Mónica Naranjo y otros motores de la revolución sexual
El monólogo 'Donde las montañas llegan al mar' relata la evolución en la identidad del protagonista a través de la cultura pop de principios del siglo XXI
León, cuando tenía ocho años, se disfrazó y se puso a bailar delante de su padre la icónica canción de Paridisio Bailando. “Sí, señor, efectos especiales”. Esa es la primera frase del tema, pero también podría ser el título del monólogo escrito y protagonizado por Jesús Díaz Morcillo, Cuando las montañas llegan al mar. La obra es una explosión de hits de los años 90 y la primera década de los 2000, mezclados con clarividencias sobre la identidad sexual y de género de un chaval nacido en 1994 durante una conversación con su padre.
La intención política del monólogo queda clara desde los primeros segundos de la obra, en los que se proyecta el vídeo de la muerte de George Floyd, asfixiado bajo la rodilla de un policía en Minneapolis el pasado 25 de mayo y desencadenante de una ola de protestas antirracistas por todo el mundo. Para Díaz Morcillo, este comienzo da sentido a “una performance que nos trastoca el día a día, algo sin planear, sin ensayar, que nos cambia”. Como también cambió el mundo, hace casi 20 años, la caída de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001, atentado del que también se proyecta un fragmento.
Estos momentos históricos televisados se entroncan en el monólogo con referencias pop para formar un mosaico de los hitos que han marcado a una generación a través de la pantalla: “Para León [el protagonista], para mi identidad, ha sido igual de relevante el 11S que Lluvia de estrellas. De pequeño te marca ver que no hay niños vestidos de niñas cantando en la televisión, igual que cuando ves el 11S con siete años, piensas por primera vez en tu vida que te vas a morir”, explica el autor. Por eso, el monólogo se para en el playback de León de Pienso tanto en ti (1993), de Greta y Los Garbo, canción que León siempre quiso cantar en un concurso infantil y no pudo.
El protagonista también recrea el día que interpretó Bailando delante de su padre y sus amigos. “Tú no me miraste”, le dice a su progenitor, representado por el público. “Después, en la cocina, yo sabía que había hecho algo mal y no sabía el qué”, añade el protagonista.
El racismo y la transfobia son las dos discriminaciones en las que tu identidad está marcada por los demás, porque te ven negra o trans, antes de que tú tengas tu propio procesoJesús Díaz Morcillo, autor y protagonista de 'Cuando las montañas llegan al mar'
También aparece Mónica Naranjo, la canción Pop de La Oreja de Van Gogh y la película Titanic. Son los referentes con los que el protagonista se sentía cómodo en su infancia y primera juventud. “Hablaban en un idioma que yo entendía sin pensarlo mucho, porque sin pretenderlo, de manera honesta y disfrazados de lugar común, hablaban de cosas que mucha gente no quería hablar”, explica Díaz Morcillo, que confiesa que de pequeño era más de Alicia Keys, Beyoncé y Mariah Carey. Su propuesta es una forma, asegura el autor, de hacer política de otra manera: con la peluca puesta y sin fruncir el ceño. “Se trata de un viaje de padre e hijo para abrir horizontes, para cuestionar lo que la sociedad entiende por hombre y abrir una puertita a otras cosas”, cuenta.
El título, de hecho, pretende combatir los cajones estancos en los que se tiende a encasillar la identidad de una persona: “Siempre es: te gusta el mar o la montaña, las chicas o los chicos, el vino blanco o tinto. Donde las montañas llegan al mar es un lugar onírico donde se puede todo, un lugar de libertad donde te puedes desarrollar sin pensar” explica Díaz Morcillo.
La representación (todos los sábados de julio y agosto a las 21.00h en el Teatro de las Aguas por 12 euros) fue ideada en cuarentena. “Fue una necesidad práctica de intentar expresar con mi voz, como todos los jóvenes ahora mismo, en un momento en el que han cerrado los teatros y no hay apoyo real a los jóvenes”. Por eso, para poder expresarse dentro de las limitaciones de un estudiante madrileño de 25 años (compagina su actividad en el escenario con sus estudios en el Máster de creación teatral de Juan Mayorga en la Universidad Carlos III de Madrid), el formato idóneo era un monólogo, para limitar gastos.
La obra está dedicada a las víctimas transexuales durante las protestas antirracistas de Black Lives Matter. “Porque el racismo y la transfobia son las dos discriminaciones en las que tu identidad está marcada por los demás, porque te ven negra o trans, antes de que tú tengas tu propio proceso”, cuenta el autor.
En este monólogo no le ha dado tiempo, en los 70 minutos que dura, a incluir más referencias políticas y culturales. ”La SuperPop la meteré en León 2, Donde las montañas llegan al mar, y más lejos”, bromea.
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