Un día más en la Asamblea de España
El nuevo gobierno con mayoría absoluta de Ayuso aún no ha presentado ninguna ley en el parlamento regional, donde todo tema madrileño acaba siendo un tema español y a la inversa
Nuevo jueves y nuevo pleno. En el parlamento de Vallecas se sienta un gobierno con mayoría absoluta, pero no tiene prisas para legislar. La agenda del día la explica su portavoz, Carlos Díaz Pache, un diputado corpulento de barba cerrada que cinco minutos antes de que empiece la sesión atiende a los periodistas en un espacio reservado para ellos, junto a una bandera de la Comunidad y otra de España: “En este pleno voy a preguntar a la presidenta sobre cuáles serían las consecuencias para los madrileños de una eventual ley de amnistía. Es un tema no solo de máxima actualidad sino de máximo interés para los madrileños”.
También han sido actualidad en la última semana noticias como que hay ya casi un millón de citas médicas en cola en Madrid o el caos en la vuelta al cole por la falta de profesores y el acceso a la beca comedor, pero Pache defendió ante los periodistas que en esta Asamblea se habla de los temas que interesan a los madrileños. “Por supuesto hoy se va a hablar de educación, de sanidad y de medio ambiente y se va a hablar también de que si el presidente del Gobierno está tratando de condonar 450.000 millones de todos los españoles a los independentistas catalanes (la deuda histórica del Estado con Cataluña, según Junts), eso es un dinero que no se va a repartir de otra manera y que van a tener que pagar también los madrileños. Por tanto es un tema de interés de los madrileños”.
Ayuso contesta minutos después desde su escaño que este domingo espera una respuesta masiva en las calles de Madrid. Alerta de que el presidente Pedro Sánchez está pisoteando el estado de derecho, arrodillándose ante “la corrupción de los independentistas” y defendiendo un golpe de Estado. Y concluye: “España no se merece esto”.
Aunque parezca mentira en la Asamblea también se habla de temas estrictamente madrileños, pero eso suele ocurrir después de las primeras cuatro preguntas a la presidenta, las que tienen reservadas los cuatro grupos políticos, una para cada uno. Esa otra parte del pleno aparece raras veces en los telediarios, Twitter o Tiktok. Por ejemplo este jueves los diputados preguntaron a los consejeros del Gobierno madrileño sobre la falta de profesores en el inicio del curso, el empleo juvenil, residencias de mayores o la campaña de vacunación. Para entonces ya se habían ido Ayuso, los portavoces de los tres grupos de la oposición y buena parte de sus bancadas.
Faltan leyes autonómicas a pesar de que se hablaba de que esta legislatura iba a ser un “rodillo” de Ayuso. Fuentes del PP de Madrid explican que “no se presentan leyes todas las semanas”. La prioridad, añaden, son los presupuestos que esperan llevar al pleno a finales de octubre. Pero antes, en el primer encuentro de ese mes, el día 5, la Asamblea volverá a ser una extensión del Congreso de los Diputados. Se votarán dos Proposiciones No de Ley presentadas por el grupo del PP, contra la amnistía y en favor de la igualdad de todos los españoles.
Otra aparente anomalía de esta cámara es que quizás lo esperable de un Gobierno con mayoría absoluta es que busque instalar un período apacible de concordia y paz. Pero aquí se vive en la gresca continua. En sus careos con los líderes de la izquierda, Ayuso ve a dos embajadores de la izquierda estatal. Juan Lobato es el representante de Sánchez y Mónica García, de Yolanda Díaz.
Con el primero la presidenta se enzarzó por la alta tasa de abandono escolar temprano en la Comunidad (14%, le dijo Lobato) negando los datos y culpando al Gobierno de Sánchez- Todo suma para este problema, entre otras cosas “el desincentivo al que llevan sus políticas educativas de aprobados falsos”, le dijo. “Cuanto más se baja el nivel y peor es la calidad educativa que promueven las leyes socialistas más cunde el desánimo y el abandono”.
La segunda le preguntó por las dificultades de los jóvenes para encontrar vivienda asequible y Ayuso anunció que duplicará hasta los 9 millones el presupuesto destinado al bono de alquiler joven, un programa financiado a medias entre el Gobierno estatal y el madrileño.
A García le soltó: “Se lo digo en español. Escúcheme. Han impedido, pactando con Bildu leyes sectarias, que haya desarrollos urbanísticos y han multiplicado el precio de las viviendas y además con sus políticas liberticidas los propietarios se sienten inseguros”, le dijo Ayuso, una líder con mayoría absoluta pero felicidad incompleta por culpa del Gobierno de España.
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