Nuevos inquilinos en el gallinero del Palacio de Cibeles
El Ayuntamiento de Madrid se reestructura tras la ruptura de Más Madrid con la nueva entrada del Grupo Mixto, que permitirá sacar adelante el nuevo Madrid Central
No hubo música. Pero solo faltaba la Marcha Radezkty de fin de año en el Palacio de Cibeles. Los aplausos y la batuta, eso sí, la llevaría José Luis Martínez-Almeida. El pleno extraordinario de este martes ha sido la constatación de una ruptura histórica. Más Madrid, que ganó las elecciones en 2019 con 19 concejales, se partía de manera oficial en dos bandos y alumbraba un Grupo Mixto. Para llegar hasta aquí hay que viajar brevemente hasta abril de este año, cuando cuatro de esos ediles ―entre los que se encuentran el que fue concejal de Urbanismo con Manuela Carmena, José Manuel Calvo, o su primera teniente alcalde, Marta Higueras― dieron un portazo al partido por un cóctel explosivo de enemistades y discrepancias con la portavoz del grupo, Rita Maestre.
Desde entonces, ninguno de estos cuatro concejales habían pisado el pleno de Cibeles. La justicia no se había pronunciado sobre qué se debía hacer con ellos. Si irían a un Grupo Mixto con voz y voto como quería el PP o si serían concejales no adscritos ―sin peso político en los plenos ni remuneración económica―, como querían sus antiguos compañeros de Más Madrid. Mientras tanto y durante todo este tiempo, los cuatro ediles escindidos decidieron crear Recupera Madrid, una nueva formación de izquierdas para la capital ―, ya que en Madrid son escasas— para acaparar el foco mediático. Pero de pronto, la justicia se pronunció la tarde del lunes: de momento y hasta una decisión final dentro de unos meses, serán un Grupo Mixto.
Por si fuera poco, estos cuatro concejales anunciaron hace dos semanas que votarían a favor del nuevo Madrid Central que propone Almeida, al contrario que sus antiguos compañeros. Por si fuera poco, Almeida, que gobierna junto a Ciudadanos y que no tiene mayoría en el pleno y que siempre ha tratado de amarrar los cuatro votos de Vox porque son los que dan la mayoría a todas sus ordenanzas, se encuentra ahora con una solución para sacar adelante su propuesta sobre Madrid Central en el pleno de la próxima semana tras el no de Vox, del PSOE y de Más Madrid. Por si fuera poco, la fecha límite para aprobarla era también la semana que viene. Es decir, que ahora el nuevo arco parlamentario de Madrid ha quedado así: PP, con 15 concejales: Más Madrid, también con 15; Ciudadanos, con 11; PSOE, con ocho; Vox, con cuatro y el nuevo Grupo Mixto, también con cuatro. Pues bien. Todo este enjambre político y jurídico se juntó este martes a las 17.30 a pocos metros de la Puerta de Alcalá. El alcalde, sonriente, entraba de los primeros al pleno que ratificaba al nuevo Grupo Mixto saludando a los periodistas y a los fotógrafos:
― Muy buenas.
Por no decir buenísimas. Tras él, unos minutos después entró José Manuel Calvo, el flamante nuevo concejal del Grupo Mixto, que se dirigió hacia Almeida. “¿Te acuerdas de este sitio?”, comentó con cierta guasa el alcalde al verle. “¿Es ahí arriba, no?”, respondió Calvo apuntando con la barbilla hacia su asiento, ahora en el gallinero (la última fila del hemiciclo). El morbo estaba servido. Ahí arriba significaba justo detrás de sus antiguos compañeros de partido. Ahí arriba también significaba dos asientos detrás de Rita Maestre. su antigua portavoz. Los ediles de Más Madrid, sabedores de que eran los protagonistas de la tarde, entraron los últimos, tratando de aminorar los flashes. Al pasar por delante de ellos no hubo saludos, ni miradas. La tensión sobrevolaba con algún rabillo del ojo inquisitivo.
Y dio comienzo la sesión con 53 concejales presentes y seis conectados a través de una webcam desde sus casas. Entre ellos, Pepu Hernández, que dimitió como portavoz del PSOE hace solo unos días. La sesión duró poco menos de una hora y comenzó con una petición del concejal de Vox, Javier Ortega Smith, al secretario del pleno:
― Una cuestión de orden, señor presidente. Pido la palabra.
― Proceda.
― No se debe celebrar este pleno porque no había un expediente previo y, por tanto, debe suspenderse.
Los concejales de Más Madrid abrieron los ojos. El PP escuchaba estupefacto. El secretario del pleno, Federico de la Riva, activó su micrófono inmediatamente:
― Muchas gracias, le agradezco su intervención, pero continuamos.
Smith no dio crédito. Vox no está acostumbrado a recibir estas bofetadas populares. Tras Smith, la nueva portavoz del Grupo Mixto, Marta Higueras, tomó la palabra: “Nosotros cuatro venimos de una candidatura bajo el liderazgo de Manuela Carmena. Nos fuimos de Más Madrid porque esa formación se había transformado en aquello que queríamos evitar”. Almeida, mientras tanto, encendió su móvil. Qué mejor manera de disfrutar de la derrota de tu adversario que comentándolo en WhatsApp con la gente cercana. Higueras continuó: “¿Por qué algunos se empeñan en llamarnos tránsfugas?”. Maestre, dos asientos por debajo, se mostraba visiblemente incómoda. El resto de concejales de Más Madrid optó por la vía Almeida: o encendió su móvil o miró al techo o se cruzó de brazos. “Vamos a devolver a la sociedad madrileña nuestro silencio”, concluyó el Grupo Mixto.
Y llegó de nuevo Smith, que fue con todo contra el presidente del pleno: “Como le dije antes, le hago responsable de que estos concejales sean un Grupo Mixto. Todo se verá en la justicia”. Maestre asentía con la cabeza. Era la primera vez que estaba de acuerdo en algo con Vox. “Señor alcalde”, prosiguió Smith, “No todo vale. ¿Cuánto vale su acuerdo de investidura con nosotros? ¡Con esta decisión y con sus votos para la ordenanza [de Madrid Central] vuelven las políticas de Carmena!”. Nadie contestó.
“Lo que ha pasado aquí es que un grupo de compañeros se ha cabreado”. El PSOE estrenaba nueva portavoz tras la dimisión de Pepu Hernández. Así arranco la edil Mar Espinar, que aprovechó la crisis de su adversario para hurgar en la herida: “Esto es el fin de Más Madrid y alumbra un nuevo ciclo político para la izquierda”.
¿Y Ciudadanos? La vicealcaldesa, Begoña Villacís, se encontraba en Francia en un congreso inmobiliario. De modo que tomó la palabra la edil Silvia Saavedra. “Ciudadanos esta del lado de la ley”, dijo. De fondo Pepu Hernández, conectado a través de su webcam, se encendía un purito y disfrutaba de un refresco. Quién sabe si de fondo también tenía puesto un partido de baloncesto. “Aquí se ha escuchado a todas las partes y en un auto reciente ha señalado el juez que esto sea un Grupo Mixto”, zanjó Saavedra. Los populares asintieron. Solo faltaba.
Esto es un grupo ilegal. Señor Almeida, su legado será esto. No podemos olvidar su frase: ‘Somos fascistas, pero sabemos gobernar’. ¡Es usted un fascista!”Pilar Sánchez, portavoz adjunta de Más Madrid
Y llegó el turno de palabra de Más Madrid. La portavoz adjunta, Pilar Sánchez, disparó contra sus excompañeros: “Esto quiebra la normalidad democrática. Esto es un grupo ilegal. Señor Almeida, su legado será esto. No podemos olvidar su frase: ‘Somos fascistas, pero sabemos gobernar’. ¡Es usted un fascista!”. La bancada de Más Madrid aplaudió a rabiar. Los del Grupo Mixto observaban todo en silencio. Almeida pidió la palabra:
― Por alusiones, ruego que retire sus palabras sobre mí.
― No la voy a retirar. Lo dijo usted. Usted se ha calificado así.
― Lamento el espectáculo que ha dado Más Madrid. Si no saben hablar ustedes entre ustedes, cómo van a hablar con los madrileños.
El pleno concluyó bronco. Un anticipo de los próximos días. Los últimos en salir fueron los cuatro nuevos miembros del Grupo Mixto. José Manuel Calvo se dirigió hacia sus compañeros y dijo: “¿Una cañita, no?”.
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