Éxodo madrileño tras el fin del estado de alarma

La noche del domingo 9 de mayo, coincidiendo con el fin del estado de alarma, miles de jóvenes inundan las calles de Madrid al grito de “¡libertad!”. Corre la cerveza. Se canta. Y la fiesta, concentrada en el corazón de las principales ciudades de la región, sirve de avanzadilla para un movimiento mucho más importante numéricamente. El fin de semana siguiente, primero sin las restricciones a la movilidad impuestas para combatir el coronavirus, hay casi dos millones de desplazamientos con origen o destino en Madrid, según un estudio de Nommon basado en datos anonimizados procedentes de las redes de telefonía móvil. El 12% de los madrileños acaba durmiendo el sábado 15 en otra región. Ninguna otra comunidad ve pasar fuera el fin de semana a más gente.

Fotos: el fin del estado de alarma

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“Yo fui a Cádiz con una amiga”, cuenta Marta sobre el primer fin de semana sin sanciones. “Necesitábamos movernos, salir de Madrid. Todos los años, en febrero, hacemos un fin de semana de playa, y este año obviamente no lo hemos podido hacer hasta mayo”, sigue. “Aprovechamos la casa de una prima de mi amiga, pero nos habríamos ido a cualquier sitio con sol y buen tiempo”.

Como Marta, muchos madrileños tenían ganas de playa. Confinados durante meses dentro de la región, el fin de las restricciones fue como el pistoletazo de salida a una carrera largamente esperada. Los viajes a la Comunidad Valenciana se cuadruplicaron con respecto a los del fin de semana del 30 de abril, cuando el estado de alarma estaba en vigor, pero también superaron en un 25% a los registrados en febrero de 2020, último mes sin restricciones a la movilidad.

Tras Valencia capital, Torrevieja, Alicante, Benidorm y Gandía fueron los principales destinos costeros de los residentes en Madrid. En Andalucía, los municipios de Málaga, Marbella y Torremolinos lideraron la acogida de los madrileños, ávidos de disfrutar de sus segundas residencias y del mar. Pero no solo del mar.

“Yo me fui a Toro de viernes a domingo”, cuenta una otra mujer llamada Marta sobre su visita a Zamora. “Había bastante tráfico, a la ida y luego a la vuelta, pero queríamos ver a la familia, que no la habíamos visto desde Navidades”.

Los madrileños protagonizaron más del doble de desplazamientos el primer fin de semana sin restricciones que el anterior, el del 7 de mayo; y superaron en más de un 4% los valores de un fin de semana de febrero de 2020, el último mes completo sin pandemia.

Esas son las principales conclusiones de un estudio realizado por Nommon, que analizó la movilidad en España durante todo el estado de alarma para el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Pero no la única.

Los residentes de la capital, los que más viajaron

Los residentes de la capital fueron los que más viajaron: hasta un 15% durmieron fuera del municipio. Una movilización que ya había comenzado el domingo 9, especialmente para quienes querían desplazarse a las regiones limítrofes, muchos de ellos de vuelta a los pueblos y ciudades de sus familias. Solo ese día, de la región salieron más de 100.000 personas en dirección a las 10 provincias más cercanas, según Nommon.

“Aunque conocemos a gente que ha ido y venido aunque hubiera estado de alarma, nosotros hemos respetado las restricciones”, cuenta Ana, una de los 10.214 madrileños que se desplazó a Segovia. “Nos hacía mucha ilusión poder ir a nuestra casa del pueblo y disfrutarla sin la sensación de que estábamos rompiendo alguna regla”, añade. “Queríamos ver que todo estaba bien, pasar un día en el campo. Fue muy liberador”.

Ese domingo, los viajes desde Madrid fueron principalmente hacia provincias cercanas, como Toledo, Guadalajara, Segovia y Ávila, pero, en comparación con el domingo previo, aún con restricciones, también se registraron casi el doble de desplazamientos hacia Valencia y casi el triple hacia Alicante. Aquel día comenzó el éxodo de los madrileños.

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