Los trabajadores de limpieza de Madrid y las empresas eliminan el turno de tarde cuando haya altas temperaturas
“Nos hemos comprometido a buscar todas las mejoras que sean posibles para que estas situaciones no vuelvan a pasar”, dice Almeida
La muerte de José Antonio González, un trabajador de la limpieza de Madrid, extremeño y de 60 años, que falleció el viernes a causa de un golpe de calor mientras barría las calles de Vallecas ―su cuerpo tenía una temperatura de 41 grados cuando llegaron los sanitarios― ha provocado que las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento para la limpieza de las calles de la capital y los sindicatos hayan alcanzado un acuerdo para mejorar las condiciones laborales de los barrenderos ante las olas de calor. El viernes, precisamente, fue el día más cálido en Madrid desde que hay datos (102 años), según la estación de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Retiro. Este martes por la tarde, otro trabajador de 58 años ha sufrido un golpe de calor mientras barría las calles en el distrito de Arganzuela, muy cerca del centro. Se encuentra en el hospital 12 de Octubre en estado “grave”, ha informado un portavoz de Emergencias. Y otros 14 trabajadores de la limpieza de Madrid sufrieron “mareos y vómitos” solo durante el fin de semana.
La reunión entre empresas y sindicatos comenzó pasado el mediodía y terminó nueve horas después. Asistieron las seis contratas: Cespa, OHL, Urbaser, Acciona y FCC y ningún representante del Ayuntamiento. González, el trabajador fallecido el viernes, trabajaba para Urbaser. Tenía un contrato temporal de un mes y el viernes le había cambiado el turno a un compañero. Su hijo pidió este martes en EL PAÍS unas mejores condiciones para todos sus compañeros: “Estoy convencido de que él no paró de limpiar esa calle hasta que se desmayó. Pensaría que no le iban a renovar y estaba dándolo todo con tal de demostrar que valía”. Urbaser no ha querido contestar a ninguna pregunta de este periódico en estos días. Según adelantó El Periódico de España, esta empresa tuvo cuatro accidentes laborales mortales en 2020.
El acuerdo, al que ha tenido acceso EL PAÍS, está dividido en tres niveles, en función de las alertas de Aemet: verde, amarillo, naranja y rojo. Mientras se esté en el nivel verde, es decir, sin alerta meteorológica, se seguirán las recomendaciones habituales en una ola de calor, como hidratarse bien, priorizar las zonas frescas y de sombra, evitar la exposición directa al sol y usar la gorra y protección solar. “Se podrán establecer paradas de hidratación informando de ello a los mandos intermedios”, dice el texto.
En la fase amarilla (que según Aemet implica que no hay riesgo para la población en general, aunque “sí para grupos vulnerables como ancianos, enfermos y niños y para alguna actividad concreta, como trabajar o hacer deporte a pleno sol en las horas centrales del día”), se eliminarán los desbroces y se entregará crema protectora para el turno diurno, que será obligatoria junto con la gorra. Solo se permitirá el uso de sopladoras en situaciones específicas, como mercadillos y eventos, pero durante un tiempo establecido que no se prolongue y siempre con una dotación de dos operarios para permitir la alternancia.
El barrido mixto solo se hará con sopladoras eléctricas, poniendo atención en la evaluación de riesgos de este servicio, que estipula que hay que parar cada cierto tiempo. El turno de tarde se desplazará a la franja horaria de entre las cinco y las 12 de la noche como medida preventiva. En los servicios mecanizados, se priorizarán los vehículos con aire acondicionado. En casos que se saquen vehículos sin aire, habrá pausas de 10 minutos en un lugar de sombra una vez transcurrida hora y media de trabajo. El bocadillo será de 20.00 a 20.30.
Durante los avisos naranja (riesgo importante, que se activa “por fenómenos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales, por lo que hay que estar atento a las recomendaciones de Protección Civil”), no se sacarán a las calles vehículos que no tengan aire acondicionado y se suprimirá el servicio de barrido manual de por la tarde. Es decir, la jornada de tres a 10 quedará desierta y los operarios de este servicio se adelantarán al turno de mañana. También se han establecido mejoras en la vestimenta de todos los trabajadores, que se conocerá en los próximos días tras una negociación de las empresas con los comités.
Por último, en aviso rojo (riesgo extremo, con fenómenos infrecuentes de intensidad excepcional y con un nivel de riesgo para la población en general muy alto), se aplicarán todas las medidas del nivel naranja y se estudiará suprimir algunos servicios, en función del día. El nivel rojo no se ha alcanzado en esta ola en Madrid y hasta ahora, desde que se puso en marcha el sistema de Meteoalerta en 2007, solo se ha activado una vez en la capital, el 10 de agosto de 2012.
Según este acuerdo, el día que murió González no habría salido a la calle a limpiar por la tarde, ya que el aviso era naranja. El trabajador se desplomó de golpe a las cinco de la tarde en una de las calles del distrito. Su temperatura corporal era de 41,6 grados cuando llegaron los servicios de emergencia. Horas más tarde, falleció.
El silencio de Almeida y las propuestas de la oposición
Por primera vez tras el fallecimiento del trabajador de la limpieza, José Luis Martínez-Almeida ha comparecido este martes ante los medios y con preguntas de la prensa en un acto de agenda. “Nosotros nos hemos comprometido a buscar todas las mejoras que sean posibles para que estas situaciones no vuelvan a pasar”, ha dicho. “Vamos a estudiar todas las propuestas que se nos planteen en caso de que se produzcan olas de calor en la ciudad de Madrid. Estuvimos hablando con las empresas para que se pudieran flexibilizar y así cambiar el horario en función del calor y la sombra. Lo que inspeccionamos nosotros es que se cumplan esas prescripciones”.
El jueves, durante una entrevista con la Cadena SER, el alcalde reconoció abiertamente que desconocía el material con el que trabajan los operarios de la limpieza de la capital, y aseguró que trataría de mejorar esas condiciones al escuchar a un barrendero que le exponía en directo los problemas de llevar encima un uniforme de poliéster a 40 grados. “Me comprometo a hablar con el delegado de Medio Ambiente y con las empresas para ver si se pueden introducir mejoras [...] En olas de calor como esta, un uniforme de poliéster no os ayuda lo más mínimo, ni os beneficia para poder trabajar”. El lunes acudió a un acto del PP en la sede de Génova, donde dijo: “No conocíamos que hubiera quejas acerca de los uniformes”.
Este miércoles se celebra el pleno mensual en el palacio de Cibeles. Todos los partidos ―salvo Vox, por ahora― han presentado propuestas para tratar de elaborar un convenio para los trabajadores municipales que se vean afectados por las olas de calor. Más Madrid ha propuesto adaptar turnos de trabajo para barrenderos, jardineros, agentes de movilidad o trabajadores del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER); uniformes adecuados; que todas las fuentes estén en funcionamiento; que todas las piscinas abran al inicio de la temporada y refugios climáticos para la población en general sin aire acondicionado en bibliotecas, parques y colegios. El PSOE preguntará a Almeida qué medidas va a tomar ante la “evidencia” de futuras olas de calor en los próximos años. Y el Grupo Mixto, formado por tres exediles de Más Madrid, ha solicitado una moción de urgencia para que se incluyan en los pliegos de contratación de las empresas de limpieza medidas específicas para las olas de calor.
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