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Detenidos en Pueblo Nuevo 10 adolescentes que habían quedado a “machetearse”

También están implicados un niño de 13 años, entregado a su madre por inimputable, y cinco chicas menores que jaleaban a los chavales y grababan la pelea con sus móviles

Objetos incautados a los pandilleros detenidos el sábado en el distrito Ciudad Lineal de Madrid.
Objetos incautados a los pandilleros detenidos el sábado en el distrito Ciudad Lineal de Madrid.POLICÍA MUNICIPAL
Victoria Torres Benayas

Una agente de la Policía Municipal de Madrid estaba vigilando el sábado pasado a las siete de la tarde la puerta de la Junta de Distrito de Ciudad Lineal, en la avenida de los Hermanos García Noblejas (barrio de Pueblo Nuevo, en el este de la capital), cuando delante de sus narices pasaron varios grupos de chavales armados con palos, cuchillos, machetes, barras de hierro y hasta una muleta. Llamó inmediatamente a pedir refuerzos y acudieron seis patrullas, que detuvieron a dos grupos de seis y cinco adolescentes. Tanto los testigos de la pelea multitudinaria como los propios jóvenes corroboran lo que parecía a todas luces, que habían quedado allí, en el cercano parque de Anguita Couso, conocido como el parque de los mosquitos, para “machetearse”.

La quedada se produjo a través de las redes sociales, en concreto de Instagram. Los implicados en la reyerta tienen entre 13 y 16 años, de los que fueron detenidos 10 y uno, el más joven, entregado a su madre por ser inimputable. Cinco son miembros de la banda juvenil Dominican Don’t Play (DDP) y los otros seis, Trinitarios. Estas son las dos bandas juveniles más activas en la región, según la Policía Nacional. Un corazón verde identifica a los Trinitarios y el negro, a los DDP.

Junto a los arrestados, había un grupo de cinco chicas, todas menores de edad y que se llaman a sí mismas las pencas (mujeres) de los DDP, que no han sido detenidas porque no participaron directamente en la pelea, pero que sí estaban jaleando a los chavales y grabando la pelea con sus móviles. Y, como testigos de todo aquello, niños jugando en el parque acompañados de sus padres.

La Policía Municipal alertó sobre las ocho y media de la tarde a Emergencias Madrid porque algunos de los chicos tenían golpes y heridas. El Samur atendió en total a cinco de ellos en el cruce de la calle García Noblejas con Doctor Cirajas. “Uno tenía una crisis de ansiedad, tres, contusiones menores; y otro, una brecha en la cabeza, todos leves”, cuenta una portavoz de Emergencias Madrid. El que presentaba la herida más profunda fue trasladado a un hospital.

Los 10 arrestados, todos nacidos en España y de los que cinco tienen 14 años, cuatro 15 y uno 16, fueron puestos a disposición del Grupo de Menores (Grume), perteneciente a la Brigada Provincial de la Policía Judicial. Los agentes de la Policía Municipal se incautaron de una navaja, dos palos de madera, una barra de metal, gorras ―distintivas de estos grupos― y cinturones.

Estas detenciones se producen en pleno repunte de la violencia entre las bandas juveniles. Aunque la Policía descarta que haya aumentado el número de miembros o de agresiones, sí preocupa especialmente el uso de machetes por las heridas que causa, que Interior quiere prohibir. También inquieta a los investigadores que cada vez son más jóvenes. “Si hace dos años entre los identificados había un 10% o un 20% de menores, ahora ese porcentaje ha subido al 40%”, señalaron a este periódico a principios de febrero fuentes policiales. En el caso del sábado, hay un tercer ingrediente intranquilizador: el empleo de las redes sociales para provocarse, citarse y presumir de sus delitos. Los agentes encargados de las pesquisas calculan que en la región madrileña forman parte de las distintas bandas entre 350 y 450 miembros activos, en su mayor parte, chavales españoles de origen latino o magrebí.

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En febrero se produjo un fin de semana sangriento en Madrid, con seis enfrentamientos entre miembros de bandas rivales dejaron dos muertos y al menos siete heridos. Dos semanas después, la policía detuvo a 19 integrantes de estos grupos violentos supuestamente implicados en tres de las agresiones, ninguna de ellas mortales. Uno de los fallecidos se llamaba Jaime. Tenía 15 años y murió de un machetazo en Atocha. El otro, Diego, de 25 años, que perdió la vida en Usera a manos presuntamente de cinco DDP, que ya fueron arrestados.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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