Un desajuste en el temario deja en vilo las últimas oposiciones a bombero del Ayuntamiento de Madrid

Desde hace poco más de dos semanas, el cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Madrid tiene 85 nuevos efectivos. O casi, porque los recién admitidos están en periodo de prácticas hasta junio, fecha en la que tomarán posesión del cargo. Entonces, se sumarán a los casi 1.500 empleados públicos que trabajan en los 12 parques de bomberos que hay distribuidos por la ciudad. Pero no todo está tan claro. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 22 de la capital anuló el pasado febrero parte de las bases de la oposición. Aunque la corporación municipal ha recurrido la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), la continuidad de los funcionarios está en el aire, a la espera de que el órgano judicial dirima si se suspende o no el proceso.

Todo se debe a un desajuste matemático. La sentencia anula un apartado muy concreto de las bases generales de la oposición, aprobadas en julio de 2021: el anexo número tres, que recoge el temario de la prueba teórica. Las materias se dividen en “conocimientos comunes” y “conocimientos específicos”. Los primeros incluyen, por ejemplo, un apartado sobre la Constitución o el Estatuto de los Trabajadores. Los segundos, cuestiones propias del trabajo de bombero, como tipos de incendios o modalidades de rescate. En los procesos selectivos para un empleo público, debe haber un número determinado de temas de cada tipo. Así lo recoge el Real Decreto 896/1991, donde se establecen las reglas básicas a las que deben ajustarse las oposiciones de los funcionarios de la administración local.

En el caso de los empleados públicos de grupo C, donde entran los bomberos, el número mínimo de temas para la prueba escrita es 40, según la normativa. El decreto también especifica que “los programas contendrán cuatro quintas partes de materias que permitan determinar la capacidad profesional de los aspirantes, según [...] la clase de funcionarios de que se trate”. Esto es, un 80% deben ser conocimientos específicos y el 20% restante comunes. Si se traduce a asignaturas, la proporción sería 8 temas comunes frente a 32 específicos. Y ahí está el intríngulis de la sentencia, porque las bases generales de la oposición no respetaron esa proporción: había 10 temas comunes y 30 específicos. Una diferencia de dos números que podría anular el proceso.

“Esto invalida las bases, aunque solo sea por esa cuestión. Se les advirtió desde el minuto uno y rechazaron cambiarlo. Les dio igual”, critica por teléfono el secretario general de Comisiones Obreras (CC OO), David Gómez, en la sección de bomberos de Madrid. El sindicato es quien interpuso la demanda contra con las bases, aprobadas por el área de Gobierno de Portavoz, Salud y Emergencias del Ayuntamiento, dirigida por la concejal Inmaculada Sanz (PP). Un portavoz municipal indica que “es un asunto que está actualmente judicializado” y deben esperar al fin del proceso. “Igual que Comisiones objetó las bases, el resto de sindicatos las consideraron adecuadas”, añade, aunque el acta de la reunión donde se presentaron las bases recoge que los sindicatos Csif y Citam votaron a favor, mientras que UGT y CC OO lo hicieron en contra.

CC OO avisó del error días antes de que se aprobaran las bases, algo que también recoge la sentencia: “Esta deficiencia del programa ya se apuntó por el sindicato en la sesión del 21 de julio de 2021 de la Mesa General de Negociación [donde se discute el contenido de las bases], sin que se solucionase la objeción”. Previo a la denuncia, el sindicato también interpuso un recurso de reposición, pero el resultado fue el mismo: no se cambió la distribución de temas. Pero, ¿dónde deja esto a los 85 bomberos en prácticas?

Todo depende de lo que dictamine el TSJM, indica CC OO. Escenario uno: que el tribunal considere que las bases no contravienen la normativa y el embrollo quede en nada. Escenario dos: que ratifique la sentencia del contencioso y anule parte de las bases. Si ocurre lo segundo, hay varias posibilidades. “Puede que invalide todo el proceso y haya que repetirlo desde el principio”, señala el secretario del sindicato. Entonces, según cuánto tarde en pronunciarse el órgano judicial, “se podría dar el caso de que [estos chicos] llevaran un año trabajando como bomberos, cada uno en su parque designado, y de repente su plaza no valiese”, añade. Habría que rehacer las bases, convocar de nuevo las plazas y volver a realizar el proceso en igualdad de condiciones para todos, los admitidos y los excluidos. Casi 2.700 personas.

Otra opción es que, al tratarse de un error de la Administración, los funcionarios no puedan verse perjudicados, señala Gómez, tal y como recogen varias sentencias del Tribunal Supremo, como la del pasado 27 de febrero. “No cabe hacer caer sobre los aspirantes que han sido nombrados funcionarios o personal estatutario fijo tras superar el correspondiente proceso selectivo, la consecuencia de verse privados de esa condición como consecuencia de irregularidades en el procedimiento a las que son ajenos”, apunta el texto.

“Son personas con nombres y apellidos. Estaban advertidos de que estaban haciendo mal las bases y siguieron adelante. El Ayuntamiento es el único responsable de que el puesto de los bomberos penda ahora de un hilo”, concluye el secretario.

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