Combatir la publicidad sexual con parasoles en los coches
Las asociaciones vecinales de Madrid colocan cartones en los parabrisas de los vehículos para concienciar sobre la prostitución en los barrios de la ciudad
Los coches aparcados en las calles del barrio de Quintana, en el distrito de Ciudad Lineal, son un escaparate de la prostitución que se ejerce en los pisos de la zona. Día tras día los parabrisas se llenan de pequeños panfletos con imágenes de mujeres desnudas. Eslóganes como “Inauguración, chicas nuevas” o “disponible 24 horas” son algunos de los que aparecen en estos papeles. Este viernes es el Día internacional contra la trata y la activista y artista Yolanda Domínguez ha querido darle la vuelta a la tortilla y utilizar ese mismo escaparate para concienciar contra la explotación sexual. Por eso, ha diseñado unos parasoles con el lema Este es un espacio libre de trata’ y ha repartido 400 de ellos, junto a las asociaciones vecinales, en los distritos de Ciudad Lineal, Tetuán, Carabanchel, Villaverde o Villa de Vallecas.
Domínguez se acerca a hablar con Esther Medina, una vecina del barrio procedente de Venezuela, que acude a recoger su coche y pide uno de los parasoles: “Cuando veo los panfletos me dan ganas de llorar. Vivimos en un país desarrollado donde no debería pasar esto. Me siento identificada con esas mujeres”.
El perfil de origen de la víctima de trata en España, según los datos de la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional, es de países latinoamericanos, especialmente de Colombia, Venezuela, Perú y Brasil. La pandemia sacó a muchas prostitutas de las calles y también se redujo la prostitución en clubes, al tiempo que se incrementó considerablemente el número de pisos que funcionan como prostíbulos, más difíciles de detectar, agrega un portavoz de este departamento policial.
El Gobierno estima que hay 45.000 mujeres explotadas sexualmente en España. La delegada de Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, Victoria Rosell, que ha participado en el reparto de parasoles, ha destacado que “no se puede abolir o prohibir la prostitución sin crear una red de papeles, vivienda, empleo e independencia económica”. Domínguez hizo esta propuesta a la Delegación de Igualdad en Madrid y ellos han financiado el proyecto. En la misma línea, el pasado martes el Ministerio de Igualdad aprobó en el Consejo de Ministros el plan Camino, una iniciativa para dar salida a las víctimas a través de la inserción socio laboral.
Quintana no es el único barrio donde la publicidad sexual está por todos lados. También se propaga por Vallecas, Legazpi, Villaverde o Carabanchel. En 2017, la Asociación Vecinal de Quintana impulsó, junto a estos barrios, una campaña para retirar esta publicidad de las calles bajo el lema No acepto publicidad de prostitución. Los vecinos llegaron a recoger más de 100 kilos de panfletos por todo Madrid. En el último mes, cuando han retomado la iniciativa, han recogido unos 32 kilos de publicidad sexual solo en este barrio.
Luis Pérez, un vecino de Ciudad Lineal, denuncia que “en esta zona están viendo mensajes de prostitución constantemente; es convertir a los seres humanos en un material de disfrute y uso de los abusadores sexuales”.
Yolanda Domínguez lleva trabajando desde 2008 en este tipo de iniciativas. Hace cinco años colocó letras de tres metros configuradas con panfletos de prostitución formando la palabra help (ayuda en inglés) en la plaza de Callao. “Creo piezas que se insertan en el espacio urbano para que cualquier persona, venga de donde venga y tenga el nivel intelectual o adquisitivo que sea pueda participar”, explica. Yolanda Domínguez: “Es una campaña que va más allá de este día. Puedes ver este parasol un día en la playa cuando vayas a aparcar y que te haga reflexionar”.
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