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Los madrileños se autogestionan frente a la ola de contagios: sin test, aulas semivacías, menos tráfico y más cancelaciones

Los ciudadanos bajan el pistón ante la inacción política para contener la sexta oleada de la pandemia

Terrazas casi vacías en Ponzano, una calle de las habitualmente más concurridas en Madrid.
Terrazas casi vacías en Ponzano, una calle de las habitualmente más concurridas en Madrid.David Expósito

Los madrileños se autogestionan ante la inacción política de su Administración. Madrid ha notificado este martes 11.221 contagios, la cifra registrada más alta desde que comenzó la pandemia. El anterior récord de casos se registró el 19 de enero de este año, con 7.879. Mientras las infecciones aumentan y las Navidades en familia corren peligro, los ciudadanos han bajado el pistón, pese a que nadie en el Gobierno de la Comunidad de Madrid haya dado todavía el paso para contener la dispersión de la nueva variante del coronavirus en plena sexta ola. Los padres que pueden han decidido por su cuenta no llevar a sus hijos al colegio. Cada vez más directores de centros educativos han aconsejado a las familias que se queden en casa, o incluso que se lleven todos los materiales, por lo que pueda pasar en enero. La hostelería ha visto cómo se han cancelado entre el 30% y el 40% de las reservas en la última semana. El tráfico en la almendra central ha descendido un 6,8%. Los test de antígenos se han agotado en casi todas las farmacias. Y hasta una pareja de novios que se casaba el lunes pasado decidió a última hora celebrarlo sin invitados. La responsabilidad del ciudadano, frente a la del político. Ante la falta de iniciativas, autogestión:

Más positivos, menos test

La compra de test de antígenos en las farmacias sigue en aumento y en los próximos días se agotarán del todo. Ante el colapso sanitario, nada como el autodiagnóstico. “A este ritmo, entre mañana [por este miércoles] y pasado se acabarán”, cuenta por teléfono el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Luis González. “Prácticamente no quedan. Estamos revolucionando Roma con Santiago para tratar de conseguir más”. Las grandes distribuidoras apenas cuentan con existencias y no prevén la llegada hasta la próxima semana. A partir de este miércoles la Comunidad de Madrid distribuirá uno por cada madrileño de manera gratuita en las farmacias, aunque algunas comenzaron a repartirlos este martes ante la avalancha de peticiones.

Educación. Caos y medidas contradictorias

El viernes pasado comenzó la cuenta atrás. Los contagios aumentaban de manera vertiginosa en los colegios y el peligro de acabar confinados crecía a la misma velocidad. La Consejería de Educación anunció que la semana pasada había 365 aulas confinadas, lo que suponía 10.119 alumnos en cuarentena. Una semana después, las clases clausuradas han aumentado hasta 1.502 y los alumnos afectados a 39.446, según datos de Educación. Por eso mismo padres como Carlos García, el presidente de la asociación de familias del colegio público Palacio Valdés, decidió con antelación que el lunes pasado empezaban ya las vacaciones para su hijo de cinco años. No era un capricho, de 250 alumnos ya estaban confinados el 30% y en el chat de padres las bajas voluntarias iban en aumento. “Es injusto, porque al final solo lo hacemos los que podemos teletrabajar o los que tienen servicio doméstico”, explica.

Los centros también empezaron a actuar por su cuenta. En el Plácido Domingo, por ejemplo, esta semana ya había cuatro aulas confinadas (100 alumnos) y de los 825 estudiantes no acudieron a clase el lunes 175. Por eso mismo la dirección no se cortó en mandar una circular a los padres en la que pedían que se llevaran, además, todos los materiales que acumulaban en las aulas, porque en enero no sabían lo que iba a pasar. El Ramiro de Maeztu, lo mismo. Es más, el propio centro explicó en un escrito que ante la expansión del virus (tenían siete aulas confinadas) habían pedido a la Consejería de Educación cerrar el centro, pero no se lo habian permitido. Así que animaron a los padres a hacer lo que consideraran oportuno. El lunes apenas hubo niños en el colegio. Nada que ver con el instituto Gabriela Mistral, de Arroyomolinos, donde una profesora amenazó a los alumnos de segundo de Secundaria: si no iban, les pondría un parte.

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“Es un caos”, dice Carmen Morillas, presidenta de la FAPA Giner de los Ríos, que aglutina a más de 900 asociaciones de padres. “Hemos llamado a la Consejería para preguntarles si no van a hacer un comunicado y a explicar qué van a hacer y nos han dicho que no”, lamenta. Efectivamente, un portavoz de la Consejería de Educación ha respondido a EL PAÍS que “por el momento no se ha planteado un cambio de escenario”. De hecho, ha asegurado que “cualquier decisión que se tome en ese sentido se hará conforme a los criterios que marquen las autoridades sanitarias”.

Así que todo sigue igual. Y el caos se extiende. “Nosotros pedimos una reunión urgente hace una semana y todavía no nos han respondido”, se queja Isabel Galvín, de CC OO, que recuerda que si se hubieran mantenido las medidas del curso pasado (con la bajada de ratios y la contratación extra de profesores), la situación ahora no sería tan dramática.

Transporte. Menos movilidad

Una forma de medir y tomar el pulso a la ciudad es a través de sus calles y sus autovías. Madrid últimamente había aumentado su tráfico en la mayoría de las arterias principales. Una de las primeras razones que argumentaron los expertos tras la vuelta del verano era el auge del coche en los meses de septiembre, octubre y noviembre. La causa principal: el rechazo de gran parte de los madrileños a subirse al transporte público.

Sin embargo, en estos últimos días, tal y como apuntan los datos de área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, la situación ha cambiado drásticamente. Si se miran los datos de tráfico de este lunes con respecto al anterior, se produjo un descenso en la M-30, la principal arteria que rodea a la ciudad, del 3,9%. En el interior de la M-30, lo que se conoce como la almendra central madrileña, del 6,8%, y del exterior del 6,1%. Veinticuatro horas después, la situación había variado el doble con respecto al martes pasado. En la M-30 el descenso llegaba ya al 10,8%, y tanto dentro como fuera de la M-30, era del 11%.

En el Metro la situación tampoco es muy diferente. Según los propios datos de la Consejería de Transportes de la región, este martes, hasta las ocho de la mañana, se habían subido a los vagones del suburbano madrileño 173.419 viajeros, un 34% más que hace un año. Sin embargo, la cifra es un 17% menor que la semana pasada. Es decir, uno de cada cinco usuarios que se subió entonces al Metro para ir a trabajar optó este martes por no cogerlo. Además, al cierre de este lunes, la caída con respecto al viernes pasado, el último día laborable de la semana, fue del 16%.

La plaza de España a media tarde del martes.
La plaza de España a media tarde del martes.David Expósito

Hostelería y ocio. Caen las reservas

Tirar una caña en Madrid es una cuestión política desde el inicio de la pandemia. En la capital son cerca de 270.000 familias las que viven gracias a este negocio, que aporta el 4,6% del PIB a la ciudad. Los bares y restaurantes nunca se han cerrado en la región, salvo en la primera ola, durante el confinamiento generalizado en toda España. Estos últimos días, sobre todo el fin de semana, la mayoría de las terrazas del centro de Madrid sí que estaban prácticamente llenas, pero entre semana, las cancelaciones han aumentado cerca de un 30%, según datos de la Federación de Hosteleros de Madrid. “Nos ha afectado el incremento de contagios, sobre todo a partir del 15 de diciembre”, explica una portavoz. “Ahí la gente echó cuentas y vio que si se contagia se perdería Nochebuena por los 10 días de cuarentena. Creemos que la gente, con esto, se ha autogestionado en casa. Es indudable que la variante nueva es muy contagiosa”. Los hosteleros resaltan que este año les ha salvado la temporada el mes de noviembre. Estos días, recalcan, apenas quedan cenas de empresas, pero sí pequeños grupos de cuatro o cinco amigos, que todavía continúan reservando.

Grandes eventos. Si tienes una boda, tú decides

El lunes era el gran día para una pareja de novios que se casaba en el salón de plenos de la Junta de Chamartín. Preguntaron por las medidas y la respuesta les sorprendió: “Las restricciones de aforo fueron eliminadas, por tanto, pueden acudir invitados hasta completar aforo (178)”. Se reunieron, lo debatieron y primó la cordura. “Fuimos solo los testigos”, cuenta María, que acompañó a los novios. El resto de los invitados se quedó en casa.

Fuentes del Arzobispado de Madrid admiten que se están cancelando celebraciones de Navidad previstas para estos días, “como conciertos en parroquias y zambombas solidarias”. El culto y la celebración se mantienen, a la espera de lo que diga el Gobierno de Madrid.

Lo mismo pasa con las cabalgatas de Reyes y otros actos multitudinarios, como la carrera San Silvestre Vallecana o la celebración de las campanadas en la Puerta del Sol, pendientes de que las autoridades sanitarias de la región tomen finalmente alguna decisión al respecto.

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