Desorientado en Malasaña: ¿qué hace un buitre paseando por el centro de Madrid?
El rescate de un buitre leonado de seis kilos que estaba desorientado ha durado 54 segundos
A las nueve de la mañana de este miércoles, dos vecinos llamaban al 112 para dar el aviso. Un buitre campaba a sus anchas en pleno centro de la capital. Concretamente en la calle del Pez del barrio madrileño de Malasaña. Una patrulla de la Policía Municipal que estaba por la zona se ha acercado con rapidez al lugar de los hechos. A los que posteriormente se han sumado otros dos agentes de la unidad de Medioambiente, con preparación y formación para el rescate de este tipo de animales. Los agentes del distrito han tenido que cortar la calle para poder rescatarlo. “Es un animal que impresiona por lo grande que es”, asegura un portavoz de la Policía Municipal. Se trata de un buitre leonado que pesa seis kilos. El rescate ha durado 54 segundos.
Un agente de policía con unos guantes de cetrería de color naranja le ha distraído para que se fijara en él y se mantuviera quieto. Mientras este movía el brazo de arriba abajo, su compañero ha ido sigilosamente por detrás con una manta para atrapar al animal. Y lo ha cogido cubriéndole los ojos. Juntos recogían al animal del suelo y lo metían en una caja de cartón, que luego han sellado con cinta aislante. Su próximo destino ha sido Brinzal, un centro de rehabilitación de rapaces nocturnas, donde le están haciendo el seguimiento veterinario.
El vecino Juan Carlos López Sáez, de 35 años, iba de camino al trabajo cuando se ha encontrado con el ave: “Iba caminando súper tranquilo, como paseando”. Un minuto después, ha aparecido un camión, cuyo conductor ha visto al animal y ha frenado en seco. El buitre se ha echado a un lado y ha seguido su camino por la calle madrileña. “La situación ha sido surrealista”, comenta el testigo.
Pero, ¿cómo ha llegado al centro de la capital? “El animal venía deshidratado y estaba desorientado. Creemos que estaba en los alrededores de Madrid, en algún vertedero intentando comer algo”, explica un portavoz de la Policía Municipal. La primera hipótesis apunta que la tormenta de esta noche le sorprendió, se empapó y no fue capaz de volver a remontar el vuelo.
Agentes de la Unidad de #Centro Norte realizan un corte de tráfico para que la #UMA rescate con #seguridad a un #buitre que se encontraba agotado y desorientado.
— Policía Municipal de Madrid (@policiademadrid) August 3, 2022
Es trasladado a @buhos_Brinzal para su recuperación.#BravoCompañeros 👏👏👏👏👏👏#PMM pic.twitter.com/1aFwVqXt7i
Desde la Policía Municipal aseguran que no es el primer rescate de buitres que realizan en la ciudad. Aunque en una zona tan céntrica “sí es la primera vez”, dice su portavoz. Normalmente, suelen aparecer en barrios periféricos que delimitan con campo abierto, como Sanchinarro, Las Tablas o Villaverde.
Tampoco es la primera que encuentran a un ave desorientado entre los edificios madrileños de la región. El pasado viernes, la Guardia Civil rescató a un pollo de águila imperial ibérica que se encontraba deshidratado en los alrededores del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Jesús Martín, portavoz de Ecologistas en Acción, explica que, probablemente, el hecho que califica de inédito y excepcional se deba a “las altas temperaturas y la deshidratación”. A lo que añade que “los hábitats migratorios de las aves se están modificando bastante en los últimos años debido al efecto del cambio climático”.
Los que trabajan en los centros de recuperación que acogen a los animales una vez han sido rescatados coinciden. Como Sebastián Muñoz, coordinador de las actividades del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa): “Que aparezca un buitre en pleno centro de Malasaña no es habitual”. Entre agosto y septiembre los pollos de buitre abandonan el nido, empiezan su dispersión de vuelo y pueden aparecer en los sitios más insospechados. “Están un poco débiles y son bastante inexpertos a la hora de buscarse la vida. Ahora puede que empiecen a aparecer más por los golpes de calor”, añade.
Una vez en el centro de recuperación, se le hace una exploración veterinaria para ver qué le ocurre. “En el caso de los buitres es muy común que estén afectados porque hayan ingerido perdigones de plomo de los que utilizan los cazadores, que son muy tóxicos”, cuenta Muñoz. Después del tratamiento, y cuando el animal está recuperado, lo sueltan de nuevo. En el caso del buitre leonado, una especie autóctona de la Sierra Madrileña que “tiene una capacidad de vuelo enorme, tiene que ser en una zona abierta, porque tiene mucha envergadura y necesita espacio para alzar el vuelo de nuevo”, concluye.
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