Vox: la ley Celaá “nace muerta y su recorrido va a ser tan cortito como el cerebro de la ministra”
El edil Fernando Martínez Vidal retira sus palabras en el pleno del Ayuntamiento de Madrid, presionado por el PSOE
No ha sido en el fragor de la batalla dialéctica en la que a veces las palabras salen por la boca sin pasar por la cabeza. Ni ha sido en una declaración improvisada de aquí te pillo aquí te mato en un pasillo del palacio de Cibeles. Tampoco se ha tratado de un micro mal apagado que ha jugado una mala pasada. El concejal Fernando Martínez Vidal estaba defendiendo la postura de su partido, Vox, frente a la nueva ley de educación, la Lomloe, cuando ha soltado una expresión apelando a la capacidad cerebral de la ministra del ramo, Isabel Celaá, que a más de uno le ha hecho levantar la cabeza. Traía el texto escrito y lo estaba leyendo.
Todo en una sesión celebrada en la víspera del 25 de noviembre, Día Internacional Contra la Violencia de Género. Tras semanas de intentar consensuar el texto de una declaración institucional por ese motivo, del que se había desvinculado Vox, finalmente Gobierno y oposición han ido con distintas propuestas cada uno por su lado.
“Esta ley nace muerta y su recorrido va a ser tan cortito como el cerebro de la ministra que la firma”, ha dicho alto y claro Martínez Vidal. Ha seguido su intervención argumentando sobre el ataque que entienden supone para la Carta Magna y el idioma español, motivo por el que ha criticado también al PP al considerarlo cómplice de no defenderlo en comunidades en las que gobierna. “En un país libre los hijos son de los padres, en una dictadura los hijos son del estado”, ha añadido. Y ha recordado a continuación que las hijas de la ministra Isabel Celaá no se han educado en centros públicos y que su gobierno se apoya en “independentistas, separatistas y proetarras”.
Pero la concejal que intervenía en el siguiente turno se quedó con la cerebral frase. La socialista Mercedes González no ha querido abandonar su asiento y dirigirse al atril a intervenir hasta que el edil de Vox no ha dado marcha atrás. “Antes de bajar me gustaría que el concejal Fernando Martínez Vidal retirase que la ministra tiene el cerebro pequeño. Sé que lo ha leído y, por tanto, lo traía preparado de casa. Usted, señor Martínez Vidal, que es una persona educada, imagino que entenderá que eso es inaceptable”.
El edil de Vox ha levantado de inmediato el micro de su sitio y se ha excusado: “Es una cuestión metafórica pero si eso puede herir a alguien, desde luego lo retiramos sin ningún problema”. Y hasta entonces Mercedes González, tras darle las gracias, no ha descendido, atravesado el salón de plenos y ocupado el atril.
González es una de las cuatro ediles socialistas que hoy han asistido de manera presencial al pleno, pues su grupo municipal, con motivo del 25N, decidió que los cuatro hombres participarían de forma telemática. La manera en la que el lunes el portavoz Pepu Hernández lo anunció en un vídeo hizo que se metiera en terreno resbaladizo. “Los cuatro concejales damos un paso atrás” para “visibilizar de esa manera el extraordinario trabajo que están haciendo” ellas. El propio grupo municipal trató de explicar una frase que levantó cierta polvareda interna. “De las declaraciones del portavoz como escucháis no se infiere sino la necesidad de que los varones dejen de ejercer todos los privilegios de que disfrutan únicamente por serlo, y contribuir así a generar espacios de visibilidad que siguen estando en su mayoría ocupados por hombres”.
Partido Popular y Ciudadanos, que integran el gobierno municipal de coalición en la capital y tiene un acuerdo de investidura con Vox, han llevado dos mociones de urgencia al pleno municipal para pedir que se retire la Lomloe. La del partido naranja ha salido adelante pese a los votos en contra de la oposición de Más Madrid y PSOE. La de los populares no ha sido respaldada porque ha tenido en contra a la oposición y a la formación de ultraderecha, que ha pedido poder votarla por puntos sin que se aceptara, al querer que el castellano no sea discriminado y se defienda la educación especial. En este debate, al final de la sesión, es en el que Martínez Vidal ha lanzado la frase contra Celaá.
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