Almeida firma la paz: “No tenía nada contra Ayuso, pero defendía otro modelo de partido. Me equivoqué”
El alcalde de Madrid afirma por primera vez en público que su apoyo a Pablo Casado y a Teodoro García Egea en la guerra política que vivió el PP fue un error
Ha llegado el día. Dos años después, José Luis Martínez-Almeida se ha sentado frente a frente con Federico Jiménez Losantos. El polémico periodista de esRadio llevaba meses tachando al alcalde de Madrid de “judas” y “traidor” cada dos por tres en sus editoriales matutinos por el posicionamiento del mandatario madrileño en la guerra interna que vivió el PP de mayo de 2021 a febrero de 2022. Losantos, además de ser un auténtico faro para la mayoría de votantes conservadores en la capital, también lo es para gran parte de los concejales y diputados populares madrileños. Tanto, que algunos de ellos dicen en público frases que el comunicador ha dicho solo unas horas antes, sobre todo si es contra Pedro Sánchez. Su audiencia, cercana a los 700.000 oyentes, mueve gran parte del sentimiento popular capitalino. En este programa, Almeida ha admitido este lunes por primera vez que erró: “No tenía nada contra Isabel, pero defendía otro modelo. Me equivoqué”.
Losantos no entendió nunca que el regidor, durante la guerra feroz que vivió el PP a principios de año, que terminó con la salida de su presidente, Pablo Casado, y con la entronización de Isabel Díaz Ayuso como presidenta del partido en Madrid, permaneciera siempre entre dos aguas. El alcalde de la capital fue la tercera voz del PP durante la época de Casado en el poder. Almeida siempre defendió a bombo y platillo que Ayuso no debía ser la presidenta del partido en la región. Es más, dijo abiertamente que prefería una “tercera vía”, un posicionamiento que le provocó enemigos en la Puerta del Sol, donde está la sede del Gobierno regional, al tiempo que él nunca se descartó del todo. El trono del PP es un bien muy codiciado. La tesis que mantuvo Almeida era que siempre que el PP madrileño había estado dirigido por el presidente de la Comunidad de Madrid había derivado en un control absoluto, sin contrapesos, y lo mejor era que presidiera el partido un cargo intermedio. Ni él. Ni Ayuso. Sin mencionarla, Almeida hablaba sobre todo de la época de Esperanza Aguirre al frente del partido, que derivó en gran parte de su Gabinete en los tribunales y, finalmente, en la cárcel por alguna de las tres tramas de corrupción: Gürtel, Lezo y Púnica.
Este lunes, por primera vez, el alcalde de Madrid ha reconocido ante Losantos que aquel posicionamiento fue un error:
—No tenía nada contra Isabel, pero defendía otro modelo. Me equivoqué. La pulsión de la calle y de los afiliados está ahí.
Listas electorales
Un arrepentimiento que ejemplifica a la perfección los tiempos que se avecinan: elecciones a la vuelta de la esquina y, lo más importante, la elaboración de las listas electorales, donde Ayuso, ya en el poder, tendrá un peso clave en la confección de los concejales que acompañarán a Almeida en los comicios de mayo. Quienes trabajan a diario con el alcalde madrileño reconocen abiertamente que hubo una época en la que el regidor salía por las calles más conservadoras de Madrid y algunos militantes y votantes se le acercaban para recriminarle aquella posición antiAyuso. Que muchos, incluso, replicaban el insulto de Losantos a viva voz: “¡Almeida, judas!”. Dos años después, Almeida ha recriminado a Losantos estos ataques. “Yo soy a veces un cabezacuadrada”, ha dicho el alcalde. “Pero la tercera vía se lo dije a la presidenta un año antes. Debí dejar de defender ese modelo, pero esto no quiere decir que yo soy un Judas Iscariote”. Losantos, sin medias tintas, ha contestado de inmediato:
—Simplemente Judas.
Almeida también ha reconocido que no se ha arrepentido de ser el portavoz del PP durante la época de Casado, un cargo que aceptó en agosto de 2020 a petición del entonces presidente del partido y que, año y medio después, tras el escándalo de intento de espionaje a la presidenta Ayuso a través de dos empresas públicas del Ayuntamiento, también tuvo que dejar a un lado. El que fuera el alcalde de España para los populares ha vivido un último año político intensísimo, con numerosos cambios en su círculo más íntimo y con varios escándalos, acorralado, incluso, con el de las comisiones de las mascarillas: más de cinco millones de euros de dinero público en plena pandemia.
“Su rumbo político cambio en mayo de 2021. El aplastamiento del 4 de mayo de la presidenta Ayuso le desconcertó”, según fuentes cercanas al regidor. El éxito de las elecciones adelantadas por Ayuso fue interpretado en el Ayuntamiento de Madrid como un escoramiento de sus votantes hacia Vox. De ahí que Almeida cambiara radicalmente sus formas moderadas en sus redes sociales. Entró de lleno en lucha fratricida contra la izquierda. Quería que el electorado de Santiago Abascal viera en él un tipo idéntico a Ayuso, con guiños constantes a su formación. De un primer año dialogante y transversal, a un 2021 agresivo y duro, en la estela de Ayuso. “Vox es y será mi socio prioritario”, presumía.
Un año después, continúa en la misma senda. Pero ni Losantos, ni gran parte de sus votantes olvida aquel posicionamiento contra la presidenta: “Usted era una pieza clave dentro de la obsesión de Casado y García Egea para cargarse a Ayuso”, le ha dicho el locutor. “Yo tengo una personalidad propia”, ha contestado Almeida. “Por mucho que la gente haya dicho, la relación que ha habido entre Isabel y yo...”. Y Losantos, otra vez y de inmediato, ha cortado la frase: “Ojo, ojo, ojo”. La cicatriz de la guerra interna del PP aún no ha terminado.
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