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“Biblia ‘vintage’, hiperduradera” y robada, a la venta en Wallapop

Recuperadas tres piezas religiosas “de gran valor artístico y cultural”, que un hombre había puesto a la venta seis años después de haber sido sustraidas en una parroquia de Hortaleza

La Biblia y los dos cálices robados hace seis años de una parroquia del distrito madrileño de Hortaleza.
La Biblia y los dos cálices robados hace seis años de una parroquia del distrito madrileño de Hortaleza.POLICÍA NACIONAL
Victoria Torres Benayas

No es fácil detectar objetos robados en las plataformas de compra-venta. La policía tiene la descripción y los números de serie, pero los ladrones no suelen ser tan tontos como para no tunear lo robado u ocultar los daños o roces que los identifican. Por eso, cuando se denuncia un robo, los agentes recomiendan a las víctimas que ojeen de cuando en cuando el Segunda mano o Wallapop porque ellos son los que mejor pueden reconocer su bici, su móvil o su tableta. Pero hace unos cuatro meses apareció en la popular aplicación un anuncio que sí llamó la atención de los investigadores: “Se vende Biblia vintage, hiperduradera, gorda y supercompleta. Precio 2.500 euros, no admitiendo negociación”.

En vista del ejemplar, de estilo bizantino con cubierta de oro y plata y piedras semipreciosas, del precio y de las palabras empleadas para describirlo, estaba claro que el que puso el anuncio no tenía ni idea lo que estaba vendiendo ni Wallapop era el lugar apropiado para un objeto de coleccionista que debiera estar en las vitrinas de un anticuario. O, mejor, con su verdadero dueño. “Era muy cantoso, olía a la legua que algo había detrás”, cuenta una portavoz de la Policía Nacional. Y lo que había era que tanto la Biblia como dos cálices de los mismos materiales que se ofertaban en el anuncio eran robados.

Hacía seis años que habían sido sustraídas de una iglesia del distrito madrileño de Hortaleza, Nuestra Señora del Tránsito, un edificio singular de los años sesenta y de inspiración nórdica en el que unas cerchas de acero forman una cubierta a dos aguas, obra del arquitecto Luis Cubillo de Arteaga.

La mañana del 8 julio de 2014, el párroco, Antonio Fernández, se encontró con la sacristía y un despacho desordenados. Alguien había entrado por la noche a robar. Echó en falta solo tres objetos, con los que habían obsequiado a su iglesia. “Accedieron a la parroquia sin forzar las puertas y revolvieron la sacristía buscando claramente estas piezas, sabían a por lo que iban”, cuenta el sacerdote en la web de la Archidiócesis de Madrid. Puso la denuncia ese mismo día y nunca más se supo de la Biblia ni de los cálices hasta finales del año pasado, cuando un individuo decidió intentar desprenderse de ellos a razón de 1.300 euros por cada grial y 2.500 por la Biblia. “Precio no negociable”, advertía el vendedor.

El comisario jefe de Hortaleza hace entrega al párroco de Nuestra Señora del Tránsito los objetos robados.
El comisario jefe de Hortaleza hace entrega al párroco de Nuestra Señora del Tránsito los objetos robados.POLICÍA NACIONAL

La policía no tiene una estimación de su precio real, pero sí subraya que es muy superior al de venta al ser “joyas de orfebrería de gran valor artístico y cultural”. El cura detalla que los cálices, de “reminiscencias góticas”, están labrados en oro, con incrustaciones de piedras semipreciosas. Uno de ellos es “especialmente valioso” porque se hizo para las bodas de oro de sotana del anterior párroco, que ejerció 27 años en el templo de Hortaleza.

La Biblia tiene las tapas en oro y plata, también con piedras semipreciosas. Por un lado, se representa la crucifixión con 12 gemas por los 12 apóstoles y, por otro, “el Cordero sentado con el libro de la vida, tal y como se representa en el libro del Apocalipsis”. Lo que no son, ni mucho menos, es antiguos. El cura explica que los tres fueron diseñados por Kiko Argüello, creador del Camino Neocatecumenal y autor de las pinturas del ábside de la Almudena.

Según el sacerdote, la pista que llevó a la recuperación de los objetos la dio en diciembre uno de sus feligreses, “un chico joven que estaba amueblando su casa y, navegando por uno de los portales de compraventa de objetos de segunda mano, los vio”. Los agentes se hicieron pasar por compradores, determinaron que efectivamente eran objetos robados, identificaron al vendedor y lo denunciaron ante el juez el pasado 16 de abril por robo con fuerza, agravado por el valor reconocido de los efectos. El presunto ladrón tiene 49 años, es vecino de la zona donde se produjo el robo y no había delinquido nunca, o al menos no le constan antecedentes. ¿Qué le llevó a caer en la tentación de entrar en la iglesia y llevarse esos objetos? “Posiblemente, motivos económicos”, apunta la policía.

El pasado viernes, el comisario jefe de la Comisaría de Hortaleza devolvió al párroco los objetos recuperados. “¡Estamos muy contentos!”, exclama el cura, ya que “son piezas de gran valor sentimental que además se podrán volver a utilizar en las eucaristías”. “Yo, sinceramente, los había dado por perdidos”, confiesa Fernández, que ahora los ha mandado al orfebre que los talló para restaurarlos. Algunas piedras estaban desprendidas y el interior de los copones, muy deteriorado.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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