Sergio Dalma contagia su ‘Alegría’ al público del WiZink Center
El artista presenta su disco número 21, con el que aspira a que sus fans olviden la pandemia
Salió al escenario con paso firme, dispuesto a contagiar a los presentes en el WiZink Center con Alegría, como ha bautizado su último disco. Sergio Dalma (Sabadell, 57 años) daba las gracias por “la paciencia y la fidelidad” a su público nada más empezar. El artista ofreció este viernes el segundo concierto de su gira, también denominada Alegría, con la que presenta el que es su 21º trabajo y quizás el más enérgico. “Estamos más que nunca enganchados a la vida”, proclamó.
El público entró al WiZink Center con 11 grados en el exterior, pero en seguida tomó temperatura con las dos primeras canciones que abrieron el concierto: Suerte, uno de los temas más potentes en cuanto a sonido del nuevo disco, y Gigantes. Dalma invitó a bailar. “De pie, pero sin quitarse la mascarilla, que después salgo en las noticias”, bromeó sobre un incidente que sufrió el agosto pasado y por el que después pidió perdón.
El disco lo componen 10 canciones, a las que hay que sumar la versión en catalán de La noche de San Juan y el acústico Maldita vida, en el que se percibe al Dalma más tradicional. No es que el cantante haya abandonado las baladas que lo han consagrado, tanto en España como en Latinoamérica, pero en Alegría se lanza con la rumba y los mensajes positivos, lo que imprime un carácter diferenciador de sus anteriores propuestas.
Pocas horas antes del concierto reconocía las ansias de volver a Madrid: “Si ya de por sí uno pasa nervios antes de un concierto, si cabe en Madrid mucho más y volver a pisar el WiZink…”. Esos nervios se la jugaron al principio de un tema. “Perdón, perdón, me he equivocado”, paró cuando acababa de arrancar con la letra. El veterano rio y el púbico con él, en uno de esos gestos que acerca todavía más a los artistas y sus fans. Como buen profesional, retomó sin más problemas.
A pesar de esos nervios iniciales, aclaraba que podía “la ilusión”: “Esta gira viene respaldada por un disco como ‘Alegría’, que lo que quiere es transmitir buen rollo, alegría y vitalidad a todo el público”. A juzgar por el ánimo del público, que se levantó, coreó y acompañó con palmas todo el concierto, lo logró.
Ofreció un espectáculo de dos horas, con cerca de 30 canciones entre las que estaban clásicos como Solo para ti, Jardín prohibido, Esa chica es mía o Fuego en el alma. Pero triunfó también con los nuevos temas, como Por amor al arte, uno de los favoritos del artista y que representa “cómo la pasión y el esfuerzo de las personas mueve el mundo”. O Noche de San Juan, el primer sencillo que se conoció de este álbum, publicado el pasado noviembre. Esta rumba transporta hasta el Mediterráneo de su Sabadell (Barcelona) natal y reza: “Llevo en mí las armas de mi vida, soy el capitán del amor, la calma y las cosas tan bonitas que la vida me da”. La idea de abrazar la belleza de lo sencillo sobrevuela no solo esta canción, sino buena parte del disco y así lo trasladó.
La apoteosis del concierto llegó en el bis, en el que se sucedieron Bailar pegados, Será por qué te amo o Gloria, entre otros. Los pocos que habían resistidos sentados, acabaron de pie y con los brazos en alto.
Maquetado en casa
Dalma ha hecho de una de sus señas de identidad, su sonrisa, un disco. A pesar de que la pandemia ha sido el contexto de creación de este trabajo, el artista no se ha dejado contagiar por la pesadumbre, todo lo contrario, ha querido ofrecer un chute de positivismo y disfrute para olvidar los duros momentos que ha dejado y que sigue dejando la crisis del coronavirus. Contó en el concierto que en la cuarentena “estaba jodido, como mucha gente”, pero cada vez que recibía una canción era “una descarga”. Desde un estudio improvisado en su casa maquetó este trabajo, el primero desde 2015, cuando publicó Dalma, completamente inédito.
Dalma ofreció el que fue su segundo concierto de la gira Alegría después de estrenarse, hacía menos de una semana, en Cartagena (Murcia). Debería haber comenzado el pasado día 9 en Barcelona, pero por el aumento de casos de coronavirus en Cataluña, que ha afectado también a un miembro de su equipo, se ha tenido que aplazar esa actuación y continúa a la espera de nueva fecha.
No obstante, el veterano artista llegó al Madrid habiendo más que calentado, pues ha encadenado esta gira con la anterior, 30... y tanto, con la que celebró tres décadas de carrera. Esta lo ha mantenido, con permiso del coronavirus, en movimiento durante los últimos dos años y así continuará, pues le esperan otras ciudades españolas. La próxima, Valencia el 5 de febrero. Pero le seguirán también citas en Latinoamérica. “Vamos bien de energía, intentado canalizarla al máximo y dosificarnos, porque esta va a ser una gira larga y va a ser más enérgica que nunca porque el repertorio es muy trepidante y rítmico”, contaba antes del concierto. Y concluía: “Este es un trabajo en el que el ingrediente es siempre la ilusión y en esto vamos sobrados”.
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