Una veintena de detenidos por las agresiones entre bandas que han alarmado a Madrid en febrero

Febrero comenzó en Madrid con un fin de semana sangriento. Seis enfrentamientos entre miembros de bandas rivales dejaron dos muertos y al menos siete heridos. Dos semanas después, la policía ha detenido a 19 integrantes de estos grupos violentos supuestamente implicados en tres de estas agresiones, ninguna de ellas mortales. Los investigadores de Homicidios continúan con las pesquisas por el crimen de Jaime, el chico de 15 años que murió de un machetazo en Atocha. También investigan si hay más implicados en la muerte de Diego, el hombre de 25 años que perdió la vida en Usera, por el que ya se ha arrestado en estas semanas a cinco miembros de los Dominican Don’t Play (DDP).

Uno de los ataques de ese fin de semana se produjo en Parla. Los servicios de emergencias atendieron a un hombre cerca de un local de ocio que estaba tirado sobre un gran charco de sangre. Los investigadores identificaron a cuatro hombres de entre 19 y 24 años como los atacantes, que habían ido a por la víctima al coincidir con ella aquella noche y reconocerla como un enemigo. Los agresores eran integrantes de la banda de los Trinitarios. Sus heridas eran tan graves que hubo que trasladarlo al hospital, y como resultado de ellas ha perdido movilidad en la mano izquierda porque los cortes afectaron a un nervio.

Esa misma noche se produjo otro enfrentamiento con muchos participantes en un parque del distrito de Ciudad Lineal. Uno de ellos resultó herido por cortes de cuchillos y navajas y fue trasladado al hospital. En esta operación, los agentes han detenido a 11 miembros de bandas juveniles, uno de ellos menor de edad. De hecho, es precisamente el que no llega a los 18 años el que ha sido identificado como el que asestó la puñalada más cercana a una zona vital. Es cada vez más habitual que los integrantes más jóvenes de estas agrupaciones participen e incluso lideren las acciones más violentas.

Según fuentes policiales, los agresores eran miembros de los Trinitarios y se encontraron con la víctima, que estaba con sus amigos bebiendo en el parque El Calero. En un principio se saludaron con normalidad, pero a los pocos minutos empezó una discusión. Según las pesquisas, la víctima había “tonteado” en el pasado con los Trinitarios, pero decidió alejarse de esa vida y no ser miembro activo de la banda. Recibió varias puñaladas, aunque, por suerte, sobrevivió. Todos los arrestados, salvo uno, eran viejos conocidos de la policía porque en el pasado habían cometido ya delitos o se les había identificado como miembros de esta banda.

Ocho de las detenciones se llevaron a cabo en domicilios, salvo tres que se produjeron cuando se localizó a los supuestos culpables en la calle. Todos ellos pasarán a disposición judicial, acusados de tentativa de homicidio, robo con violencia y lesiones. Lo normal es que los detenidos se nieguen a declarar cuando son arrestados, o nieguen su pertenencia a las bandas. En este caso uno de ellos llegó a decir que estaba en el colegio en el momento del ataque, que se produjo a las diez de la noche.

Cacería en San Blas

Por último, se produjo otra agresión con el modus operandi típico de estas bandas. Cuatro miembros de los DDP iban por una calle del distrito de San Blas, cuando vieron a un integrante de una banda rival. Fuentes policiales no pueden confirmar si efectivamente esta víctima pertenecía a un grupo enemigo. A los pandilleros no les importa, la consigna en este tipo de casos es atacar al enemigo. Lo que ellos denominan caída o cacería.

Entre los cuatro le tiraron al suelo, le inmovilizaron y uno de ellos le apuñaló. La profundidad de la herida provocó que necesitara ser ingresado. Algunos de los atacantes iban en patinete de alquiler, uno de sus medios de transporte preferido para moverse por la ciudad y escapar de los lugares con rapidez. Cuando la policía les identificó e inició el operativo de búsqueda, descubrió que dos de ellos había huido a Barcelona, donde finalmente se les ha arrestado. Ambos se encontraban alojados en un hotel. A los cuatro se les imputan delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones.

Estas 19 detenciones se suman a las otras cinco por la agresión de Diego, el chico de 25 años que murió a machetazos en un carril bici de Usera. Dos de los supuestos implicados fueron localizados y arrestados solo unas horas después de la reyerta y permanecen en prisión preventiva desde el día posterior al homicidio. Solo unos días después, la Guardia Civil desarticuló un coro o capítulo de los DDP en Toledo. Los agentes pudieron acreditar que tres de los detenidos habían estado en Usera la noche en la que Diego murió a machetazos.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.