Dos personas sin hogar con coronavirus ingresadas y más de 80 aisladas
El sindicato del SAMUR social denuncia que los centros no cuentan con el material suficiente para aplicar el protocolo
Madrid está cada vez más desierta. Las medidas para tratar de frenar el coronavirus implican no salir de casa, pero, ¿qué pasa cuando no hay un hogar en donde permanecer? En Madrid hay 2.772 personas sin hogar, según el último informe, de 2019, coordinado por el Samur Social y organizado por el Ayuntamiento con la ayuda de varias ONG. Hasta este sábado a final de la tarde, un portavoz del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Consistorio confirma a EL PAÍS que tenía constancia de más de 40 personas sin hogar aisladas en albergues de Madrid por síntomas del virus Covid-19.
Según explica un portavoz del área, el protocolo que ha diseñado el Ayuntamiento establece que si alguien en estos espacios presenta síntomas de infección respiratoria, con fiebre y tos seca, “se les proporcionará mascarilla y se dejará a la persona en una sala aparte”. El problema es que en muchos casos esto no es posible. Así lo denuncia el sindicato del SAMUR social. “Sabemos de la falta de material en los centros de la red de personas sin hogar para hacer frente a la atención que necesita esta población que es considerada grupo de riesgo por su vulnerabilidad”, dice una portavoz del sindicatos COBAS.
“Va a seguir aumentando el número de personas demandantes de alojamiento porque a la gente se la está expulsando de los parques y otras ubicaciones de la vía pública y el único refugio va a ser la campaña de frío. ¿Dónde se van a juntar personas con síntomas del Covid-19 y sin ellos?”, se pregunta.
El delegado del Área de Bienestar Social, Pepe Aniorte, anunció este viernes que la extensión de la campaña de frío hasta final de mayo. Una medida para proteger a uno de los colectivos más vulnerables: los sin techo. La campaña, denuncian los trabajadores, no se ajusta a la realidad: no se combate el frío, sino un virus que hasta el sábado dejó 2.940 casos positivos en la región y 133 fallecidos (el doble de muertos que el día anterior). Las medidas, inciden, no pueden ser exactamente las mismas que las de una campaña de frío. El portavoz del área señaló que el Consistorio está tramitando en estos momentos un contrato por el procedimiento de emergencia que permitirá contar con 479 plazas y 30 de centros de día “mientras se supera lo peor de la crisis” del coronavirus.
“Los albergues no están preparados para esta crisis sanitaria", afirma un trabajador de un albergue del Ayuntamiento. Opina lo mismo Rosa María Cotobal, de 58 años, habitante de la calle desde hace 15 años y usuaria de los albergues de la ciudad. “Estoy pasando el virus en el Albergue San Isidro, pero todos tenemos mucho miedo”, señala. Cotobal cuenta que en este momento en el centro hay más de 200 personas, que muchas de ellas presentan síntomas del virus Covid-19 y que, aunque duermen en una sala polivalente que los aísla, comparten la comida y los baños con todos los usuarios. “Yo creo que nos estamos infectando todos a todos, yo además tengo ya bronquitis crónica”, dice. “Esto parece el fin del mundo, los únicos que llevan mascarillas aquí son los trabajadores”, añade.
“El albergue de San isidro es un espacio grande compartido, pero por ejemplo en el Centro Las Rosas son habitaciones sueltas. Cada centro tendrá que adaptar el protocolo a sus características para poder aislar a las personas que presenten síntomas o hayan dado positivo”, afirma el citado portavoz del Ayuntamiento.
El Ayuntamiento ha decretado que si alguien presenta síntomas se debe llamar al 112 o al 061 para que el SAMUR-PC realice una valoración de la situación en el propio centro. En caso de producirse un traslado al Hospital, es necesario que el centro conozca el diagnóstico definitivo.
Si diera positivo alguna persona sin hogar procedente de algún centro, el protocolo dicta que se debe realizar un aislamiento del afectado, de forma individual o en habitación doble. También deben habilitarse, en la medida de lo posible, espacios comunes y salas de estar para las personas afectada. Otras medidas incluyen evitar que las personas se alimenten en comedores colectivos, que los centros doten a cada uno de los usuarios de una mascarilla quirúrgica y que se limiten los traslados de estas personas entre las zonas. Son precisamente estas advertencias las que las personas que viven en albergues denuncian que no se están cumpliendo.
"Los albergues son un foco de propagación, pero no porque las personas sin hogar tengan Coronavirus, sino porque no hay espacio para mantener dos metros de distancia entre las que están allí dentro”, denuncia el sindicato del SAMUR social. Y lo confirma Cotobal: “Aquí todos estamos juntos y mezclados. Algunas con mascarillas, otros borrachos y otros con mono”.
"Las salas de dormir son grandes y diáfanas, duermen sin separaciones más de 140 personas sin ventilación suficiente y además son trasladados desde el centro de Madrid hacia los albergues en dos buses, los cuales van siempre llenos”, afirman desde la sección sindical de CCOO- ACCEM. “Los trabajadores están poniendo en jaque su salud, sus familias y su trabajo y solo piden medidas de protección adecuadas para poder hacerlo bien”, denuncian.
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