Ayuso rectifica y paraliza la tala de árboles en el parque de Madrid Río tras una manifestación multitudinaria

La Comunidad de Madrid ha reculado en la decisión de talar los árboles de la zona de Madrid Río, tras la multitudinaria manifestación del pasado sábado. Por el momento, la Consejería de Transportes ha decidido paralizar la tala de árboles de Madrid Río para realizar un estudio de cada árbol para investigar si se pueden trasplantar. Esta decisión, según una portavoz de la Consejería de Transportes, implica a todos los árboles que iban a ser talados por la ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid. “Durante la fase de redacción de proyecto, la estación de Madrid Río se desplazó unos metros debido a distintos condicionantes técnicos, como la modificación del trazado del túnel al incluir la estación de Comillas, así como para evitar la cercanía con otras infraestructuras como el nudo de la M-30 en el Puente de Praga, las tuberías de aducción de Canal de Isabel II y líneas de alta tensión que discurren por la zona”, reza un comunicado del Gobierno regional que justifica su cambio de planes.

El texto por el que la Comunidad de Madrid ha hecho saber esta decisión indica que ahora prevén “modificar el proyecto constructivo de la ampliación de la Línea 11 de Metro”, pero no especifica cómo. El proyecto actual que implicaba colocar las estaciones dentro de los parques, ya contemplaba “reducir la afección del arbolado al máximo”, por lo que iban a preservar 58 árboles, protegiéndolos mediante tablones de madera, se iban a trasplantar 348 ejemplares y se iban a talar 1.027, según comunicaba la Consejería de Transportes al inicio de las obras en Madrid Río. Ahora tampoco hay garantías de que la Consejería de Transportes vaya a dejar los árboles donde están, pero los vecinos del distrito de Arganzuela han ganado tiempo. Por eso mismo, la portavoz de la asociación vecinal Pasillo Verde-Imperial, Susana de la Higuera, ha explicado que el comunicado les ha producido una satisfacción a medias: “Celebramos la paralización de la tala, pero aún no hablan de sacar la estación de metro del parque”.

Desde esta asociación vecinal, una de las promotoras de la movilización contra la tala, exigen “la paralización de las obras en su totalidad y una reunión con la consejería de Transportes para saber qué van a hacer”. “Hablan de trasplantar árboles que saben que no es posible trasplantar”, ha denunciado De la Higuera, que considera esta medida completamente insuficiente. “Da la sensación de que nos quieren aplacar. Por el momento, sigue en pie la concentración del día 4 de marzo, pero lo estamos valorando”, explica, porque tienen la sensación de que “la paralización de la tala es temporal”.

La concentración del pasado sábado 18 de febrero entre las vallas que rodean la hilera de plátanos de sombra de Madrid Río reunió a unas 2.000 personas, según los cálculos de la asociación vecinal Pasillo Verde-Imperial, para defender los árboles del parque. Las familias y vecinos del distrito de Arganzuela se reunieron para gritar “No a la tala” y para hacer ruido golpeando las vallas que cercan la zona de la obra. Los vecinos y Ecologistas en Acción organizaron las acciones durante cinco días. Se presentaron dos denuncias para pedir medidas cautelarísimas al Tribunal Supremo de Justicia de Madrid y paralizar las obras; una por parte de la asociación ecologista, que fue denegada; y otra por parte de la propia asociación vecinal Pasillo Verde-Imperial, que recibirá el veredicto este martes. Ecologistas en Acción ha presentado un recurso contra el veredicto.

Según una portavoz del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, que estaba a favor del proyecto, la promotora de esta obra es la Comunidad de Madrid y “el área de Medio Ambiente y Movilidad estudiará, como con cualquier obra que parte de otra Administración, ya sea regional o del Gobierno de España; entidad privada o particular, las afecciones sobre el arbolado dando cumplimiento a la Ley del Arbolado Urbano, que establece las condiciones técnicas sobre las cuales se puede o no otorgar las autorizaciones de tala”. Si los promotores de dichas actuaciones reconsideran los proyectos, insiste la portavoz de Medio Ambiente, el Ayuntamiento estudiará las nuevas propuestas, “siempre con el objetivo de ocasionar el menos daño al arbolado”.

La tala por las obras afecta a la hilera de plátanos de sombra de más de 50 años de edad del parque de Arganzuela, que sobrevivieron a la creación de Madrid Río. También al parque de Comillas, lugar que la Comunidad de Madrid ha elegido para introducir la tuneladora que elaborará la mayor parte del trazado de la línea y la ubicación de la estación que dará servicio de transporte público a la zona. Los operarios planeaban borrar el verde de más de 25.000 metros cuadrados del parque para habilitar la zona de instalaciones auxiliares (ZIA) que necesita la máquina. La medida iba a dejar solo 10.000 metros cuadrados de zonas verdes.

Ignacio Benito, portavoz del área de Movilidad del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, felicita a la ciudadanía madrileña “que con su defensa del sábado ha conseguido salvar estos cientos de árboles que estaban sentenciados”. Benito valora positivamente la rectificación de la Comunidad de Madrid: “Aunque vamos a estar muy vigilantes porque han demostrado que no son de fiar. Almeida se ha quedado solo defendiendo este atentado medioambiental”.

El portavoz de Más Madrid, Eduardo Rubiño, se ha pronunciado sobre la decisión de la Comunidad de Madrid de paralizar la tala temporalmente: “Es una muestra de la fuerza de los vecinos cuando se unen en torno a una causa, pero no nos fiamos ni de Ayuso ni de Almeida, no se trata de trasplantar árboles, se trata de que no haya ninguna tala, lo que hay que hacer es volver al proyecto inicial y trasladar la estación al paseo de Yeserías, fuera del parque”.

El candidato a la alcaldía de Madrid de Podemos e Izquierda Unida, Roberto Sotomayor, ha indicado que “gracias a la lucha vecinal, el gobierno de Ayuso ha dado marcha atrás en su plan de talar 1.000 árboles de Madrid Río. Cuando el Gobierno y la clase política madrileña dan la espalda al interés ciudadano, la presión vecinal es el único camino. Que el señor Almeida tome nota, entregue la motosierra y disuelva su Ayuntamiento para que podamos devolvérselo a la gente”.

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