Los recién llegados al patio
Conde duque acoge este 20 de agosto un evento musical que aúna los talentos de Megane Mercury, Bea Pelea y Fresquito y mango dentro de la programación de los Veranos de la Villa
En el verano de 2019, Megane Mercury de 25 años, decidió, en el último momento, no ir a un concierto que Rodrigo Cuevas daba en Patio Central de Conde Duque porque se encontraba muy lejos de su casa. Por entonces nadie sabía nada de ninguna pandemia, y ni siquiera la propia artista era capaz de intuir que terminaría tocando en el mismo escenario. Lo hará el 20 de agosto, acompañada del ritmo tropical de Fresquito y mango, y el reggaeton reinventado de Bea Pelea, en Sonidos en el patio, dentro de Veranos de la Villa.
Los bailes y saltos de los conciertos, con sus consecuentes choques y gritos a boca descubierta, parecen ahora muy lejanos. Una sensación que se acrecenta en toda una generación de artistas que se encontraba en plena pista de despegue en el mundo musical. Aunque los jóvenes Mario Lázaro (22) y Juan Figols (21), integrantes de Fresquito y mango, ya subían sus temas con regusto tropical a Youtube allá por 2017, ha sido este último año cuando, paradójicamente, más han tocado en directo. ”Hemos hecho casi más conciertos en pandemia que sin ella, así que ya estamos acostumbrados”, admite Mario.
El coordinador de Sonidos en el Patio, Ángel Murcia, explica que la idea es visibilizar el talento juvenil. “Queremos realizar un reflejo generacional de los últimos en incorporarse al panorama”, dice por teléfono. “Todos tienen un nivel muy alto, que sean jóvenes no significa que sean amateurs”. Megane lo ve como algo muy positivo. “La gente se puede identificar más con un artista que está empezando y que puede ser su vecino que con, no sé, C. Tangana o Rosalía”. La artista, que lleva toda la vida viviendo en Leganés, está encantada de poder participar en un evento tan de Madrid.
La mitad de Fresquito y mango, Mario, acaba de mudarse a Madrid, tras un año cogiendo aves. “Al final en Madrid es donde se mueve todo y ahora queremos apostar por la música”, explica el recién graduado en magisterio. Sigue los pasos de su compañero, que se traslado a la capital para terminar el último año de Bellas artes gracias a la beca SICUE. Aunque el proyecto nació en Zaragoza, de donde son ambos. En concreto en las aulas del instituto donde los dos estudiaron bachillerato, mientras escuchaban grupos como El canto del loco. “Son clásicos de los que hemos bebido y que se reflejan en nuestro sonido, pero a partir de ahí, siempre estamos buscando cosas nuevas”.
Un sonido que pasa por el rock, el trap o el reggaeton, pero que siempre finaliza en el pop. “Con las tres letras”, puntualiza Juan. La mayoría de sus letras que hablan de temas tan mundanos como el miedo a lanzar un audio de voz a determinada persona, son cosas que les han contado amigos o que incluso les han pasado a ellos mismos. “En las últimas canciones tiramos más hacia Japón, pero al hablar de palmeras o islas, mantenemos nuestra esencia tropical”.
Megane en cambio, se deja llevar por el sentimiento cuando escribe. “De ahí que describa mi música como terrorismo emocional y creativo. Hay veces que incluso tengo que darme un poco de espacio”, cuenta la artista Queer y multidisciplinar. Se dedica además al modelaje y a la fotografía, por lo que para que considere alguno de sus trabajos como redondo, debe tener la parte visual muy atada. Sus primeras canciones detonaban aires urbanos para luego tontear y cuestionar al pop adolescente con su cinta Desamor, inspirada en una vivencia personal. ”Solo pude escribirlas cuando había pasado el tiempo desde que había pasado”.
Por su parte Bea Pelea se mueve más por los ritmos latinos. Influenciada por artistas que van desde Chavela Vargas a Ivy Queen, es una de las mujeres más influyentes de la escena del reggaetón nacional que ha logrado empoderar a la figura femenina. Ella define sus canciones como una terapia. “Simplemente quiero expresar lo que llevo dentro y ya está. La música es música y yo no soy ninguna profesora”, admite. Bea ha bebido de la música y el baile desde pequeña y el mundo sin esas dos cosas se le antoja “feo”. Para la artista el mundo del reggaeton vive su momento de oro porque se ha globalizado y es algo que tiene su reflejo en las letras.
En cuanto a las medidas para mantener la seguridad, Murcia concluye que son bien sabidas por todos. “Se abre con una hora de antelación, las mascarillas, cada uno en una silla, entradas y salidas escalonadas. Hemos tenido un año para perfeccionarlas y realizar un espectáculo seguro”, explica el coordinador del evento. Prevención que aunque necesaria, hace más difícil la actuación según Bea Pelea: “Realmente me preocupa el formato. Mi música es pa bailar, así que espero que nos dejen movernos”.
Bea admite que le tiene mucho cariño a la capital porque vivió allí varios años y está encantada de volver a pisar suelo madrileño. El sentimiento es similar en los otros artistas. Al ser preguntado por esto Megane se limita a responder: “Los veranos de la Villa me parece algo que es muy de Madrid, que solo el que pasa aquí agosto conoce. No me lo esperaba para nada, estoy entusiasmada”.
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