El Gobierno de Ayuso admite que un error informático está causando falta de profesores

El comienzo de curso en Madrid está plagado de incidencias. Al problema por la concesión de las becas comedor se ha sumado un error informático que está impidiendo el envío de profesores sustitutos a los centros con bajas por enfermedades o permisos, un problema que el nuevo consejero de Educación, Emilio Viciana, ha prometido solucionar “muy pronto”. El embrollo está empañando el estreno de Viciana, que había presumido de que los colegios e institutos públicos han alcanzado un récord de 63.041 profesores. Comisiones Obreras lo cuestiona y estima que faltan 3.500 docentes.

“Se han producido incidencias de carácter informático. La aplicación que controla la sustitución de los docentes ha sufrido un problema y nos está costando resolverlo”, ha dicho Viciana este jueves en una comparecencia en la Asamblea. “No obstante estamos trabajando conjuntamente la Consejería de Educación y la Consejería de Digitalización para poner una solución cuanto antes. Creemos que se va a producir muy pronto”.

El error se ha producido en la plataforma AReS, usada por la Consejería para informar a los profesores interinos de las bajas disponibles. Este lunes comenzó a funcionar el sistema, pero los administradores tuvieron que cancelar una asignación de decenas de plazas después de que los profesores se quejasen de que las plazas asignadas eran erróneas (en algunos casos eran enviados a colegios donde no existían bajas o la baja era para otra especialidad).

Un profesor interino de inglés que pide anonimato por miedo a represalias dice que el fallo informático le ha causado un perjuicio porque esperaba empezar a trabajar este lunes. “Otros años ya habíamos visto problemas, pero lo de este año no tiene comparación”, dice este docente.

La secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC OO en Madrid, Isabel Galvín, cree que todos estos problemas tienen su origen en el arranque del curso en Madrid, una semana antes de lo habitual (6 y 7 de septiembre). “Han adelantado el curso para contentar a las familias que buscan la conciliación, pero han demostrado su incapacidad de gestión. Cualquier gestor en una empresa privada sufriría las consecuencias por estos errores. No recuerdo un inicio de curso con tantas incidencias como este”.

Galvín dice que el problema de la falta de docentes viene de antes de que empezara a funcionar la plataforma AReS para cubrir bajas puntuales. Los sindicatos ya habían denunciado desde agosto el “caos” y retraso en la asignación de los profesores que cubren las vacantes estructurales. CC OO y UGT advirtieron de que los listados se estaban cerrando con “incontables” errores, detectados por los propios docentes: personas sin plaza asignada, puestos en desorden o fallos en el baremo, entre otros.

Agosto es, habitualmente, un mes tranquilo en el mundo educativo, cuando se recargan pilas para la vorágine de septiembre: las listas provisionales se publican, hay errores puntuales, los docentes presentan alegaciones para subsanarlos, salen las definitivas y poco más. Pero este año todo ha ido a trompicones y los sindicatos señalan que es la primera vez que se dan retrasos y fallos de tal magnitud. Durante semanas no pararon de recibir llamadas, correos y mensajes de profesores preocupados y sin saber qué hacer. Apenas 12 días antes de que los profesores volvieran a los centros educativos, miles de docentes todavía no tenían claro a que colegio o instituto tendrían que desplazarse. Los listados deberían haber quedado listo a finales de julio, pero llegaron casi un mes después.

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