Nuevo varapalo judicial a Ayuso: el Supremo también ratifica que el despido del adjunto a los informativos de Telemadrid fue ilegal

El Tribunal Supremo ha declarado improcedente el despido de Jaime García Treceño, el que fuera director adjunto de Telemadrid, según la sentencia a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Esta sentencia se suma a la de la semana pasada, cuando el alto tribunal declaró también ilegal e improcedente el despido del antiguo director de informativos de la cadena, Jon Aritztimuño. Estos dos casos fueron los únicos despidos de directivos con sentencias en contra que Telemadrid recurrió al Supremo. Es el final de un proceso judicial que ha durado dos años y que comenzó con la llegada de la presidenta Isabel Díaz Ayuso al poder en 2019:

― ¿Cuál es el modelo de televisión pública que le gustaría?

Ayuso concedió una entrevista al diario El Mundo el 9 de febrero de 2020. “Podría decir”, contestó la presidenta madrileña, “que soy la única presidenta autonómica y del Gobierno de España que tiene una televisión que le es crítica. Y yo en eso no tengo ninguna objeción”. Un año después, adelantó las elecciones por desavenencias con Ciudadanos —fue su primer socio de Gobierno (2019-2021)— y venció, aunque necesitaba el apoyo de Vox para tomar cualquier decisión política.

La primera de esta nueva era —ya sin Ciudadanos― fue tomar el control de Telemadrid. Sucedió el 8 de julio, en la Asamblea y entre aplausos del PP, que con la abstención de la extrema derecha y el voto en contra de PSOE, Más Madrid y Podemos, los populares en solitario aprobaron una reforma para controlar la cadena pública. Si antes el administrador del ente público tenía que ser votado por las tres cuartas partes del Parlamento autonómico, ya no hacía falta. El elegido por el PP como administrador provisional de Telemadrid fue José Antonio Sánchez, que dijo una vez en el Congreso: “Voto al PP y seguiré votando al PP. A quien no he votado nunca ni voy a votar en mi vida es a Izquierda Unida”. Ocho días después, Sánchez despidió a la cúpula de cadena. Al director de informativos, al adjunto, al director general de Contenidos, al director de la web, al director de Nuevos formatos, y al director de Comunicación y Marketing.

Ahora, dos años después, y según la sentencia a la que ha tenido acceso EL PAÍS y firmada el 27 de septiembre, el Tribunal Supremo ha declarado que el despido del adjunto al director de los informativos, Jaime García Treceño, fue ilegal e improcedente. Esta sentencia se suma a la de la semana pasada, cuando el Supremo, tal y como adelantó eldiario.es, declaró también ilegal e improcedente el despido del antiguo director de informativos de Telemadrid, Jon Aritztimuño. Los jueces han rechazado los dos últimos recursos de la cadena pública madrileña. Estos dos casos fueron los únicos que Telemadrid recurrió al Supremo.

La línea de defensa de Telemadrid pasaba por comparar los dos despidos con el de una directiva de un hospital canario. Sin embargo, el auto del Supremo considera que son supuestos “distintos” y el TSJM ya criticó que la cadena colocara a “todo tipo de cargos intermedios bajo el paraguas” de la alta dirección cuando no lo eran. El Supremo también considera ahora que la relación de ambos periodistas con la cadena “no era de alta dirección, sino ordinaria de trabajo por cuenta ajena, como se deduce de las funciones otorgadas, impropias de un alto directivo de la sociedad, que no disponía de plena autonomía al estar bajo la dependencia del director general”.

El equipo fulminado había recuperado la audiencia y la credibilidad de la cadena tras los oscuros tiempos de Esperanza Aguirre, cuando la televisión autonómica se llamaba tele-Esperanza por la mimetización de su línea editorial con los intereses del PP. Telemadrid y La Otra, la segunda cadena pública, lograron un 6,4% de cuota de pantalla en la temporada 2019-2020, el mejor dato en ocho años.

Cuando despidieron a Ariztimuño, que dirigía los informativos, este se presentó unos minutos ante la redacción para dirigir unas palabras de adiós a su equipo. Cuando volvió a su despacho, ya no le funcionaban ni las claves. Después, cuando le ingresaron la última nómina, no le pagaron la última semana que estuvo yendo a los estudios de Telemadrid. Tampoco la indemnización, aunque fuera como despido procedente, es decir, siete días por año trabajado de los cuatro que estuvo en total. En el caso de Treceño, la situación fue muy similar. “Creo que hicimos un trabajo muy honesto”, cuenta el afectado por teléfono. “Teníamos muy claro que era una televisión al servicio de la ciudadanía. Intentábamos que Telemadrid volviera a la calle y que la gente se sintiera reconocida. Fue la etapa profesional más satisfactoria de mi vida”.

Una de las cosas que hizo aquella Telemadrid fue dar entrada a la celebración del Orgullo, el acontecimiento que más gente aglutina en la capital con cientos de miles de personas por las calles durante días. No se había emitido nunca.

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