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.
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