Colapso en las urgencias de La Paz: una noticia que vale para todos los días
El hospital madrileño, el mejor valorado de España desde hace 58 años, padece una saturación estructural en las emergencias por múltiples causas que van desde el envejecimiento de la población a la falta de inversiones
Las urgencias de La Paz están saturadas. Es una noticia de esta semana, pero podría serlo de diciembre o noviembre del año pasado. Y, antes del esperable colapso por la pandemia, en 2019, 2018, 2017, 2016, 2015... y así durante años. Desde que existen las redes sociales el proceso habitual por el que una situación ordinaria se convierte en noticia es bien sencillo, según explica un sanitario de este hospital madrileño, Daniel Bernabéu. “Alguien se cansa, hace un vídeo y se lo filtra a un periodista o se viraliza”.
Son titulares que oscurecen el brillo de otras informaciones sobre este hospital público al norte de Madrid que da servicio a más de 528.000 personas: el centro mejor valorado por los sanitarios españoles desde hace 58 años, el lugar donde se realizan cirugías punteras a nivel mundial. ¿Qué está pasando?
A pesar del continuo caos en las urgencias, el desorden de los últimos días en las urgencias de La Paz es el mayor que recuerdan varios sanitarios consultados. El lunes pasaron por urgencias 571 pacientes, cuando lo habitual es que un día normal acudan unos 400 pero debido a la falta de camas disponibles 89 de ellos esperan en los pasillos a que se libere un espacio. Casi la mitad de estos enfermos llevaban más de 36 horas a la espera. Este martes por la mañana, decenas de pacientes, la gran mayoría de la tercera edad con problemas respiratorios, esperaban a ser atendidos. En los pasillos, casi un centenar de pacientes llevaban hasta tres días para conseguir una cama en planta.
“Llevo siete años en urgencias de este hospital y es el peor invierno con diferencia”, dice un enfermero de urgencias, Guillén del Barrio.
📹VIDEO | Colapsadas las urgencias del Hospital la Paz
— Radio Madrid (@RadioMadrid) January 9, 2023
🏥Están atendiendo a más de medio millar de pacientes diarios y se están viendo obligados a derivar a otros centroshttps://t.co/7WurNkReRA pic.twitter.com/xVJpZ0aWXt
La dirección del hospital y la Consejería de Sanidad han defendido que se trata de un problema pasajero, atribuible a las enfermedades típicas del invierno. Pero la hemerotecas prueban que lo normal es el colapso, y que aunque los virus hayan podido contribuir a empeorar el caos, existen otras causas de fondo.
A las puertas del hospital, un grupo de sanitarios denunciaba este martes que el colapso se debe a la falta de recursos. “No se trata de un asunto puntual por la época del año sino un problema estructural y un déficit de camas que arrastramos desde hace tiempo y que no tiene que ver con este pico puntual de infecciones respiratorias”, dijo a los periodistas una doctora que no quiso dar su nombre pero que dijo hablar en nombre de sus compañeros. “Pedimos ayuda no por nosotros sino por nuestros pacientes. Están en condiciones deplorables. No reivindicamos mejores salariales ni nada parecido tan solo dignidad para nuestros enfermos”, dijo junto a un grupo de médicos.
Las fuentes sanitarias consultadas apuntan a un cúmulo de causas para explicar el colapso. Una de ellas es el edificio, que se ha quedado pequeño. Este es un hospital viejo, inaugurado en 1964, que lleva años esperando una ampliación que parece nunca va a llegar. Por eso, Marta Arribas, representante en La Paz del sindicato de enfermería Satse, critica que el remedio que les ofrece la consejería, un refuerzo de personal para el Plan de Invierno, es inútil: “No se puede aumentar el personal para meterlos a todos en el mismo hueco”. Según un portavoz de la consejería, los hospitales públicos madrileños fueron reforzados en diciembre con más de 1.300 sanitarios, un incremento que se suma a las casi 350 contrataciones también autorizadas en las áreas de Pediatría ya desde finales de noviembre por el aumento de casos de bronquiolitis en niños.
Otras causas de la saturación hay que buscarlas fuera del hospital, en la atención primaria y las urgencias extrahospitalarias. Son dos pilares del sistema sanitario que deberían contener el flujo hacia las urgencias de los hospitales madrileños, pero ambas áreas han sido desatendidas por la Comunidad de Madrid desde hace años. Madrid está a la cola de España en gasto destinado a la atención primaria y es la antepenúltima en médicos de familia por cada mil personas (solo superada por Baleares). Fue la única comunidad que cerró las urgencias extrahospitalarias durante la pandemia y cuando las reabrió en octubre, muchos de los 78 centros carecían del personal suficiente.
Por su carácter preventivo, la primaria tiene un papel que debería servir para aliviar la presión de todo el sistema. La gente enferma más si nadie les atiende en su centro más cercano, recuerda Guillén del Barrio, que es representante en La Paz del sindicato MATS (Movimiento Asambleario de Trabajadores-as de la Sanidad). “Un paciente con diabetes descontrolada puede perder una pierna”.
Personas mayores
Y otra explicación se encuentra en un cambio demográfico que viene produciéndose desde hace tiempo: el envejecimiento de la población. Buena parte de los pacientes que entran por la puerta de urgencias estos días de invierno son mayores de 80 años, un perfil que padece enfermedades crónicas y requiere mucha más atención médica que el resto de la población. Son pacientes cuyos ingresos en urgencias suelen prolongarse más de lo común porque a los pacientes crónicos se los deriva a dos extensiones del hospital, en Cantoblanco y Carlos III, y a menudo piden ambulancia pero se demoran horas. “Cuando llaman desde urgencias al Summa 112 nos dicen que no tienen más recursos y que hacen lo que pueden”, dice Daniel Bernabéu, portavoz en La Paz del sindicato Amyts (Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid).
La Paz atiende a una población cada vez más envejecida. En un área de influencia que da cobertura a 528.992 personas, 98.332 tienen más de 65 años, según la memoria del hospital de 2021. En 2013, el número de personas con más de 65 años era de 87.528.
Y un problema relacionado es la falta de camas de planta para atender a esos enfermos crónicos. El experto en gestión sanitaria y exdiputado madrileño del PSOE José Manuel Freire lamenta que en Madrid escasean las camas de media y larga estancia. Hospitales de este tipo se encuentran en la periferia de la región (Fuenfría, Guadarrama o Virgen de la Poveda). Una alternativa, dentro del casco urbano de Madrid y a 4 kilómetros de La Paz, podría ser el antiguo Hospital Puerta de Hierro, que languidece desde 2008 en estado de abandono. La Asamblea de Madrid aprobó en 2016 una Proposición No de Ley promovida por Freire para reconvertir ese edificio en un hospital para pacientes crónicos. “No se ha hecho nada desde entonces. No se ha movido ni un ladrillo”, lamenta Freire.
La situación desespera a los sanitarios de las urgencias de La Paz que sienten que, tras tantos años de colapso, la Consejería no hace nada. “Tenemos buena reputación, pero nuestra casa está hecha una ruina”, se queja el enfermero Del Barrio. “La gente no se merece ver el glamour de las cirugías y los rankings en la tele para luego venir aquí en persona y encontrarse con una sala abarrotada”.
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