El pleno de Cibeles exige a Ayuso el pago de 10 millones por el alquiler de Ifema como hospital
Los votos de Más Madrid, PSOE y Vox suman el apoyo para exigir a la Comunidad “el valor completo” del uso de los pabellones en la primera ola de la pandemia
Los votos de Más Madrid, PSOE y Vox se han sumado en el pleno del Ayuntamiento de Madrid para exigir a la Comunidad de Madrid el pago de 10 millones de euros por el “valor completo del alquiler de los pabellones” de Ifema utilizados como hospital en la primera ola de la pandemia. El Gobierno que preside Isabel Díaz Ayuso ha acordado con la dirección del recinto ferial el pago de 2,8 millones de euros por el uso del centro en marzo y abril.
“La utilización de las instalaciones de Ifema hay que pagarla”, ha dicho el concejal de Más Madrid, Miguel Montejo, al defender la proposición que ha presentado su grupo. Ha recordado que el Ayuntamiento ha abonado 1,5 millones de euros por utilizar “un solo pabellón y durante menos días” para acoger a personas sin hogar en la primera ola de la pandemia. “Haciendo un simple cálculo del coste por metro cuadrado de alquiler, el precio del hospital de campaña ascendería, al menos, a 10 millones de euros”, ha afirmado. “Para ser alcalde de Madrid se requiere algo más que ser el escudero de Isabel Díaz Ayuso”, ha espetado Montejo al regidor, José Luis Martínez-Almeida.
La concejal de Vox Arantzazu Cabello ha expresado su perplejidad al conocer el coste que tuvo para el Consistorio el uso del pabellón de Ifema, en comparación con lo que va a pagar la Comunidad. Por esa cifra, ha dicho, “podríamos haberlos llevado a un hotel de cinco estrellas”.
No ha salido adelante, en cambio, la parte de la proposición que planteaba retirar el ERTE a los 400 trabajadores de Ifema. En este caso, con los votos del PP, Ciudadanos y Vox.
La igualdad abre un muro
El mensaje del colegio con propuestas para el disfraz del carnaval de la hija de la edil del Ayuntamiento de la capital Carolina Pulido, de Más Madrid, ofrecía como posibilidades la de médico, científico, militar, enfermero o cajera de supermercado. “¿Entonces, mamá, solo me pudo disfrazar de cajera?”, inquirió la niña a su madre. “Es la única que estaba en femenino”, ha lamentado Pulido, que ha recuperado esta “anécdota” de hace unos días en el atril del pleno del palacio de Cibeles para ilustrar y denunciar la situación de discriminación en el Madrid del siglo XXI.
En febrero de 2021, una vez más, el consenso es imposible en torno al 8-M. Para Vox, la celebración en la calle de esa fecha el año pasado, aterrizada ya la pandemia, supuso un “aquelarre” al que ministras del Gobierno acudieron con guantes porque sabían ya que el virus se estaba expandiendo. Se trató de un “hito negro” en el que fueron “convocadas miles de mujeres a encontrarse con la muerte”. Así lo ha manifestado la concejal del grupo de extrema derecha Arantzazu Cabello, que ha reprochado a la izquierda que, 12 meses después, no haya habido “ni un ápice” de arrepentimiento.
Estas palabras escenifican el gran muro que sigue separando a unos y a otros a la hora de conseguir acordar una declaración institucional para condenar la violencia machista con motivo de la celebración del Día de la Mujer el próximo día 8. Cada uno ha acudido al pleno municipal con sus propuestas, sus argumentos y sus mantras. El reglamento municipal no exige unanimidad en la declaración institucional, pero eso no es suficiente para su aprobación. “La entidad certificadora del feminismo auténtico no nos ha homologado”, ha ironizado la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Ciudadanos), que ha recuperado su propia “anécdota”: los escraches sufridos durante la celebración de San Isidro en 2019 y en la marcha del 8-M del año pasado en los que se sintió “acosada y expulsada”. “¿Quién tiene derecho a empujar mi cuerpo?”, se ha preguntado a modo de reto.
Esa declaración institucional “nace muerta porque ustedes la mataron”, ha acusado el delegado del área social, Pepe Aniorte, compañero de formación de Villacís. Ha defendido el “feminismo con medidas concretas” mirando a la bancada de la izquierda, a la que acusa de no haber respaldado la propuesta de declaración institucional de texto que les envió. De fondo, el desencuentro generado con el cese en enero de la directora general de Igualdad, Rosa Gómez, que sigue escociendo. Más Madrid y PSOE siguen echándole en cara Aniorte que acabara con esa dirección, algo que para él es un “bulo”.
“No podemos permitir ni un recorte en igualdad porque nos va la vida en ello”, ha señalado Carolina Pulido al tiempo que sacaba a relucir entre otros datos, que siete de cada 10 salarios mínimos los perciben mujeres. Para Más Madrid es un “error gravísimo” suprimir la dirección general y piden una rectificación, pero Aniorte les ha recordado con el anterior mandato arrancó con solo una, como ocurre ahora en el que lidera José Luis Martínez-Almeida.
Lo que hace el equipo de PP y Ciudadanos, según el socialista Ignacio Benito, es “equilibrismo político” porque juegan a una cosa y su contraria: estar al lado de las mujeres y al lado de los que niegan que esa realidad de la violencia machista existe, en referencia a Vox. Eso, en definitiva, acaba ayudando a mantener el “machismo imperante”, le ha comentado a Villacís. “Usted no ha parido por mí tres hijas”, le ha respondido la vicealcaldesa. “Soy mujer, feminista, de centro y liberal. Comprendo que esto les escueza”.
A Arantzazu Cabello, la edil del grupo de extrema derecha, Ignacio Benito le ha espetado que tiene “muy poca vergüenza” por acusar a los asistentes a la manifestación del 8-M del año pasado mientras su compañero Javier Ortega-Smith, sentado a su lado, estaba en el acto de Vox en la plaza de toros de Vistalegre.
Todo lo que en violencia machista es agua y aceite se ha convertido en un bálsamo de camaradería minutos después en el mismo salón de Cibeles y con los mismos protagonistas. Todos a una han acordado el desarrollo de un plan extraordinario para recuperar el arbolado de la ciudad tras los daños sufridos el mes pasado por el temporal Filomena. El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha alabado la “generosidad” de todos los grupos municipales.
Ese programa contará con el asesoramiento de un consejo de expertos que ayudará en la selección de especies a plantar y las tareas de mantenimiento. También está prevista la creación de nuevos corredores verdes, fortalecer el papel de los viveros municipales, implicar más a la sociedad civil así como aumentar el presupuesto, la plantilla de jardineros y los medios.
La reprobación de Aniorte no sale adelante
La remodelación del organigrama del área social que dejó fuera a Rosa Gómez y problemas como la implantación de la Tarjeta Familias o la falta de luz en la Cañada Real tras más de cuatro meses de apagón han llevado a la oposición a presentar en la cámara este martes una propuesta de reprobación de Aniorte. Los votos en contra de PP, Ciudadanos y Vox han salvado al delegado, pues esa reprobación no tiene consecuencias ejecutivas en caso de salir adelante. “Para mí es un honor compartir este viaje político con Pepe Aniorte” porque “la gestión de lo social no es patrimonio de la izquierda”, ha dicho Almeida. “¿Cómo osas hacerlo mucho mejor si no eres de izquierdas?”, le ha interpelado la vicealcaldesa Villacís. Esa reprobación, según Cabello (Vox), es porque Aniorte ha destituido “a uno de los suyos”, que tenía en su equipo.
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