Planes para enamorar en Madrid: clase de pintura en la oscuridad, taller de maquillaje coreano y un ‘brunch’ peruano
La tienda de cosmética Miin, el taller Paint in the Dark y el restaurante Oroya son tres experiencias de origen distinto, pero con un resultado similar: éxito en redes
Mantener la magia y el romance requiere innovar. Para esto, hay quien defiende la necesidad de salir de la zona de confort, lo que implica dejar el bar de toda la vida por una noche y buscar nuevos planes más allá del restaurante de moda, que siempre está lleno. Por ello, ofrecemos tres experiencias que han llegado a la capital gracias a su éxito en otros países y que ahora buscan crear el mismo efecto en el público madrileño. Al fin y al cabo, pocos en el mundo podrán presumir de haber asistido, sin salir de una misma ciudad, a un taller de cosmética coreana, un curso de pintura con neón y vino o a un brunch peruano en un hotel cinco estrellas.
Un taller de cosmética coreana
MiiN Cosmetics nació de la propia necesidad de su fundadora, Lilin Yang, cuando se mudó a España y se vio obligada cada año a viajar con pesadísimas maletas que traía de sus viajes a Asia. Concretamente, iba a la capital de Corea del Sur, Seúl, donde vendían los novedosos cosméticos y tratamientos que mejor le iban a su rostro de porcelana.
Cuando llegaba y les mostraba a sus amigas lo que tenía, estas siempre reclamaban mucho más. Sin embargo, viajar miles de kilómetros para poder reponer sus cosméticos favoritos no era la mejor solución y no podía dejar de preguntarse: ¿por qué, si esos cosméticos eran tan buenos, en Europa todavía no se conocían?
Desde entonces, su único objetivo pasó a ser importar sus creaciones a Europa. Montó sus primeras tiendas en 2014 en Barcelona y Madrid. Ahora, en estas también se ofrecen talleres para que cada vez más mujeres conozcan la cosmética coreana.
Los talleres empiezan explicando la cosmética coreana y haciendo un análisis del tipo de piel de cada usuario o usuaria. Después, todas irán probando cada uno de los productos recomendados para su rutina de día y noche: el limpiador, exfoliante, serum, contorno de ojos, crema hidratante y protección solar. Cada paso da a las aprendices las posibilidades de conocer diferentes marcas que importa la tienda y cómo se utilizan.
Es un taller para hacer con amigas y donde se desarrolla una verdadera adicción a este tipo de cosmética. Dura dos horas y su precio es de 24,95 euros. Además, de vez en cuando hay descuentos en la tienda, que ofrece para llevar a casa una bolsita con muestras de los productos que más gustan.
Un taller de pintura en la oscuridad
Paint in the Dark es una clase magistral dirigida por un profesor de arte en un espacio futurista iluminado con luces neón. Durante una hora y media, los asistentes son guiados para que dejen volar su imaginación pintando en la oscuridad con colores neón mientras que beben copas de vino y escuchan música animada.
Al final de la clase, los participantes pueden quedarse tomando algo en la barra y llevarse el lienzo a casa. La experiencia, que ha sido un éxito en Europa, llega de la mano de Fever a Madrid. Tiene un coste de 32 euros e incluye dos consumiciones. Es un plan perfecto para hacer entre amigos o en pareja y pasar un buen sábado.
Un ‘brunch’ peruano en un oasis en el centro
Oroya (plaza de Celenque, 2) es el restaurante del hotel cinco estrellas Madrid Edition. Sus cócteles y platos de raíces peruanas del chef Diego Muñoz conforman la propuesta de una de las azoteas más coloridas de Madrid.
Aprovechando los últimos días de calor, el mejor plan para hacer es ir el fin de semana al brunch que ofrecen en su azotea de 13.00 a 17.00. El lugar, lleno de naturaleza, cuenta con una piscina con vistas al centro de la ciudad: es un oasis a pocos metros de la Puerta del Sol
El menú del brunch está compuesto por cuatro entrantes para compartir como causa de pollo, ocopa con queso frito, ceviche clásico y choritos a la chalaca. Después, se puede elegir entre uno de los platos principales: picaña de Angus con salsa arequipeña de judías; seta aticuchera, parmentier y mostaza; chicharrones de panceta de cerdo o calamares con chimichurri andina. Y para terminar, el postre. La recomendación: el alfajor de guanábana o el suspiro limeño.
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