El preacuerdo en la huelga de atención primaria incluye un aumento de sueldo a los médicos de 450 euros al mes
El comité de huelga se reúne esta tarde de nuevo con la Consejería de Sanidad para cerrar un posible pacto definitivo por escrito que ponga fin al conflicto
Han pasado más de tres meses desde que los médicos de familia y pediatras de los centros de salud madrileños dijeron basta. Casi 130 días de paro indefinido, manifestaciones que tiñeron de blanco las calles de la capital y reuniones a cuentagotas con los representantes de la Comunidad de Madrid. La última de ellas, la número 14, ha abierto la puerta al final del conflicto después de que el comité de huelga y la Consejería de Sanidad llegaran el miércoles a un “preacuerdo verbal”, que fue refrendado horas después por los profesionales sanitarios. La consejería se compromete, entre otros puntos, a aumentar el presupuesto para personal en atención primaria e intentar frenar así la sangría de facultativos, según ha avanzado este jueves la secretaría general del sindicato Amyts, Ángela Hernández.
“Somos cautos. Queremos que se cierre un cambio de modelo y sabemos que esto es un paso, detener la hemorragia. Entre los médicos hay mucha incertidumbre y mucho temor a incumplimientos, pero no podemos dejar de avanzar por el miedo a eso”, señala Hernández por teléfono. A las cuatro de la tarde hay prevista una nueva reunión con la Consejería de Sanidad para cerrar un posible acuerdo definitivo por escrito.
Por ahora, la promesa más alentadora del preacuerdo verbal tiene que ver con los complementos retributivos para médicos y pediatras, uno de los principales puntos de choque en las negociaciones. La propuesta inicial del comité en noviembre, justo al inicio del paro indefinido, fue mantener el aumento salarial lineal de casi 480 euros, que la Comunidad de Madrid ya prometió en la huelga de septiembre de 2020. “Los acuerdos se incumplieron. Ese incremento se extendió a categorías no deficitarias y la Administración impuso un concepto de productividad variable que se denominó tarjeta sanitaria atendida. Con eso, para cobrar el complemento, el centro tenía que ver a más del 85% de la población que tenía asignada. ”, explica la secretaria de Amyts.
Para desencallar la negociación, el comité de huelga rebajó sus líneas rojas hace varias semanas: llegarían a aceptar una subida 400 euros. “Este plus no lo cobraban 44 centros, porque era un concepto variable. Los que sí lo cobraban lo hacían de forma desigual. Había compañeros que cobraban 70 euros de complemento y otros 200. De media eran 325 euros los médicos de familia y 280 los pediatras”, cuenta Hernández. Ahora, la consejería promete eliminar la variabilidad y pasar a un “complemento de productividad fija” de 450 euros brutos al mes a todos los facultativos.
Después están los incentivos para los médicos y pediatras que trabajen en turno de tarde, el de peor cobertura. En las dos reuniones previas, Sanidad propuso abonar un complemento de 380 euros brutos al mes para todos los facultativos que trabajaran por la tarde de lunes a viernes. Entonces calcularon que se beneficiarían 2.529 profesionales, aunque luego redujeron la cifra a 560. Los representantes sanitarios rebajaron su propuesta a tres tipos de incentivos según las tardes trabajadas: 300 euros por tres, 400 por cuatro y 500 por cinco. Finalmente, la consejería ha aceptado un plus de 500 euros al mes a quienes cubran las cinco tardes de la semana ―esto se denominan tardes puras―, y 300 euros a quienes hagan tres o cuatro.
“Queríamos que fuera proporcional a las tardes trabajadas, para incentivar que más gente de mañana pasase a ese turno, pero no han querido. No ha habido forma”, comenta Hernández. Aun así, lo considera un avance “fundamental” para que esas plazas se cubran: “El 20% de plazas de medicina de familia y el 30% de pediatría sin cubrir son de tarde”. Ahora, con estos complementos retributivos, un médico que trabaje cinco tardes a la semana en un centro de salud de categoría deficitaria cobrará 500 euros de plus, más los 450 euros de productividad fija, explica la secretaria. Además, la consejería se compromete a que en los centros de muy difícil cobertura se haga una revaluación y haya una comisión de seguimiento con el comité de huelga para ver el efecto de estas medidas. “Si siguieran plazas descubiertas, se tomarían nuevas medidas e incentivos para esos centros. No quieren especificar cuáles aún, pero ojalá esta tarde podamos sacar algo más concreto”, añade Hernández.
El resto de puntos ya estaban negociados, como las mejoras en la burocracia, el facilitar recetas en las farmacias a personas no dadas de alta en el sistema o que conforme vayan saliendo las siguientes plazas ya no haya turnos fijos de mañanas o tardes puras, sino turnos mixtos.
Limitar agendas
Pero lo que más preocupa a los médicos y pediatras es la limitación de las agendas para paliar la sobrecarga de trabajo. La consejería se ha comprometido a intentar frenar la excesiva de carga asistencial con un límite de 30 pacientes más 4 de urgencia en medicina de familia, y 20 pacientes más 4 de urgencia en pediatría, algo que ya se había avanzado en reuniones previas.
El exceso de pacientes lo asumirán voluntarios que cobrarán 50 euros la hora extra y podrán trabajar un máximo de cuatro horas diarias. Es el modelo piloto que se implementó en 22 centros de salud el 31 de enero, y que despertó las críticas que los facultativos y directores de ambulatorios al no haber recibido directrices concretas para aplicar el plan. “Se comprometen a que este modelo llegue a la mitad del resto de centros en junio [no se sabe si entran solo centros de salud o también consultorios], y a la otra mitad en septiembre, como muy tarde”, indica Hernández.
Cómo se va a hacer, qué va a pasar con los pacientes y cómo se les va a atender. Es lo que se preguntan ahora los sanitarios. “Esto es como cuando se cambió de la historia clínica en papel al ordenador, hubo un periodo que fue horrible, porque todo era nuevo. Luego, cuando te acostumbras a lo electrónico, te preguntas cómo es que lo hacías antes en papel. Es necesario finalizar el conflicto y tender puentes”, insiste la secretaria general de Amyts. Y añade que es fundamental limitar la demanda para proteger a los profesionales: “Vemos a diario sanitarios que se rompen, se quiebran, después de atender a 60 pacientes diarios. Hasta que no tengamos algo por escrito, no podemos defender la limitación de las agendas como deberíamos”.
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