Más de 2.500 residentes van por segundo lunes a la huelga
Los MIR de Madrid ocupan la puerta del Sol para reclamar una respuesta del Gobierno de Díaz Ayuso
“Hasta que haya respuesta por parte de la Consejería de Sanidad”, ese será el día en que los residentes de la sanidad madrileña desconvocarán la huelga y dejarán de movilizarse. “Y no antes, mientras seguiremos saliendo a la calle y paralizando los hospitales”, cuenta Pedro Viaño, residente de cuarto año de Pediatría en el Hospital Niño Jesús y miembro del Comité de Huelga MIR, que este lunes ha vuelto a llenar el centro de Madrid de batas blancas para reclamar al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso mejoras formativas y salariales que den solución a una situación estructural que los ha convertido “en mano de obra barata” para los centros sanitarios y en la que no se cumple el objetivo formativo que tienen los años de residencia.
Alrededor de 2.500 profesionales de todas las áreas del sistema sanitario, por segundo lunes consecutivo, volvieron a concentrarse a primera hora de la mañana frente a sus hospitales antes de arrancar una marcha que pasó por la Dirección General de Recursos Humanos del Servicio Madrileño de Salud, la sede de la Consejería de Sanidad y llegó hasta la Puerta del Sol. Allí, se sentaron y se ataron las manos con vendas. “Para señalizar que con los servicios mínimos del 100% que nos impuso la consejería cuando convocamos la huelga estamos maniatados. Pero que aun así salimos a la calle, que anulan la posibilidad de la huelga real, pero que vamos a seguir hasta que nos hagan caso”, explica Viaño.
El pasado 2 de julio, el Comité de Huelga MIR convocó oficialmente, al amparo de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (Amyts), una huelga indefinida del 100% para las guardias de lunes a domingo y del 100% los lunes —tanto para jornada ordinaria como extraordinaria—; horas después, el área de Enrique Ruiz Escudero les impuso unos servicios mínimos del 100%. Amyts denunció que era la primera vez que se daba ese porcentaje y presentó una petición de medidas “cautelarísimas” para retirar ese mínimo, pero siguen a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid se pronuncie.
Mientras, la relación entre la Dirección General de Recursos Humanos y el comité de huelga sigue estancada. El pasado viernes, cuenta Viaño, tuvieron una nueva reunión, poco “fructífera”: “Nos hicieron una oferta retributiva con bastante poca novedad. Lo que más nos interesa no son las retribuciones, aunque la mejora de estas también es necesaria, sino las condiciones formativas, de supervisión de los adjuntos, de los programas docentes, de que se respeten los descansos...”. La respuesta, añade, es “que lo tienen que estudiar y que ya convocarán a la próxima reunión”.
Diego Boianelli, presidente del comité de huelga y presente en esa reunión, explica que se entrevistaron con la directora general de Recursos Humanos, Raquel Sampedro: “La misma que nos dijo hace un mes que no se había leído el convenio, y aunque ahora está más afable, siguen escudándose en que hay muchas cosas que no se pueden negociar. Nos rechazó el 80% de las demandas con excusas como que es competencia del Estado”. Algo que la legislación vigente y los hechos en otras autonomías desmienten, ya que las regiones tienen capacidad para modificar la base legal sobre la que se estructura la relación de los residentes con el sistema.
También, cuenta el presidente del comité de huelga, Sampedro les dijo que no les podían dar lo que demandaban “porque entonces tendrían al día siguiente en la puerta al resto de sanitarios”. “Bueno, quizás es que todos los sanitarios tienen que tener lo que demandamos, ¿no?”, ironiza el residente. Se refiere a que se respeten los descansos, a las jornadas de 35 horas semanales, a la mejora salarial... “Pero nada. Solo nos propusieron aumentar un poco la hora de guardia, que ahora mismo la cobramos a diez euros, y un plus de productividad anual del que no sabemos la letra pequeña. Y por esas dos medidas, aisladas de un convenio de 88 páginas, querían que desconvocásemos la huelga. Y eso no va a ocurrir”, sentencia Boianelli.
No saben cuándo se producirá la próxima reunión, porque llevan casi dos meses esperando a que la consejería “se lea de verdad” la propuesta de convenio que le entregaron. Eso fue el 22 de mayo. “Y así estamos todavía, con infinitos tiempos muertos”, lamenta el residente, que apunta hacia “la tristeza” que le produce, a él y al resto de compañeros, que en el Hospital Universitario de Torrejón “se haya llegado a un acuerdo” y el resto de hospitales y centros de primaria de Madrid, los públicos, “sigan igual”.
El hospital de Torrejón, público de gestión privada por Ribera Salud, tendrá por primera vez este septiembre residentes entre su plantilla. Para ellos hay un acuerdo de mejora retributiva y formativa, con una subida de alrededor de 300 euros del salario base y el blindaje de la libranza de las guardias. “¿Es normal que Ribera Salud mejore las condiciones de los residentes y que en la sanidad pública tengamos que ir a la huelga solo para que nos escuchen?”, se pregunta Viaño: “Pues sí, eso parece”.
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