Suspendido el juicio de Rafael Amargo: “Hay muchas cosas detrás que son las que tendrían que investigar”

El protagonismo en la sala de vistas ha correspondido al que normalmente opera entre bambalinas, pero fuera, el artista ha acaparado las cámaras. El juicio por narcotráfico al bailaor Rafael Amargo, a su productor Eduardo de Santos y a otro hombre llamado Miguel Ángel Batista León ha sido suspendido este miércoles porque el primero ha renunciado in extremis a su abogado por “pérdida de confianza”. En una extensa e inconexa exposición ante el tribunal, De Santos ha asegurado que, con este juicio, la Fiscalía trata de ocultar una supuesta trama policial en la que está implicado “el ministro Marlaska” y que él lo sabe todo porque le llegó un audio de un “gitano de 21 años huérfano” en el que se destapa todo.

“Yo, como productor, estoy preparando una serie de la que ya tengo el guion, y gracias a este trabajo me llegó un audio. Me llegó porque hay muchas formas de hacer este trabajo. En ese proceso me llegó el audio de un camello gitano de 21 años huérfano”, ha detallado el productor que trabajó con Amargo en el espectáculo Yerma. Esta obra era la que se iba a estrenar cuando se produjo en 2020 la primera detención por supuesto tráfico de metanfetamina desde la casa del artista en el barrio madrileño de Malasaña. Según De Santos, ese audio es la prueba de que este proceso se está usando para tapar otro que implica al ministro Marlaska, pero que hay miedo de investigarlo. “Yo no tengo miedo ni al fiscal ni al Estado de Derecho. Llevo casi tres años de maltrato y coacciones y nadie me ha escuchado, salvo ustedes aquí”, ha sentenciado.

El presidente del tribunal, que efectivamente ha escuchado con mucha paciencia, le ha requerido en ese momento que no se desviara del tema de la renuncia a su abogado. El magistrado también le ha recordado que había declinado su representación legal “tres o cuatro veces”. “Esta es la segunda, señoría, el primero me pidió dinero para hacer fotocopias y renuncié a él el mismo día”, ha argumentado. Su letrado actual se ha mostrado a favor de la renuncia y ha explicado que el acusado nunca se ha presentado a las reuniones que ha concertado. “He perdido el móvil y no tengo acceso al correo ni a la agenda”, se ha excusado.

Amargo no ha abierto la boca en la media hora que ha durado la vista, en la que el juez ha dado al productor un plazo de 24 horas para que designe a un nuevo letrado o si no se le asignará uno de oficio. El proceso ha quedado aplazado y habrá que buscar una nueva fecha en un calendario judicial saturado. Amargo ha reaccionado ante la noticia cabizbajo, se ha masajeado la frente con sus manos y ha recibido el cariño de su hermana que le tocaba la espalda desde el asiento posterior. Ha sido a la salida cuando se ha parado a hablar con la marea de periodistas que le esperaban en la escalinata. “Pido humanidad, que se acabe con esto. Hay muchas cosas detrás que son las que se tendrían que investigar y no se está haciendo”, ha defendido Amargo. Después de esta primera airada intervención se ha parado dos veces más, como dos bises de un espectáculo.

—Que se sepa la verdad, ha pedido el artista.

—¿Y cuál es la verdad, Rafael?, han respondido los reporteros.

—Que aquí no había nada, que se están tapando otras cosas y que se está destruyendo a una familia, ha defendido Amargo.

—¿Crees que vas a ir a prisión?, ha seguido otro periodista.

—Qué ganas tienes tú de que vaya a prisión, se ha defendido.

Amargo ha asegurado que ha tenido que vender un piso para afrontar este proceso, que aquí, en el tema que se le juzga, no hay nada, “ENE A DE A”, ha deletreado, y ha insistido a los periodistas que tienen que tener humanidad porque “aquí todos somos personas humanas” y que todo esto está afectando a su padre enfermo y que ha recibido amenazas. También ha acusado el programa de Atresmedia, Equipo de Investigación, por estar grabando un episodio sobre él y “no dar la cara” este miércoles. “¿Qué necesidad tengo yo de esto? Aquí se han puesto cosas y se ha usado la cara del artista”, ha asegurado refiriéndose en tercera persona a él mismo.

Según la investigación policial, hay algo más que “nada” en las entradas y salidas de la casa del artista en Malasaña. La Fiscalía pide nueve años de prisión para él y el productor por un tráfico “persistente” de estupefacientes. Según el relato de los hechos del Ministerio Público, Amargo y su productor vendían droga en la vivienda y también hacían envíos a domicilio, que llevaba a cabo el otro acusado que se ha sentado con ellos en el juicio. Los investigadores sostienen que Amargo llevó a cabo este tráfico de drogas al menos desde abril de 2020, en plena pandemia. En los registros, los agentes encontraron 100 gramos de metanfetamina, 40 gramos de ketamina y tres botes de popper, entre otras sustancias.

No solo eso, sino que sostienen que continuó con su actividad ilícita tras la primera detención. Según las pesquisas, tras ese arresto continuaron llegando denuncias de los vecinos, que señalaron el trasiego constante de supuestos clientes que incluso hacían cola en el descansillo, según sus declaraciones. Por este motivo, en marzo, Amargo fue detenido de nuevo a la salida de una actuación en Alicante.

Amargo ha cerrado la puerta del taxi y se ha marchado bajo la lluvia. No será la última vez que tenga que volver a subir esta escalinata para encontrarse con el juez.

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