Brote de coronavirus con 33 contagios en el albergue de San Isidro de Madrid: “Intentamos aislarlos, pero es muy difícil”

Las personas sin hogar del albergue San Isidro de Madrid, donde duermen 250 sin techo a diario, se sienten en un déjà vu. El Ayuntamiento ha confirmado un brote de coronavirus que asciende a 33 contagiados —tres de ellos trabajadores— y 60 aislados en la instalación, situada en pleno centro de la capital. Todos los positivos están aislados en habitaciones y en el salón de actos del edificio, frente al que hay tres coches de Protección Civil y dos furgonetas del Samur. Esta mañana, les están realizando el test de nuevo a todos, pero entre los trabajadores y usuarios crece el temor a acabar todos contagiados porque resulta muy complicado aislar a los enfermos, ya que se trata de un espacio grande compartido.

No es el único caso. Un trabajador del albergue de Villa de Vallecas ha informado de que hay tres trabajadores infectados y algunos casos entre los sin techo. El Ayuntamiento ha confirmado este extremo y ha añadido que también hay un usuario positivo. Sin embargo, no se considera brote porque en la Comunidad de Madrid se requiere que sean cinco positivos.

Una portavoz del Área de Familias y Bienestar Social explica que, aunque no se había informado de ello, en San Isidro se están haciendo PCR desde el 12 de agosto, cuando se confirmó el primer positivo. “Salud Pública está informada en todo momento de la situación y se siguen estrictamente sus indicaciones”, añade la portavoz municipal. “Debido al aumento de casos, se va a llevar a cabo junto con Samur Protección Civil una reorganización del espacio para optimizar el aislamiento de los positivos”, aseguran las mismas fuentes.

Rosa M., una usuaria del albergue, denuncia que durante las horas de la comida, el desayuno, la entrada y la salida es imposible mantener la distancia de seguridad. “Los positivos están muy alterados y quieren que los dejen salir y esto aquí parece una guerra”, afirma la mujer, que ha pasado la noche en el centro pero que quiere irse tan pronto como pueda por miedo. Rosa tiene 45 años, dos hijos y cuenta que se quedó en la calle hace 15 años por que la estafaron. Lleva en el albergue desde marzo, donde ha pasado todo el confinamiento.

Salud Pública va a llevar a cabo un estudio de serología en el centro para comprobar cuántos usuarios tienen inmunidad y poder mejorar así el aislamiento. “Este miércoles por la tarde se llevó a cabo una desinfección del centro”, afirman fuentes del Ayuntamiento. Pero el aumento de los casos en los últimos días ha obligado a la corporación municipal a dar un paso más en este centro donde solo hay un médico, según precisa un trabajador.

Para los trabajadores sociales del albergue de San Isidro vive una situación incontrolable. “Estamos intentando aislarlos, pero es muy difícil, esto se está liando. Algunos intentaron escapar y nos tocó llamar a los bomberos para redoblar la seguridad”, afirma una trabajadora, que prefiere mantener el anonimato.

El miércoles por la tarde el albergue llegó a su máximo momento de tensión. Según personas que pasan el día en el centro, se empezaron a mezclar positivos con negativos tratando de escapar. “No somos un centro sanitario y estamos haciendo lo que podemos, pero está siendo muy difícil, ahora toca volver a hacer la prueba a todos los usuarios del centro”, afirma otra trabajadora.

El pánico cunde entre las personas sin hogar. Dicen que en la última semana han visto cómo dos usuarios han salido en ambulancia y han fallecido. El Ayuntamiento solo confirma la muerte de un hombre hace unos días, que tenía patologías previas y problemas de diálisis.

Como resultado de las conversaciones entre el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid por la aparición de casos en San Isidro, el Gobierno regional anunció la reapertura del hotel de Las Tablas para aislar a personas sin hogar con síntomas de covid-19. Según han precisado este jueves fuentes del Ejecutivo madrileño, estará abierto la semana que viene. Maite Pacheco, portavoz socialista de Bienestar Social, ha señalado que “la saturación y otras deficiencias hacen imposible mantener la distancia y otras medidas de prevención” en los albergues y ha pedido más dinero y más medios. “No estamos en tiempos normales, y una inversión normal no es suficiente”, ha recordado.

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