Presión policial a las bandas juveniles en Madrid: 42 detenciones de pandilleros en los últimos tres meses
Los agentes de Homicidios siguen investigando el asesinato de William Bonilla, el adolescente de 15 años tiroteado frente a su casa en Villaverde el domingo, con la hipótesis de que fue un enfrentamiento entre bandas
La acción policial contra las bandas juveniles violentas continúa como reacción a las últimas agresiones. En un balance que se ha hecho público este miércoles, la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha anunciado que en los últimos tres meses ha detenido a 42 miembros de estas organizaciones. Los atacantes de un menor a la salida de un instituto en el distrito de Usera, un pistolero en las fiestas de San Sebastián de los Reyes o los participantes en una reyerta multitudinaria en la plaza Elíptica forman parte de esta lista de pandilleros que han pasado por el calabozo desde septiembre. Mientras, continúa la investigación policial por el asesinato a tiros de William Bonilla, el adolescente de 15 años que fue asaltado por un encapuchado frente a su casa en Villaverde el domingo, con la hipótesis de que fue un enfrentamiento entre bandas.
Los ataques y enfrentamientos entre bandas, especialmente Trinitarios y Dominican Don’t Play (DDP), han crecido en intensidad y comienza a preocupar el paso de las armas blancas a las pistolas que han utilizado en algunas de estas agresiones. A principios de septiembre, en las fiestas populares de San Sebastián de los Reyes, integrantes de los Latin King y los DDP protagonizaron una pelea multitudinaria en la que resultó herido por los tiros desde un coche un miembro de los primeros y un viandante que no tenía nada que ver con la reyerta. Esa misma noche, la Policía detuvo a cinco de los implicados en el enfrentamiento y puso en marcha una investigación para saber quién había disparado. Un mes y medio después y tras una intensa vigilancia, los agentes detuvieron a uno de los líderes de los DDP en Alcobendas.
Sin duda, lo que más preocupa es la participación de los menores en los ataques, especialmente porque los mayores los usan para cometer los delitos y ejecutar las venganzas. Esto es lo que sucedió el 21 de octubre, cuando cuatro adolescentes apuñalaron a otro a la salida de un instituto de Usera. Estos cuatro autores también acabaron en las instalaciones del Grupo de Menores de la Brigada Provincial de Policía Judicial, el conocido como Grume, acusados de un delito de lesiones contra ese chico, que fue hospitalizado.
Otro de los problemas que generan las bandas son las peleas multitudinarias que protagonizan y que normalmente estallan cuando se cruzan casualmente porque se mueven en los mismos entornos. Una de las últimas estalló en la boca de metro en la plaza Elíptica, en el distrito de Carabanchel, el 30 de octubre. Como resultado de la reyerta, un chico de 17 años acabó recibiendo un machetazo en el muslo por el que fue tratado en un centro hospitalario. La Policía detuvo a 20 de los participantes en la pelea y poco después identificó y arrestó al que asestó el machetazo al joven. Se trataba de un menor al que acusaron de robo con violencia, además de un delito de lesiones.
Lucha de territorios
Los parques y las plazas son los territorios que las bandas se disputan y también los lugares en los que tienen lugar muchas de sus agresiones. El 20 de noviembre dos jóvenes pandilleros estaban en la plaza de las Sufragistas de Villaverde cuando cinco supuestos trinitarios bajaron de un coche y los atacaron con cuchillos y botellas. A uno le dejaron marcada la cara y al otro le hirieron en un costado. Los cinco atacantes fueron detenidos dos semanas después y se los acusa de homicidio en grado de tentativa (es decir, que sus actos podrían haber tenido como consecuencia la muerte de sus víctimas).
Hace meses se conformó la comisión de investigación de bandas en la Asamblea de Madrid por la que han ido pasando numerosos responsables sociales, policiales y académicos de este ámbito. Tal y como se ha recordado en ese foro en repetidas ocasiones, los expertos alertan de que mientras no se ponga el foco en la prevención y en evitar que estas organizaciones sean atractivas para los jóvenes, seguirán repitiéndose estas agresiones entre miembros de bandas.
En este sentido, se expresaba la delegada del Gobierno, Mercedes González, este lunes tras el último asesinato que se sospecha que está relacionado con bandas, el de William Bonilla, de 15 años. “Más refuerzo de policías es prácticamente imposible”, aseguró. “Estamos hablando de 500 policías nacionales dedicados a ellos. Es un plan preventivo, con 110.000 identificadores y una cifras que nos han permitido evitar muchas tragedias y de hechos como estos se resuelven los casos muy rápidamente”.
Unos miembros de este dispositivo identificaron de hecho a cinco jóvenes en el distrito de Chamberí que habían tratado de ocultarse al ver una patrulla policial el pasado 11 de noviembre. De hecho, intentaron deshacerse de un cuchillo tirándolo bajo un coche. Cuando los registraron, descubrieron más armas y un pasamontañas. Los jóvenes explicaron que portaban todo eso para defenderse de sus rivales.
Una guerra urbana que tritura a decenas de adolescentes cada vez más jóvenes y que ven en estas organizaciones criminales un lugar al que pertenecer.
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