“No se puede seguir con citas telefónicas porque se están operando casos cuando ya no tienen solución”

“No se puede seguir con citas telefónicas porque se están operando casos cuando ya no tienen solución”, dice Lucía García, enfermera del Hospital 12 de Octubre. Allí es donde este miércoles se ha concentrado el Servicio Madrileño de Salud para denunciar la precariedad laboral de los profesionales de la Sanidad Pública en la Comunidad de Madrid. En el comunicado que ha leído ella misma, se critican los recortes de personal, el aumento de la jornada laboral, los ratios de pacientes por cada profesional “a la cola de España y Europa”, los contratos “basura” sin bolsas de empleo para todas las categorías, los cierres de camas, los centros de salud sin construir, las largas listas de espera, las demoras de las citaciones en Atención Primaria y la privatización de servicios como lavandería, limpieza, hostelería y mantenimiento, entre otras reivindicaciones.

“Con la pandemia se ha hecho más visible, pero seguimos sin soluciones para acabar con el maltrato sanitario. La Comunidad de Madrid no se esconde a la hora de hacer de la salud un negocio, con un Gobierno central que da carta blanca sin ningún tipo de intervención con la excusa de que las competencias en materia sanitaria son de las Comunidades Autónomas”, prosigue esta enfermera gritando a la multitud congregada, cerca de un centenar de personas.

Los puntos que se señalan para mejorar son la recuperación de las 35 horas semanales de manera “inminente” y que todos los contratos eventuales que no sean de sustitución sean transformados en interinos por orden rigurosa de bolsa de empleo, incluidos el número total de contratos covid para que no se pierda esa plantilla a partir del 30 de junio, que es cuando finaliza el servicio. “Los contratos covid que se hicieron son ni más ni menos los que se perdieron en 2013, que nos recortaron, no son refuerzos de nada, son los que faltaban”, matiza García. También en el comunicado exigen la resolución en el primer trimestre de 2021 de todas las OPES (Oposiciones de Enfermería de Servicios de Salud) pendientes que “van camino de tres años desde su publicación”, así como las cobertura de ausencias de las bajas laborales “desde el primer día” y medidas de conciliación familiar.

Otro de los argumentos en la concentración es la advertencia de que una de las peores consecuencias de la pandemia es que se está dejando a un lado el resto de patologías que no están relacionadas con la covid, algo que puede ocasionar graves consecuencias en la salud de la población, según reza el manifiesto. Por eso, Francisca Fernández, que lleva trabajando en el 12 de Octubre desde 2005, critica que en los ambulatorios te atiendan por teléfono: “Te mandan lo que sea pero no te ven ni te tocan”. Considera también importante que se hagan contratos decentes a la gente joven. Esta auxiliar de enfermería contrajo el coronavirus y estuvo ingresada. Asegura que todavía tiene secuelas, pero que la doctora le dio el alta y sigue trabajando a pesar de que no se encuentra totalmente recuperada.

Pedro Torres se ha acercado a la concentración porque dice que el 12 de Octubre es su hospital de referencia, pero cuenta que en agosto del año pasado le hicieron unas pruebas en este centro y ha recibido hace un mes una notificación por carta de que en mayo le darán los resultados. “Confío en que mi situación clínica es óptima porque han sido unas pruebas serias y voy a tardar nueve meses en saber qué tengo. El acceso al médico de cabecera esta limitadísimo y lo estamos sufriendo todos. Están encubriendo la pandemia para desatender la Primaria y las especializaciones”, indica este miembro del movimiento ciudadano Yayo flautas.

“Tenemos el ejemplo de los vecinos de Abrantes que cada jueves desde el verano continúan realizando movilizaciones por la falta de profesionales defendiendo su centro de salud. Pedimos la apertura de los servicios de urgencia de Atención Primaria que a día de hoy continúan cerrados y la medicalización de residencias con ratios dignos”, prosigue el manifiesto con el resto de demandas, que incluyen la apertura de los centros de salud al 100%.

A esta concentración se ha acercado Maite Manzanares, para apoyar a los trabajadores de la Sanidad Pública. Como usuaria dice sentirse preocupada por sus condiciones laborales. “Nos están diciendo que cada vez trabajan más en precario, los contratos de Madrid son los peores. El tema de las vacunas se han enterado por la prensa, no tienen información”, expone. Ha trabajado en el sector de la educación y reconoce que es un problema el tema de la privatización. “Cuando lo público es grande lo privado funciona mejor, pero cuando lo público se va empequeñeciendo, lo privado se convierte en un oscuro negocio”, sentencia.

Lucía García señala que el Hospital Enfermera Isabel Zendal ha costado “una millonada” cuando el 12 de Octubre tiene camas cerradas. “Ese dinero se podía haber invertido en personal que es lo que realmente da una calidad adecuada al paciente, es un sin sentido todo, se llama ladrillazo”, declara. Para ella la precariedad de los sanitarios afecta a la atención de los usuarios, que no reciben la humanización que debieran en el trato. “Necesitas tiempo para hablar con el paciente, esto no es una fabrica de tornillos, estamos hablando de personas, no de máquinas”, concluye.