Lobato, sobre la falta de camareros: “El problema de la hostelería es que falta formación”

Juan Lobato, candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, ha llegado a la sede de la Asociación Madrileña de Empresarios de Restauración (Amer) en la Casa de Campo unos minutos después de que la abandonara Begoña Villacís, vicealcaldesa de Madrid y candidata de Ciudadanos a dirigir el consistorio. Villacís estaba haciendo campaña por su cuenta, a pesar de que tiene programada una reunión con Amer para el 15 de mayo. “¿A quién vais a votar?”, bromeaba la vicealcaldesa con los representantes de la asociación. Ellos le devolvían la broma y señalaban a su jefa de prensa. El socialista ha acudido poco después a Amer en la primera jornada de campaña para abordar los problemas que tiene este sector. La reunión, en teoría privada, se dejaba escuchar en el rellano por la puerta abierta de la sala. La asociación ha abordado primero el problema de la falta de camareros en la Comunidad de Madrid, que se extiende también por toda España. Lobato se ha adelantado al discurso de la Amer y ha sentenciado que “falta formación y educación” en el sector.

“No hay camareros”, ha denunciado Antonio Galán, presidente de Amer, repitiendo un mantra agónico que la hostelería española lleva repitiendo unos meses. Esta situación en la que faltan trabajadores se da, según han denunciado los camareros en varias ocasiones, por las condiciones laborales deplorables que ofrece el sector. Según la Amer, que asegura que el sector paga bien, y el propio Juan Lobato ha reconocido, el problema viene de la escasa formación. “Hay que crear un modelo formativo rediseñado. Un joven que deja la ESO o un módulo porque se aburre no va a hacer una formación profesional de hostelería porque le estamos metiendo 15 asignaturas y solo una le interesa”. Lobato ha apostado por crear cursos de 18 meses en colaboración con el sector privado. “Este es el marco en el que nos tenemos que mover para resolver los problemas de la hostelería”.

Y entonces la Amer le ha devuelto la pelota. “Faltaría el escalón inferior y el superior”, ha expresado Galán. La intención de la asociación es crear una especie de universidad de la hostelería parecida al Basque culinary center, que ha sido “todo un éxito” en el País Vasco desde que se creó hace unos 10 años. Con este centro pretenden que las grandes firmas de la cocina española unan fuerzas para formar a los nuevos cocineros y “recuperar el prestigio del personal de sala”. También quieren que la Comunidad de Madrid fomente una formación breve de unos seis meses para que los camareros “puedan llevar ocho copas en una bandeja y no se les caiga”.

Lobato no ha puesto muchas pegas a esta propuesta de la universidad culinaria madrileña. “No me parece que haya un problema presupuestario”, ha concedido. “Pero necesitamos un consenso entre la industria turística, hotelera y de restauración”. Lobato ha elogiado el papel de la hostelería “dentro del propósito de comunidad que tenemos para conseguir un crecimiento económico sostenible”. El candidato socialista ha enfocado esta línea estratégica de fomentar el turismo y el sector servicios y profesionalizar al máximo la gastronomía, la restauración y los hoteles como una forma de matar dos pájaros de un tiro. “El paro juvenil en Madrid está por encima de la media de España”, ha lamentado. Y entonces, los representantes de la Amer han hecho alusión otra vez a la falta de camareros afirmando que ellos cargaban de trabajo las oficinas de empleo.

Para cada propuesta de la Amer, Lobato tenía una anécdota. La asociación ha hecho referencia a la “enorme cantidad de fincas ilegales para grandes eventos que hay repartidas por toda la Comunidad”, es decir, las que no tienen seguro o las que no tienen licencia, de las que se han ofrecido a hacer una lista para facilitar la tarea a la Comunidad de Madrid. “Gracias a Dios que no hay ningún accidente, pero el día que pase...”, avisaban. Lobato recuerda que en su época de alcalde de Soto del Real puso una multa de 30.000 euros a una de estas fincas. “Llevamos 15 años en una guerra judicial que nos está costando mucho dinero para cerrarlas”, explica Galán.

El incendio en el restaurante Burro&Canaglia de Manuel Becerra del pasado 21 de abril, en el que fallecieron dos personas, también se ha colado en la conversación. La Amer reclama que haya más inspecciones para presionar a los locales que no cumplen la normativa. “Hay comercios que ponen una barra de degustación sin tener cosas tan básicas como un baño en el establecimiento”, denuncian. Exigen que estos locales tengan la licencia para la doble actividad. También que se controlen más las declaraciones responsables necesarias para abrir un negocio.

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