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Un pueblo madrileño rechaza la construcción del macrotemplo de los Heraldos del Evangelio

El Ayuntamiento de Sevilla la Nueva lleva a tramitación administrativa el proyecto de la asociación religiosa para edificar un complejo en una zona de especial protección para las aves

Vecinos de la urbanización de Los Cortijos, en Sevilla la Nueva, frente a los terrenos de los Heraldos del Evangelio.
Vecinos de la urbanización de Los Cortijos, en Sevilla la Nueva, frente a los terrenos de los Heraldos del Evangelio.Santi Burgos
Clara Angela Brascia

El día que Begoña Castedo se enteró de la existencia de los Heraldos del Evangelio pensaba que estaba viviendo una pesadilla. Castedo vive en Sevilla la Nueva —un pueblo de 9.345 habitantes al suroeste de Madrid con cinco siglos de historia— en la urbanización de Los Cortijos. Es un lugar tranquilo, inmerso en la naturaleza y declarado zona de especial protección para las aves, donde anidan algunos de los últimos ejemplares de águilas imperiales en la Comunidad de Madrid. Es también el sitio donde los Heraldos del Evangelio, una asociación privada de derecho pontificio e investigada por el Vaticano, planea construir un macrocomplejo que no respeta la normativa urbanística de Sevilla la Nueva.

Según el Estudio de Detalle al que ha tenido acceso EL PAÍS, el grupo religioso planea construir una iglesia capaz de acoger 500 personas, de 20 metros de altura y con dos torres de 70 metros (la cúpula de la Catedral de la Almudena alcanza los 72). También habrá un monasterio de 5.000 metros cuadrados; un colegio de 1.500 metros cuadrados; una hospedería de 1.600 metros cuadrados; además de vestuarios para la piscina y 488 plazas de aparcamiento.

Castedo y los otros vecinos se enteraron del plan de los Heraldos el pasado 30 de septiembre. Durante un pleno del Ayuntamiento, el alcalde, Asensio Martínez, del PP, dio a conocer el proyecto, que quedó aprobado con la mayoría absoluta de los populares y el único voto en contra del PSOE. El alcalde de la ciudad asegura que el proyecto aún no cuenta con una autorización de obra. “Lo que se votó en el pleno fue una declaración de intenciones. No se va a construir nada que no se ajuste a la normativa urbanística”, insiste. La iniciativa está desde entonces en tramitación administrativa-urbanística-ambiental, a la espera de los siguientes trámites.

“¿Quién podría negarse a este proyecto?”, comentó entonces la única concejala de Ciudadanos, que votó a favor tras recordar la importancia de respetar todos los requisitos establecidos por el arquitecto municipal. Resulta, sin embargo, que el proyecto incumple la normativa: al ser una zona de especial protección para las aves, ninguna construcción del pueblo puede superar los siete metros de altura, según la propia ordenanza municipal reguladora del Medio Ambiente del Ayuntamiento.

De hecho, en todo el pueblo no hay ninguna edificación que supere las dos plantas de altura. El núcleo urbano se caracteriza por construcciones bajas en ladrillos, porches que rodean las plazas y chapiteles cónicos que decoran los techos de los edificios centrales. Sin embargo, el proyecto que los Heraldos del Evangelio detallaron en el Estudio de Detalle no respeta estas dimensiones en dos de las instalaciones que pretenden edificar. La altura de las dos torres sería diez veces más alta que la de los edificios a su alrededor, así como el monasterio, que alcanzaría los 15 metros (casi el triple de lo permitido por ley).

“A ninguno de los vecinos se les permite construir más allá de los siete metros, aunque fuese solo para levantar una buhardilla”, puntualiza Carmen Flores, una de los dos concejales del grupo socialista municipal. “Pero ahora se permite una excepción por un presunto interés general, cuando estamos hablando de una parcela cerrada, de propiedad de una comunidad cerrada”.

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Los Heraldos del Evangelio nacieron en Brasil de la mano de monseñor João Scognamiglio Clá Dias y fue la primera asociación en ser erigida por la Santa Sede en el nuevo milenio (22 de febrero de 2001). Sus miembros, presentes en 78 países del mundo, practican el celibato y se dedican al apostolado. Son reconocibles por el uniforme, una especie de hábito corto sobre el que se alza una gran cruz blanca y roja sobre el pecho, similar al que llevaban los caballeros medievales, y botas negras.

El interior de la finca donde los Heraldos del Evangelio pretenden construir un macrocomplejo eclesiástico.
El interior de la finca donde los Heraldos del Evangelio pretenden construir un macrocomplejo eclesiástico.Santi Burgos

La primera piedra

“Todo el mundo nos decía que el tema estaba parado. Hasta que se celebró el pleno, y nos dimos cuenta de que la cosa iba de verdad”, cuenta Jacinto Fernández, otros de los vecinos de la urbanización de Los Cortijos. Originario de León, se mudó a Sevilla la Nueva hace ya 23 años. El miedo de los vecinos es que la construcción del macrocomplejo religioso cambie por completo la cara del pueblo, al convertirse en trasiego continuo de peregrinos con un grave impacto medioambiental en la zona. Por esto han organizado una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org, donde acumulan más de 2.800 firmas.

También la asociación Ecologistas en Acción recalca la necesidad de frenar la construcción del macrocomplejo religioso. “Aunque el suelo está clasificado como urbano, es un terreno rústico incluido en el espacio protegido Red Natura 2000 Encinares de los ríos Alberche y Cofio”, especifica la asociación en un comunicado publicado este martes. “De llevarse a cabo la ejecución del proyecto, supondría una drásticamente transformación del medio natural y conllevaría incrementos de ruido y tráfico”, rematan.

La finca donde se desarrollaría el proyecto tiene acceso a la carretera M-523, y está rodeada por chalets privados y una residencia de mayores. El suelo, de 199.999 metros cuadrados, fue adquirido por la Asociación Cultural “Sálvame Reina de Fátima”, una de las denominaciones de los Heraldos del Evangelio, en 2018. Pocos meses después, el obispo de Getafe, Ginés Ramón García Beltrán, ofició la ceremonia de la primera piedra de la iglesia de los Heraldos del Evangelio en Sevilla la Nueva.

Un acto en el que participó también el alcalde, que tachó el día de histórico. “Gracias a la iniciativa de la comunidad de los Heraldos del Evangelio hemos asistido a la colocación de la primera piedra de la iglesia que va a vertebrar toda la vida social de esta comunidad”, dijo entonces.

Un portavoz de los Heraldos asegura que la asociación busca la paz con los vecinos de Sevilla la Nueva. “Nuestra idea es hacerlo con la mayor tranquilidad posible. Primero hay que ver lo que la ley permite. Y lo que la ley permite, se hará”, remata.

Investigados por el Vaticano

En septiembre de 2019, el Vaticano dio a conocer la decisión de abrir una comisión para investigar deficiencias relacionadas con el gobierno y el estilo de vida de algunos de los miembros de los Heraldos del Evangelio.

También la administración de sus colegios llamó la atención de la curia romana. La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica determinó en verano de 2021 que todos los menores de edad que residan en casas, colegios o internados, deben volver con sus familias al final de año lectivo. Según el decreto, la medida busca “permitir a los más jóvenes la indispensable relación con las familias y tiene el objetivo de prevenir cualquier situación que pueda favorecer posibles abusos de conciencia y plagio contra menores”.

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Sobre la firma

Clara Angela Brascia
Reportera italiana asentada en Madrid desde 2019. Después de pasar por las secciones de Local y Sociedad, ahora escribe reportajes de Tecnología y Salud. En eldiario.es ha escrito sobre temas sociales y económicos. Graduada en Literaturas Comparadas por la Universidad de Turín y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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